Un término tan escuchado y popularizado, como rodeado de tabúes. El desconocimiento, así como los efectos negativos asociados al cannabis como droga recreativa, son algunas de las razones que explican la estigmatización en torno al cannabis medicinal.
El catedrático emérito de la Universidad Complutense de Madrid, el Dr. José Antonio Ramos Atance, atiende a ConSalud TV para romper los mitos asociados al cannabis medicinal, “un conjunto de sustancias que están siendo utilizadas como estrategia terapéutica para curar los síntomas de determinadas enfermedades”.
Espasticidad muscular, algunas epilepsias infantiles, dolor crónico o neuropático o las náuseas provocadas por la quimioterapia, son algunos de los síntomas que se solucionan o alivian gracias al cannabis medicinal.
Además, hay otros ámbitos en los que ya se han obtenido resultados prometedores en laboratorio y que continúan investigándose. Es el caso de determinadas enfermedades neurodegenerativas o patologías cutáneas oncológicas.
A diferencia de lo que puede estar arraigado en el imaginario colectivo, se trata de beneficios que gozan de evidencia científica contrastada y así lo explica el Dr. Ramos: “Los resultados obtenidos con valoración clínica se basan en experimentos realizados en laboratorio y, posteriormente, validados en ensayos clínicos”.
“Estos efectos negativos son los que estigmatizaron la investigación que venimos realizando desde hace años sobre las propiedades terapéuticas de los cannabinoides”
Con todo, aún hay cierta reticencia a su legalización y uso. Y esto se debe, principalmente, al estigma asociado y la propia palabra “cannabis” que se relaciona con la droga recreativa. En este sentido, el Dr. Ramos insiste en que el cannabis tiene dos sustancias que son “radicalmente diferentes” entre sí: el CBD y el THC. El segundo compuesto, a diferencia del primero, tiene características psicoactivas que pueden provocar efectos negativos tras su consumo.
“Estos efectos negativos son los que estigmatizaron la investigación que venimos realizando desde hace años sobre las propiedades terapéuticas de los cannabinoides”. En la otra cara de la moneda está el CBD, un compuesto con capacidades terapéuticas que no tiene dichas consecuencias perjudiciales, sino todo lo contrario.
A juicio del profesor, el camino a seguir para arrojar luz sobre el cannabis medicinal es, entre otras cuestiones, la investigación. Todo ello, con el objetivo de “desestigmatizar” esta sustancia que, si es prescrita por profesionales y expertos, tiene beneficios para la salud de la población, al igual que tantos otros fármacos y compuestos químicos que usamos a diario y que no han sido objeto de debate.