La aplicación de las tecnologías de impresión en tres dimensiones en el campo de la cirugía ortopédica y traumatológica es una realidad en el Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza (Hums). Los especialistas pueden imprimir biorréplicas de músculos o huesos de pacientes para practicar en ellas cirugías virtuales individualizadas que les permitan posteriormente llevar a cabo la intervención de forma más segura y eficaz.
Las biorréplicas son impresiones tridimensionales de segmentos corporales de un paciente obtenidos de imágenes radiológicas. A partir de un TAC se puede realizar una impresión en tamaño real de una articulación o de un hueso fracturado y practicar una cirugía virtual adelantando la aparición de posibles complicaciones y reduciendo el tiempo de la operación real.
Los expertos decidieron entonces crear la bioréplica de la rodilla, operar primero en ella barajando múltiples opciones y luego aplicar en el terreno real la estrategia programada más adecuada
El jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hums, el doctor Carlos Martín Hernández, explica que ya se ha aplicado esta tecnología en varios casos quirúrgicos. "La unidad de rodilla, dirigida por el doctor Fernando Martínez-Delgado tenía una paciente operada varias veces de ligamentos de la rodilla y tenía tantos orificios que era preciso diseñar una guía para esquivarlos e ir a territorio sano", ha comentado el especialista.
Los expertos decidieron entonces crear la bioréplica de la rodilla, operar primero en ella barajando múltiples opciones y luego aplicar en el terreno real la estrategia programada más adecuada. De esa manera, actuaban sobre un trayecto seguro, reducían riesgos y acortaban el tiempo de la intervención.
Otra biorréplica se utilizó para una operación de cadera en el Hospital Clínico Lozano Blesa, en colaboración con los doctores Jorge Albareda Albareda y Jesús Gómez Vallejo. "Debían operar de cadera a una paciente de talla muy baja y no sabían si la prótesis que necesitaban iba a caber en el hueso de la mujer. Con un escáner de la paciente, imprimimos en 3D la cadera, luego ellos hicieron la cirugía sobre la biorréplica, comprobaron que la intervención era factible y adaptaron la técnica a la morfología de la paciente, lo que permitió una cirugía más rápida y segura", ha comentado el doctor Martín.
Traumatólogos, rehabilitadores y neuropediatras trabajan en valorar tratamientos o resultados de intervenciones a través de la evaluación del movimiento de los pacientes
Para el traumatólogo, esta línea de investigación aporta un potencial enorme en este ámbito. "Nos permite imprimir en tres dimensiones inmovilizaciones que pueden sustituir a los yesos clásicos, más ligeras y cómodas, o diseñar elementos de ayuda a la cirugía hechos a medida del paciente". No obstante, dado el volumen de trabajo del Servet, este tipo de tecnologías se reservarán para casos de gran complejidad en los que su aplicación aporte una evidente ventaja al paciente en cuanto a la seguridad de la intervención.
La impresión en tres dimensiones es solo una parte de la amplia línea de investigación que lleva a cabo el grupo emergente dirigido por los doctores Antonio Laclériga Giménez y Adrián Roche Albero, y constituido por traumatólogos, rehabilitadores y anestesistas en el seno del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón y en colaboración con Podoactiva.
El tercer campo de estudio, liderado por la doctora Victoria Gómez Palacio, se centra en niños con parálisis cerebral. Traumatólogos, rehabilitadores y neuropediatras trabajan en valorar tratamientos o resultados de intervenciones a través de la evaluación del movimiento de los pacientes.