Investigadores de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunidad Valenciana (Fisabio) y del Instituto de Biomedicina de Valencia-Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IBV-CSIC), han identificado mutaciones poco comunes asociadas a la resistencia de antibióticos en un caso clínico de tuberculosis, gracias a la secuenciación del genoma completo de la bacteria.
Con esta técnica, los investigadores han descubierto una tuberculosis multirresistente a antibióticos que las pruebas convencionales no lograban detectar.
El paciente estudiado, padeció un primer episodio de tuberculosis en 2009, del cual se trató y se curó satisfactoriamente. Sin embargo, en 2013 sufrió un segundo episodio y, durante dos años seguidos, fue tratado sin que su estado de salud mejorara.
Este sistema de diagnóstico se emplea en Reino Unido y Holanda para adecuar el tratamiento
En ese tiempo, los ensayos clínicos rutinarios que se le realizaron no revelaron ningún tipo de resistencia a los fármacos que se le estaban administrando, pero al secuenciar el genoma completo de la bacteria causante de la enfermedad, los investigadores lograron identificar unas mutaciones raras que la hacían multirresistente a antibióticos.
El hallazgo fue crucial para adecuar el tratamiento y lograr la curación completa del paciente en 2018.
Este caso, según el personal investigador, demuestra que la técnica de secuenciación de genomas completos permite comprender y predecir la aparición de resistencias a los diferentes antibióticos en cada caso clínico, de manera más precisa y rápida que las pruebas convencionales actuales.
La tuberculosis es una de las diez principales causas de muerte en el mundo
Este sistema de diagnóstico se emplea ya en Reino Unido y Holanda para saber qué tratamiento funcionará mejor con cada persona enferma. Se ha demostrado que es mucho más eficiente, puesto que los resultados se obtienen en cinco días a partir del cultivo clínico, mientras que con las técnicas convencionales el plazo aumenta a entre uno y dos meses, señalan Irving Cancino-Muñoz e Iñaki Comas, dos de los firmantes del trabajo.
El estudio, cofinanciado por la UE, ha sido publicado en la revista The Journal of Infectious Diseases, y lo firman investigadores de IBV-CSIC, de Fisabio; especialistas del Departamento de Neumología y del Servicio de Microbiología del Hospital General Universitario de Valencia y expertos del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp).
DATOS SOBRE LA TUBERCULOSIS
La tuberculosis es una enfermedad crónica infecciosa que suele afectar a los pulmones. Es causada por un grupo de bacterias que forman el llamado complejo de mycobacterium tuberculosis. Dentro de este, hay dos microbacterias que afectan más al ser humano, que con la mycobacterium tuberculosis y la mycobacterium africanum.
La enfermedad se transmite de una persona a otra a través del aire mediante la tos o estornudos.
La tuberculosis constituye una de las diez principales causas de muerte en todo el mundo. En 2017, 10 millones de personas enfermaron y 1,3 millones murieron. Además, el 25% de las infecciones resistentes son de tuberculosis.
El mal uso y el abuso de los antibióticos ha propiciado un aumento de casos de tuberculosis multirresistente que, según la Organización Mundial de la Salud, se ha convertido en una amenaza global para la Seguridad Sanitaria. En 2017 se dieron 558.000 casos con al menos una resistencia a antibióticos. Además, se estima que este número aumentará en los próximos años.