Un estudio del Instituto de Investigación Sanitaria Aragón y de la Universidad de Zaragoza ha identificado que los gliomas de bajo grado emplean unas vesículas conocidas como esferosomas para transportar información a otras células. El estudio, publicado en la revista "Sientific Reports", puede suponer una nueva diana terapéutica para estos tumores cerebrales.
Los gliomas de bajo grado son tumores cerebrales formados por células que cumplen la función de soporte de las neuronas del cerebro. Se consideran de bajo grado porque consisten en lesiones de lento crecimiento, y se manifiestan en forma de crisis, que ocurren en el 80% de los casos.
Dra. Junquera: “Estos esferosomas se producen en las células tumorales y se liberan al medio extracelular para trasportar información a las células vecinas o a otras células lejanas a través de los vasos”
Las células tumorales se comunican entre ellas y con su entorno, modificándolo. De este modo, favorecen su crecimiento y malignidad. Las comunicaciones empleadas son muy diversas, yendo desde moléculas sencillas como factores de crecimiento, hasta vesículas, que son pequeñas bolsas cargadas de información. A pesar de que hay muchos tipos de vesículas, su origen y cómo se transportan no está claro.
Ahora, el equipo de investigadores, liderado por la Dra. Concha Junquera, Catedrática de Biología de la Universidad de Zaragoza e investigadora del IIS Aragón, ha encontrado que las vesículas conocidas como esferosomas son más habituales en los gliomas de bajo grado.
“Estos esferosomas se producen en las células tumorales y se liberan al medio extracelular para trasportar información a las células vecinas o a otras células lejanas a través de los vasos”, apunta la Dra. Junquera. Los investigadores han logrado describir con detalle el origen de los esferosomas y su producción, lo cual es muy distinto de los exosomas, que suelen ser los más estudiados.
“Los esferosomas tienen diferente origen y biogénesis que los exosomas hallados en otros tumores y presumiblemente transportan diferentes moléculas, es decir, diferente contenido o información, lo que sugiere que desempeñan funciones distintas en la progresión de estos tumores cerebrales”, señala Marta Baselga, primera firmante del trabajo.
Marta Baselga: “Los esferosomas tienen diferente origen y biogénesis que los exosomas hallados en otros tumores y presumiblemente transportan diferentes moléculas"
Por otro lado, el estudio reveló la presencia de una estructura celular, el cilio primario en los gliomas de bajo grado. La estructura funciona como una antena y desempeña un papel importante en la detección y transmisión de señales oncogénicas, lo que la convierte en una prometedora diana terapéutica.
El estudio ha sido posible gracias a la ayuda del Servicio General de Apoyo a la Investigación de la Universidad de Zaragoza y está financiado por la XIII Beca FERO, Proyectos líneas prioritarias y de carácter multidisciplinar del Gobierno de Aragón y por la Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Aragón (ASPANOA).