Un estudio genético a más de medio millón de pacientes realizado por el International Suicide Genetics Consortium, con la participación del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) y del Hospital de Bellvitge, ha identificado dos nuevas variantes genéticas asociadas al riesgo de tentativa de suicidio. Según informan desde Idibell, "aunque todavía es pronto para darles una aplicación clínica, estos descubrimientos contribuyen a aclarar los mecanismos biológicos asociados al suicidio".
Diez personas se suicidan cada día en España. Se estima que entre un 0,5% y un 5% de la población cometerá un intento de suicidio a lo largo de su vida. Entre los factores de riesgo del suicidio, se encuentran algunos trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia, la depresión endógena o los trastornos alimentarios, así como las afectaciones del sueño, el tabaquismo o las situaciones estresantes. Todos estos factores pueden estar condicionados por la genética.
"Ahora, el análisis del todo el genoma de más medio millón de personas ha identificado dos nuevas variantes genéticas asociadas con los intentos de suicidio. Estas variantes corresponden a un gen codificante para un importante receptor del sistema inmunitario y están situadas en una región de la que aún se desconoce su función", explican desde el Idibell.
"Nos falta todavía información para poder utilizar estos resultados en la práctica clínica, hacerlo, hoy por hoy, podría ser peligroso para los pacientes"
Este trabajo muestra que la variante situada en la región de función desconocida contribuye al componente genético del suicidio, sin estar relacionada con ningún trastorno psiquiátrico. En el mismo, se ha recogido una muestra cinco veces superior a la de estudios previos, con el objetivo de diferenciar las causas genéticas del suicidio de las de los trastornos psiquiátricos y así caracterizar la relación entre suicidio, trastorno psiquiátrico y otros factores de riesgo.
En el estudio, publicado en la revista Biological Psychiatry, han participado el Dr. Fernando Fernández-Aranda y la Dra. Susana Jimenez-Murcia, investigadores principales del Idibell, jefes de la Unidad de Trastornos Alimentarios y de la Unidad de Adicciones Conductuales del Hospital Universitario de Bellvitge respectivamente, miembros del Ciberobn y profesores de la Universidad de Barcelona y también ha contado con el Hospital Universitario Vall d'Hebron.
En palabras del Dr. Fernández-Aranda: "Es muy importante tener en cuenta que desentrañar el riesgo genético actualmente no significa poder predecir el riesgo de suicidio, sería muy prematuro. Nos falta todavía información para poder utilizar estos resultados en la práctica clínica, hacerlo, hoy por hoy, podría ser peligroso para los pacientes".
Entre el 17% y el 55% del riesgo de suicidio tendría una etiología genética, y por tanto, se podría heredar de padres a hijos
Según trabajos previos, entre el 17% y el 55% del riesgo de suicidio tendría una etiología genética, y por tanto, se podría heredar de padres a hijos. Una parte de este porcentaje estaría relacionado con la heredabilidad de trastornos psiquiátricos, pero otra parte desconocida podría estar relacionada con otros factores de riesgo aún por determinar, como ambientales y rasgos de personalidad.
El gran tamaño de la muestra de esta investigación, ha permitido descifrar que la contribución genética de los intentos de suicidio, no relacionada con los trastornos psiquiátricos, sí está asociada a otros factores de riesgo como el insomnio, el tabaquismo o la propensión a tomar riesgos.
"Conocer qué genes están relacionados, y si estos genes también están implicados en otras enfermedades, nos permite ir dibujando paulatinamente el mapa de mecanismos biológicos asociados a los intentos de suicidio. La información que extraigamos de este y estudios futuros nos ayudarán a evaluar su utilidad clínica", concluyen los investigadores.