Investigadores de la Mayo Clinic han conseguido vincular la disfunción de las células T de la artritis reumatoidecon una deficiencia metabólica tratable. Los resultados, publicados en la revista ‘Nature Immulogy’, permiten establecer una nueva terapia para tratar la inflamación de las articulaciones que causa esta enfermedad autoinmune.
En España más de 200.000 personas padecen artritis reumatoide, una enfermedad que induce la inflamación crónica de las articulaciones y su progresiva destrucción. Esto se produce porque las células de las articulaciones, las sinoviales, producen el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-a) aquel elemento de las citoquinas, las proteínas que controlan el crecimiento y la actividad de las células del sistema inmunitario y sanguíneas, que provocan la inflamación y en algún momento la muerte celular.
"Durante los últimos 25 años, el factor de necrosis tumoral ha sido un objetivo terapéutico importante para tratar las enfermedades autoinmunes y la inflamación de los tejidos", señala Cornelia Weyand, inmunóloga y reumatóloga de Mayo Clinic y autora principal del actual estudio. "La introducción de inhibidores del factor de necrosis tumoral supuso un cambio de paradigma para el tratamiento de la enfermedad inflamatoria. Pero, aunque bloquean la acción del TNF en el sitio del tejido inflamado, no pueden prevenir la producción de citoquinas. Por lo tanto, no pueden tratar la raíz causa de la enfermedad inducida por TNF".
“Estas células T también pueden memorizar sus propios errores y, en pacientes con artritis reumatoide, lideran el ataque contra las articulaciones", dice la Dra. Weyand
La artritis reumatoide no tiene cura, aunque es posible que se consiga la remisión de los síntomas cuando se trata en una fase temprana. Hasta ahora, los principales tratamientos que existen son los medicamentos antiinflamatorios con o sin esteroides que alivian el dolor, reducen la inflamación y que tienen efectos adversos como problemas cardiacos, aumento de peso o diabetes, dependiendo del tipo de antiinflamatorios. También existen agentes biológicos y medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad que pueden retrasar el avance de la enfermedad, aunque también tienen importantes efectos adversos.
La investigación publicada en ‘Natural Immulogy’ se centró en las células T, encargadas de coordinar la respuesta inmunitaria, pero también de permanecer en el cuerpo después de la infección para ayudar al sistema inmunológico a responder más rápidamente en caso de que el invasor regrese. Y su memoria le hace recordar tanto cómo actuar contra otros agentes externos como recordar todo lo que hayan hecho, aunque fueran errores. “Estas células T también pueden memorizar sus propios errores y, en pacientes con artritis reumatoide, lideran el ataque contra las articulaciones", dice la Dra. Weyand.
"En esencia, la hiperproducción de TNF es el resultado de un defecto metabólico", explica el Dr. Weyand
Los investigadores hallaron que las células T son una fuente importante de factor de necrosis tumoral, pero en el caso de las personas con artritis, las células T tienen un defecto en las mitocondrias que podrían ser la causa de su errada respuesta. "Hicimos las observaciones de que las células T de pacientes con artritis reumatoide tienen mitocondrias de bajo rendimiento, y al examinar las células en busca de sus productos mitocondriales, encontramos que las células T de la artritis reumatoide carecen del aminoácido aspartato".
Según descubrieron, el aspartato actúa como mensajero entre las mitocondrias y el retículo endoplásmico. Cuando las mitocondrias disminuyen la comunicación del aspartato con el retículo endoplásmico, ese orgánulo asume que las mitocondrias están bajo estrés. El retículo endoplásmico comienza a expandirse y a producir en exceso proteínas en respuesta, una de las cuales es el factor de necrosis tumoral. "En esencia, la hiperproducción de TNF es el resultado de un defecto metabólico", explica el Dr. Weyand. "Las células T mal nutridas se dedican a la producción de TNF y se convierten en células efectoras proinflamatorias altamente eficientes".
Ante este hallazgo, los investigadores consideran que los tratamientos podrían centrarse en ese fallo metabólico para mejorar el tratamiento y combatir el exceso de TNF. "Esto será de gran importancia para nuestros pacientes porque muchos se vuelven resistentes a los bloqueadores del TNF estándar. De igual importancia es el reconocimiento de que los defectos metabólicos dentro de las células pueden provocar enfermedades", asegura el Dr. Weyand. "Queremos desarrollar estrategias que puedan reparar el defecto mitocondrial, reponer el aspartato y suprimir con éxito la inflamación de los tejidos".