Un grupo de investigación multidisciplinar formado por investigadores de la Universidad de Extremadura (UEX), Universidad de Málaga, Universidad Complutense de Madrid (UCM), Universidade da Coruña y la Universidad de Castilla la Mancha ha llevado a cabo un estudio para valorar la calidad de vida de los pacientes que sufren una enfermedad renal crónica (ERC) teniendo en cuenta el estado de salud del pie.
Los pacientes con ERC, conjunto de enfermedades heterogéneas que afectan a la estructura y función del riñón, presentan un cuadro clínico que repercute en sus miembros inferiores. Debilidad muscular, prurito, entumecimiento, pinchazos, calambres musculares, edemas en pies y tobillos y dolores son algunos de los síntomas que sufren esta población debido al exceso de líquidos, a un exceso de potasio en sangre, a la anemia o la sequedad de piel que acompañan a esta enfermedad.
La investigación llevada a cabo en 101 pacientes de clínicas de diálisis de las ciudades de Plasencia, Coria y Badajoz ha revelado que la población con enfermedad renal crónica tiene problemas en los pies que afecta negativamente a su calidad de vida.
Dolor, dificultad para calzarse, úlceras o calambres son algunos de esos problemas
“Tienen más dolor, mayor dificultad a la hora de calzarse y problemas en la elección de los zapatos, lo que repercute en la funcionalidad del pie que se ve disminuida”, ha indicado Patricia Palomo, investigadora del Centro Universitario de Plasencia. Las patologías sufridas por estos pacientes repercuten en la incapacidad para realizar actividad física, la falta de energía y el cansancio, según han explicado los investigadores.
El estudio también revela diferencias entre los sexos. Según han señalado Ricardo Becerro de Bengoa Vallejo y César Calvo Lobo, profesores e investigadores de la Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología de la UCM, la calidad de vida de las mujeres con ERC “parece verse más deteriorada con respecto a los hombres que sufren esta patología crónica”.
Con las conclusiones halladas, los investigadores recomiendan conocer el estado del pie en estas personas y los cuidados que se toman. “Es fundamental establecer estrategias de promoción y prevención de la salud podiátrica que mejoren la calidad de vida de estos pacientes”, concluye Palomo.