En el congreso anual de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), celebrado del 9 al 12 de septiembre en París, se han presentado diversos estudios relacionados con los tumores neuroendocrinos. En dos de ellos, el Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) ha tenido un papel destacado y los resultados avanzan hacia posibles cambios importantes en la práctica clínica.
Los tumores neuroendocrinos son cánceres poco frecuentes que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Existen diferentes tipos, desde los que crecen lentamente hasta los que lo hacen de forma muy rápida, por ello es difícil llevar a cabo estudio y resulta importante el trabajo realizado desde las instituciones académicas.
En el caso de algunos tumores avanzados de tiroides, que son refractarios a los tratamientos convencionales y cuya esperanza de vida es de entre tres y seis meses de vida. Estos pacientes se encuentran actualmente huérfanos de alternativas terapéuticas. La llegada de la inmunoterapia ha supuesto un gran avance en el tratamiento del cáncer, ya que ha logrado dar respuesta en algunos tipos de tumores. A pesar de ello, tratamientos de este tipo basados en la inhibición de PD-L1/PD-1, habían tenido una eficacia limitada cuando se utilizaban en monoterapia en estos pacientes de cáncer de tiroides.
"Hemos podido comprobar que la combinación de estas dos inmunoterapias es tolerable y segura en cáncer de tiroides y que el bloqueo dual muestra una actividad prometedora en pacientes que ya han agotado sus opciones de tratamiento"
“En la investigación preclínica se observó que en la combinación de una inmunoterapia inhibidora de PD-L1 con una de CTLA-4 se potenciaban, con un efecto sinérgico. Esto se vio que era significativamente mejor en los tumores avanzados de tiroides y por eso se planteó la posibilidad de desarrollar un ensayo que valorara esta combinación”, explica el Dr. Jaume Capdevila, investigador del Grupo de Tumores Gastrointestinales y Endocrinos del VHIO, oncólogo médico del Hospital Vall d’Hebron y presidente de GETNE.
Por esta razón se puso en marcha el estudio DUTHY, un ensayo de fase II que se encargó de evaluar la eficacia de la combinación de durvalumab y tremelimumab. Participaron un total de 68 pacientes divididos en tres grupos, dependiendo del tipo de tumor: carcinoma diferenciado, carcinoma medular y cáncer anaplásico. En los dos primeros casos, los pacientes debían haber recibido al menos dos líneas previas de tratamiento, mientras que en los pacientes de cáncer anaplásico no, al tratarse del tipo más agresivo de cáncer de tiroides, sin ningún tipo de tratamiento aprobado hoy en día que mejore su supervivencia.
“Lo que hemos podido observar es que en todos los grupos se conseguía una supervivencia que lograba superar el año. Esto es muy importante si tenemos en cuenta que estamos hablando de pacientes muy pretratados, que no cuentan ahora mismo con ninguna alternativa. Y son especialmente llamativos los resultados observados en cáncer anaplásico de tiroides, que doblan la esperanza en vida”, añade el Dr. Capdevila.
Otro de los puntos destacables del estudio es que a pesar de que los dos últimos grupos englobaban a personas que ya habían recibido al menos dos líneas previas de tratamientos, las cifras de pacientes con cáncer de tiroides anaplásico era de un 33%, mientras que en el medular era de un 15,8% y en el diferenciado de un 8,1%.
“En resumen hemos podido comprobar que la combinación de estas dos inmunoterapias es tolerable y segura en cáncer de tiroides y que el bloqueo dual muestra una actividad prometedora en pacientes que ya han agotado sus opciones de tratamiento. Además se logra prolongar de forma significativa la supervivencia general”, continúa el Dr. Jaume Capdevila.
SEQTOR
El estudio SEQTOR de más de 10 años y promovido por el Grupo Español de Tumores Neuroendocrinos y Endocrinos junto con el VHIO, que fue el centro que más pacientes aportó e impulsó su desarrollo desde la presidencia de GETNE, que ocupa el Dr. Jaume Capdevila, se centró en conocer cuál era la secuencia más adecuada en la cual administrar estos tratamientos.
"Los datos de este estudio pueden suponer un cambio importante en la práctica clínica, ya que, aunque la supervivencia libre de progresión de la enfermedad apenas se ve afectada por el orden de los tratamientos, la tasa de respuesta inicial sí que es muy diferente”
Más concretamente, quisieron evaluar si era más adecuado iniciar el tratamiento en primera línea con una quimioterapia streptozotocina, seguida de everolimus, un inhibidor potente y selectivo de mTOR que evita el crecimiento y la proliferación de las células del tumor, o si bien era más indicado invertir esta secuencia.
“En este caso hemos visto que el uso de la quimioterapia logra hasta triplicar la tasa de respuesta con respecto al uso de everolimus. Esto es algo muy significativo sobre todo en aquellos pacientes en los que el objetivo inicial es reducir el volumen de la enfermedad, bien para conseguir poder hacer una resección del tumor, bien para evitar complicaciones derivadas del tamaño del tumor que puedan poner en peligro su vida. Los datos de este estudio pueden suponer un cambio importante en la práctica clínica, ya que, aunque la supervivencia libre de progresión de la enfermedad apenas se ve afectada por el orden de los tratamientos, la tasa de respuesta inicial sí que es muy diferente”, concluye el Dr. Jaume Capdevila.