El nicho neurogénico subventricular es una región del cerebro en la que células tumorales se pueden esconder de los tratamientos de quimioterapia y volver a aparecer más tarde, por lo que se originan recaídas en pacientes con leucemia linfoblástica aguda (LLA) infantil y la inhibición de la formación de nuevas neuronas, según demuestra una investigación liderada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
A pesar de que en las últimas décadas las tasas de supervivencia en la LLA infantil han mejorado, apuntan que entre un 10 y un 15 % de los pacientes recaen. Un tercio de estas recaídas se debe a los “escondites” que encuentran las células tumorales en el Sistema Nervioso Central (SNC).
Ángeles Vicente, directora del grupo de investigación Células Madre, Inmunidad y Cáncer de la UCM, señala: “El nicho neurogénico subventricular, que representa uno de los pocos lugares del cerebro en los que se generan nuevas neuronas a lo largo de la vida, constituiría un nuevo santuario para las células leucémicas”.
El nicho neurogénico subventricular es una de las pocas zonas cerebrales donde se mantiene la generación de nuevas neuronas (neurogénesis). Como consecuencia de su colonización por las células leucémicas y la inducción de un ambiente inflamatorio en el mismo, se produce una alteración de dicha capacidad.
En el trabajo, publicado en la revista Haematologica, han utilizado un modelo animal xenogénico, ratones inmunodeficientes a los que se les ha trasplantado células leucémicas humanas de LLA infantil, que recrea la enfermedad. En estudios realizados anteriormente por el mismo grupo ya identificaron otra zona del SNC en la que estas células esquivaban los tratamientos, el estroma del plexo coroideo.
Una parte de las recaídas de los pacientes con leucemia linfoblástica aguda infantil se debe a que las células leucémicas consiguen sobrevivir a los tratamientos, ocultándose en zonas del Sistema Nervioso Central
Este trabajo muestra que aunque la mayor parte de las neuronas son generadas antes del nacimiento, nuevas células se generan continuamente en áreas concretas del cerebro desde las que migran a diversas regiones de la corteza prefrontal, fundamentalmente en los primeros años de vida.
“Por tanto, alteraciones en la formación de estas neuronas y en su posterior incorporación a los circuitos neuronales del cerebro en desarrollo podrían ser responsables en parte de las alteraciones cognitivas, sensoriales y motoras observadas en los supervivientes de LLA, y atribuidas hasta el momento exclusivamente a los efectos secundarios de la quimioterapia”, resalta la primera firmante del trabajo e investigadora de la UCM, Lidia M Fernández-Sevilla.
Para poder realizar este estudio, tuvieron que utilizar técnicas histológicas y de citometría de flujo para localizar las células leucémicas en la zona del nicho neurogénico subventricular, "así como para el posterior análisis de las poblaciones celulares del nicho. En paralelo, se han llevado a cabo ensayos in vitro para analizar los efectos de la leucemia sobre los precursores neurales", apuntan desde la universidad.
Además de la UCM, en el estudio participan la Universitat de València, el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús y el Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.