La exposición al amianto o asbesto es el principal causante del mesotelioma maligno, un cáncer agresivo que se da sobre todo en los tejidos que recubren los pulmones (pleura) y las vísceras abdominales (peritoneo). Aunque esto se conoce desde hace muchos años, lo cierto es que las alteraciones moleculares que causan el mesotelioma continúan siendo unas grandes desconocidas, por lo que las opciones de tratamiento son muy escasas.
Una situación que ha cambiado como consecuencia del hallazgo efectuado por los investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) en relación a los procesos moleculares clave que en este cáncer. A través de sus investigaciones han conseguido averiguar que la combinación de dos fármacos ya existentes podría ser eficaz contra el tipo más agresivo de mesotelioma. Se trata de compuestos que se encuentran en fase de ensayo para otros tumores por lo que se aceleraría el estudio de su actividad en el mesotelioma.
Los autores del trabajo, liderado por Paco Real, jefe del Grupo de Carcinogénesis Epitelial del CNIO y Miriam Marqués, investigadora del mismo grupo, proponen utilizar marcadores moleculares que podrían predecir la respuesta al tratamiento y poder seleccionar de mejor forma a los pacientes con mesotelioma.
“El resultado es relevante porque el mesotelioma es un cáncer poco estudiado, con mal pronóstico y contra el que no hay terapias dirigidas. Nosotros aportamos evidencias, en ratón y en líneas celulares humanas, de la posible eficacia de dos compuestos ya conocidos. Ahora nos gustaría iniciar ensayos en humanos cuanto antes”, explica Real.
La supervivencia media de los pacientes con mesoteliomasarcomatoide que reciben los tratamientos disponibles actualmente es de entre 14 y 18 meses
En el caso de España se atribuye al mesotelioma la muerte de cinco personas por cada millón de habitantes. Una cifra que se espera aumente en los próximos años al igual que en el resto de Europa. El motivo reside en que este tumor reconocido como enfermedad profesional aparece varias décadas después de la exposición al amianto. Este materia fue bastante utilizado en España en los años setenta y hasta su prohibición en 2001.
A pesar de este avance el mesotelioma continúa siendo un cáncer poco frecuente por lo que es difícil de estudiar en profundidad. El más agresivo de los mesoteliomas, que representa alrededor de una cuarta parte de los casos, es el de tipo sarcomatoide. La supervivencia media de los pacientes con mesoteliomasarcomatoide que reciben los tratamientos disponibles actualmente es de entre 14 y 18 meses. Precisamente en este tumor se centra el trabajo que publica ahora el Grupo de Carcinogénesis Epitelial del CNIO.
UN HALLAZGO INESPERADO
El resultado arrojado por esta investigación ha sido del todo inesperado. Los investigadores trabajaban en la generación de ratones que desarrollaran cáncer de vejiga. Para ello intervinieron sobre dos conocidos genes supresores de tumores, Pten y Trp53. Para su sorpresa, sin embargo, los animales no desarrollaron cáncer de vejiga, sino mesoteliomasarcomatoide muy agresivo (los autores creen que es posible que simplemente no hubiera tiempo para la aparición de tumores en la vejiga, dado el rápido desarrollo de mesoteliomas agresivos).
Buscando la causa molecular de esta agresividad, los autores hallaron una sobreactivación de las rutas de las proteínas MEK/ERK y PI3K a través de mecanismos novedosos que implican a una proteína de la familia de las GPCR. El bloqueo de estas rutas con fármacos inhibidores de MEK y PI3Kbeta logró, en efecto, reducir la proliferación y la capacidad invasiva de las células del mesotelioma en los ratones.
El paso siguiente fue buscar fármacos contra esas proteínas que estuvieran siendo ensayados ya en pacientes. Los encontraron: se trata de los compuestos Selumetinib y AZD8186, que inhiben las quinasas MEK y PI3Kbeta, respectivamente.
“Primero identificamos moléculas que están alteradas en el mesoteliomasarcomatoide en ratones; después comprobamos que las proteínas también están alteradas en mesoteliomassarcomatoides humanos, y hallamos una combinación de fármacos efectiva en ratones y en líneas celulares humanas. Seleccionamos fármacos que ya están en ensayo clínico para otros tumores, porque su toxicidad ya se conoce y eso facilita el que puedan hacerse ensayos clínicos”, resume Real.
El estudio ha sido financiado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades del Gobierno de España, el Instituto de Salud Carlos III, el Fondo Europeo de Desarrollo Regional y el InstitutNational de la Santé et de la RechercheMédicale (Francia).