Un año más, laConferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas(CROI, por sus siglas en inglés Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections), considerada la principal reunión científica sobre el VIH/SIDA del mundo, ha puesto sobre la mesa los principales avances en materia científica.
En el encuentro, celebrado del 4 al 7 de marzo en Boston (Estados Unidos), el Grupo de Estudio del SIDA (GeSIDA) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) ha presentado algunos de los resultados de sus últimas investigaciones.
La persistencia de bajos niveles de viremia está fuertemente asociada a fracaso virológico y al desarrollo de SIDA o muerte
Uno de ellos es un estudio que ha puesto de manifiesto que la persistencia de bajos niveles de viremia (en concreto, en aquellos casos con una carga viral que osciló entre 200-499 copias del virus por mililitro de sangre) está fuertemente asociada a fracaso virológico y al desarrollo de SIDA o muerte, pero no con ningún evento serio no relacionado con el SIDA, como pueden ser neoplasias no definitorias de SIDA, enfermedades cardiovasculares, renales y/o hepáticas.
Otro de estos trabajos, realizado en siete centros hospitalarios de la Comunidad de Madrid, Cataluña y La Rioja, ha puesto de manifiesto el escaso impacto que ofrecen estrategias nutricionales dirigidas al intestino de personas con VIH que inician el tratamiento antirretroviral en un estado avanzado de la infección.
En concreto, tras 48 semanas de suplementación dietética con una mezcla simbiótica dirigida a mejorar la microbiota intestinal y la inmunidad de la mucosa, se detectó un claro impacto del tratamiento antirretroviral en los recuentos de células T CD4 o CD8, inflamación, translocación bacteriana o la activación inmune, pero no se observó un claro efecto de la intervención nutricional.
Por último, otra de las investigaciones de GeSIDA en pacientes coinfectados con VIH y VHC (virus de la hepatitis C) que iniciaron terapia anti-VHC entre febrero de 2012 y febrero de 2016 en 14 centros hospitalarios en España ha constatado que la erradicación del VHC en personas también coinfectadas con VIH puede tener, a medio plazo, un efecto negativo al favorecer un incremento del riesgo de padecer un evento cardiovascular así como de ateroesclerosis preclínica.