Un estudio internacional dirigido por el Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario 12 de Octubre y el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) a través de la Unidad de Investigación Clínica de Tumores Hematológicos H12O-CNIO ha conseguido identificar por primera vez la enfermedad mínima residual como un factor que pronostica la supervivencia de pacientes con mieloma múltiple. Además han comprobado que la toma de decisiones con base en este factor puede provocar un impacto positivo en la evolución de la enfermedad.
La enfermedad mínima residual es útil para orientar las decisiones clínicas durante la terapia inicial y tras el diagnóstico del mieloma múltiple
El método para realizar este estudio se ha basado en la revisión de información clínica de 400 pacientes que sufren este tipo de cáncer, todos ellos fueron controlados a través de un seguimiento continuo de la enfermedad mínima residual después de haberse sometido a quimioterapia, trasplante de médula y mantenimiento. En esta investigación, publicada recientemente en la revista Journal of Hematology & Oncology, también han participado el Hospital General Gregorio Marañón de Madrid, el Hospital Virgen de las Nieves de Granada y el Hospital UC San Francisco.
La interrupción o la modificación del protocolo en 67 pacientes, según su carga de enfermedad medible residual, ha demostrado que su media de supervivencia pasó de 62 a 104 meses, frente a los 333 en los que no se actuó.
Las conclusiones que destacan de este estudio tratan sobre la coincidencia entre los resultados de las muestras analizadas entre los pacientes de España y los de Estados Unidos. Por lo tanto, la enfermedad mínima residual es útil para orientar las decisiones clínicas durante la terapia inicial, tras el diagnóstico del mieloma múltiple y abre nuevas perspectivas para enfocar la planificación terapéutica.