Una interacción fuera de toda duda. Así califica Antonio López Farré, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el binomio que, a día de hoy, conforman genética y salud. En declaraciones a ConSalud.es, el doctor en Ciencias Biológicas explica que, cada vez, se da más importancia a estos aspectos. "De hecho, ya se hacen estudios genéticos en hospitales sobre cuestiones que tienen que ver con el cáncer o enfermedades cardiovasculares", sostiene.
"Una de las características de la genética es que nos permite conocer si una persona que es sana hoy, tiene alguna probabilidad de no ser tan saludable en el futuro e, incluso, qué tipo de enfermedad puede padecer", revela el especialista en Bioquímica y Biología en una entrevista concedida a este diario.
"Se pueden hacer medidas preventivas cuando un individuo está sano: quizás no se consigue evitar una enfermedad, pero si es posible retrasarla"
Esta situación, continúa López Farré, no se traduce en que por el hecho de tener una alteración genética se vaya a padecer la enfermedad, si bien es cierto que existe una probabilidad mayor. "Se pueden hacer medidas preventivas cuando un individuo está sano: quizás no se consigue evitar una enfermedad, pero si es posible retrasarla", asegura el docente.
En este contexto recuerda que España es el segundo país más longevo del mundo, tan solo superado por Japón, y que las previsiones para 2040 vaticinan que nuestro país ascienda a la primera posición. "Dentro de nuestro país, la Comunidad de Madrid es la región más longeva de Europa y, con total probabilidad, será la primera del mundo", declara el profesor de la UCM.
"El 21% del gasto sanitario en farmacia viene derivado de un mal envejecimiento, por lo que existe un margen de mejora que puede aprovechar la genética"
Uno de los elementos que busca mejorar la aplicación de la genética en el Sistema Nacional de Salud (SNS) es "mejorar la forma de envejecimiento". "El 21% del gasto sanitario en farmacia viene derivado de un mal envejecimiento, por lo que existe un margen de mejora que puede aprovechar la genética", finaliza López Farré.