El cáncer de pulmón es la primera causa de muerte por tumor de España y afecta a más de 20.000 españoles cada año, lo que le convierte en el cuarto cáncer más frecuente del país. Una enfermedad que tiene su origen principalmente en factores como el tabaquismo o la contaminación ambiental, pero cuyo principal problema es el diagnóstico, ya que es un cáncer con una sintomatología difusa que no hace sospechar hasta que se encuentra en fases avanzadas.
Actualmente, según datos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), el 75% de los nuevos tumores de pulmón se detectan en estados avanzados, y en más de la mitad de los casos se encuentra en un estado metastásico tal y como indica por teléfono la Dra. Laura Mezquita, oncóloga del Hospital Clínic de Barcelona y miembro del grupo de trabajo de Cáncer, Trabajo y Medioambiente de la Sociedad Española Oncológica de Médicos (SEOM).
Este retraso en el diagnóstico empeora el pronóstico y en muchos casos hace que el tratamiento quirúrgico y el abordaje terapéutico sean ineficaces ante el estadio avanzado. La mortalidad asociada al cáncer de pulmón actualmente supera el 85% según datos de la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica (Neumomadrid). Esto quiere decir que solo un 15% de los pacientes con esta enfermedad sobrevive.
“Diagnosticarlo antes permite que el tumor esté en un estadio más precoz y se pueda realiza una cirugía más curativa”, destaca la Dra. Mezquita
La detección precoz y los cribados de tomografía computarizada de baja dosis de radiación o TC de baja dosis en personas asintomáticas son esenciales para reducir estas tasas. “Diagnosticarlo antes permite que el tumor esté en un estadio más precoz y se pueda realiza una cirugía más curativa”, destaca la Dra. Mezquita. Sin embargo, en España, donde están cubiertos por la cartera de Servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) los cribados de cáncer de mama, colorrectar y de cuello de útero, el de pulmón todavía está siendo estudiado.
“En el momento actual, no hay indicación de realizar cribado de otros tumores, como el cáncer de pulmón o cáncer de próstata en individuos asintomáticos”, confirma la Dra. Isabel Echavarría, oncóloga médico del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid y secretaria científica de SEOM. Aunque, continúa, “hay estudios recientes que objetivan un descenso en la mortalidad con la realización de cribado de TC de baja dosis en individuos de alto riesgo, por lo que es posible que esto cambie en los próximos años”.
Algunos de estos estudios son: el National Lung Screening Trial (NLST) del Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos; el ensayo clínico europeo Nelson (Nederlands Leuvens Longkanker Screenings Onderzoek), o la cohorte internacional ELCAP (Early Lung Cancer Action Project). Y todos sus hallazgos coinciden en la reducción de la mortalidad por cáncer de pulmón con el cribado.
El estudio Nelson destacó que la mortalidad se reducía en un 26% si se hacía un seguimiento de diez años. El 50% de los cánceres detectados por cribado se encontraban en estadio inicial, de fase I o II
Según los estudios del NLST, el cribado de TC de baja dosis se asocia con una reducción de la mortalidad de al menos el 20% si se realiza durante tres años. El ensayo Nelson confirmó estos datos, y destacó que la mortalidad se reducía en un 26% si se hacía un seguimiento de diez años. El 50% de los cánceres detectados por cribado en el estudio Nelson se encontraban en estadio inicial, de fase I o II, mientras que en el grupo de control de nuevo el 75% de los cánceres detectados se encontraban en estadio avanzado (II y IV). ELCAP todavía sigue en fase de estudio con 20 años de experiencia en cribado y más de 70.000 paricipantes.
En España, según destacó el Dr. Luis M. Seijo, codirector del Departamento de Neumología de la Clínica Universidad de Navarra y miembro del Área de Oncología Torácica de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), durante el 52º Congreso SEPAR 2019, “Desde que el Dr. Zulueta implantó estos protocolos por primera vez en España se han incluido más de 3.500 pacientes en cribado, en los que se han detectado 84 cánceres de pulmón, la mayoría de ellos en el estadio más temprano posible (estadio I)”.
Y según un informe de AstraZeneca y Health Policy Partnership, ‘Screening en cáncer de pulmón: El coste de la inacción’, las posibilidades de supervivencia de pacientes diagnosticados en Estadio I están entre un 68 y un 92%, frente a menos del 10% cuando se diagnostican en Estadio IV. A raíz de estos datos el Ministerio de Sanidad anunció el pasado septiembre que estudia la factibilidad de poner en marcha programas de cribado en cáncer de pulmón. "La detección precoz es una de las principales líneas de la estrategia para afrontar el cáncer", señaló en ese momento la ministra de Sanidad, Carolina Darias, para quien "este desafío necesita de todas las capacidades del Sistema Nacional de Salud".