El cáncer de endometrio es el sexto tumor con mayor frecuencia en mujeres, y el segundo en mortalidad tras el de ovario, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). En 2020 en Europa se diagnosticaron 130.000 nuevos casos que se dan especialmente tras la menopausia y en mujeres con obesidad. Con todo, existe una gran variedad de factores de riesgo que no siempre se han tenido en cuenta a la hora de cribar, vigilar y hacer seguimiento a la población más vulnerable.
Aproximadamente el 20% de los casos se diagnostican en fase avanzada o metastásica, por lo que es importante conocer los mayores riesgos y los síntomas. La SEOM señala como factores asociados la exposición excesiva a estrógenos, la edad, antecedentes familiares o mutaciones genéticas, el síndrome de Lynch, el síndrome de Cowden, la alimentación, la infertilidad, menarquía precoz y menopausia tardía, la etnia. La Sociedad Americana del Cáncer señala también la diabetes, la hipertensión arterial, e incide en la importancia de realizar cada año biopsias endometriales a partir de los 35 años a las mujeres con mutación HNPCC. En Estados Unidos es la neoplasia maligna ginecológica más frecuente.
Se identificó un 2,5% de las mujeres con más del 20% de riesgo acumulativo entre los 40 y 85 años
Con todo, los modelos no siempre evalúan a estas pacientes que tienen estos factores de riesgo. En este sentido, investigadores del Brigham and Women's Hospital, la Escuela de Medicina de Harvard y la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, afiliados a la Universidad de Harvard, han desarrollado un modelo predictivo para identificar a las personas de alto riesgo que se beneficiarían de las pruebas de detección. "Dada la creciente incidencia y tasa de mortalidad del cáncer de endometrio, la detección de la población para identificar a las mujeres de alto riesgo es una estrategia de salud pública atractiva", señala la primera autora Joy Shi, del Departamento de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública de Harvard.
MEJORAS EN LOS FACTORES EPIDEMIOLÓGICOS
El equipo, formado por un consorcio internacional, creó un nuevo modelo de predicción de riesgo centrado en factores genéticos, antecedentes de diabetes, de hipertensión, de uso de terapia hormonal y de educación, que, señalan los investigadores, muchas veces son olvidados en la práctica clínica. Los resultados publicados en la ‘Journal of the National Cancer Institute’ reflejan el seguimiento durante 10 años de los pacientes para determinar la probabilidad y el riesgo de desarrollar este tumor en distintas pacientes.
Los datos se tomaron de registros con datos de enfermeras con edades comprendidas entre 30 y 55 años (NHS son las siglas en ingles del registro), enfermeras de entre 25 y 42 años (NHSII) y mujeres de entre 55 y 74 años provenientes de las herramientas de cribado de cáncer de próstata, pulmón, colorrectal y ovárico. "NHS, NHSII y PLCO son cohortes con conjuntos de datos excepcionalmente ricos, con datos sobre decenas de miles de participantes durante décadas de seguimiento", dijo la autora principal Immaculata De Vivo, profesora de Medicina en BWH y HMS. "También hay datos genéticos disponibles para muchos de estos participantes del estudio, lo que nos permitió investigar las contribuciones potenciales de los factores genéticos para predecir el riesgo de cáncer de endometrio".
La investigación recogió que las mujeres de 45 a 85 años tenían un riesgo de 5,4%, con un perceptil que podría aumentar hasta un 15%. El modelo de riesgo se probó con población más mactual y se identificó un 2,5% de las mujeres con más del 20% de riesgo acumulativo entre los 40 y 85 años. Ante estos datos, los investigadores sugieren una actualización de la detección de este tumor que tiene una mortalidad de 3,6 casos por 100.000 mujeres al año en España y que matan a unas 13 mil mujeres cada año en Estados Unidos.