En el año 2021 podrían haberse diagnosticado en España un total de 8.446 casos de neoplasias mieloides. Estas estimaciones están recogidas en un trabajo de la Red Española de Registros del Cáncer (REDECAN) y el CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP). En él se presenta el primer análisis poblacional exhaustivo de la incidencia de estos cánceres en España. En el estudio han participado también el Grupo de Investigación en Estadística, Econometría y Salud (GRECS) de la Universidad de Girona, la Unidad de Epidemiología y Registro de Cáncer de Girona y el Instituto de Investigación contra la LeucemiaJosep Carreras.
Las neoplasias mieloides consisten en un conjunto de de cánceres hematológicos caracterizados por la proliferación excesiva, la autorrenovación o la diferenciación alterada en las células madre hematopoyéticas (las células madre de las que se derivan los distintos tipos de células sanguíneas) o las progenitoras mieloides (precursoras de eritrocitos, granulocitos, monocitos y plaquetas). Este tipo de cánceres se clasifican en cuatro grandes categorías: las neoplasias mieloproliferativas (NMP), los síndromes mielodisplásicos (SMD), la leucemia mieloide aguda (LMA), y síndromes de superposición deSMD/NMP.
El estudio analizó la incidencia de las neoplasias mieloides durante 2002 hasta 2013, incluyendo un total 17.522 casos de este tipo de neoplasias.
“Se trata de un grupo de enfermedades con una etiología, presentación clínica y pronóstico muy heterogéneos, por lo que es indispensable proporcionar datos epidemiológicos detallados por subtipo histológico. Sin embargo, esto no es siempre factible en estudios regionales, dado que varios subtipos son muy poco incidentes.Por ello, los proyectos colaborativos de registros de cáncer a gran escala otorgan la oportunidad de llevar a cabo este tipo de análisis”, explican Marta Solans y Rafael Marcos-Gragera, investigadores del grupo de Epidemiología Descriptiva, Genética y Prevención del Cáncer del Instituto de Investigación Biomédica de Girona (IDIBGI), ICO Girona, del Grupo de Investigación en Estadística, Econometría y Salud (GRECS), de la Universidad de Girona y CIBERESP,y dos de los coordinadores de este trabajo.
El estudio analizó la incidencia de las neoplasias mieloides durante 2002 hasta 2013 a partir de los datos de 13 registros de cáncer españoles, cinco de ellos coordinados por investigadores del CIBERESP, incluyendo un total 17.522 casos de este tipo de neoplasias. Los registros analizados, integrados en REDECAN, cubrirían aproximadamente un 26% de la población española.
Los resultados mostraron que las neoplasias mieloides supusieron un 30,81% del total de los casos de cánceres hematológicos diagnosticados en España. De ellos, el 33,5% se correspondieron a NMP; el 29,8%, a SMD; el 25,7% a LMA; el 5,2% a SMD/NMP; el 2,3% a leucemia aguda de linaje ambiguo y el 3,6% restante se correspondió con casos inespecíficos.
En los grandes subgrupos, las tasas de incidencia ajustada por edad (expresadas por 100.000 habitantes) fueron 5,14 para las neoplasias mieloproliferativas (NMP), 4,71 para los síndromes mielodisplásicos (SMD), 3,91 para la leucemia mieloide aguda (LMA), 0,83 para las SMD/NMP, 0,35 para casos de leucemia aguda de linaje ambiguo y 0,58 para casos inespecíficos.
Además confirma la mayor prevalencia de las neoplasias mieloides en hombres (55,1% de los diagnósticos) y el incremento de la incidencia por la edad, que se encuentra actualmente en una media de 73 años.
Este trabajo tiene la base en la clasificación de neoplasias hematológicas malignas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicada por primera vez en 2001 y actualizada posteriormente en 2008 y 2016.
“Aunque se desconoce el alcance total del impacto de la situación sanitaria generada por la covid-19, se espera que los retrasos en el diagnóstico del cáncer provoquen una disminución a corto plazo de los casos"
El estudio también proporciona proyecciones de la incidencia para 2021, que se estiman un total de 8446 nuevoscasos, aunque estos datos deben interpretarse con cautela dadas las limitaciones metodológicas, los cambios de clasificación que se dieron en 2016 y el contexto actual de pandemia.
Los investigadores explican que “aunque se desconoce el alcance total del impacto de la situación sanitaria generada por lacovid-19, se espera que los retrasos en el diagnóstico del cáncer provoquen una disminución a corto plazo de los casos, seguida de un aumento de la incidencia de diagnósticos en estadios avanzados”.
“Los resultados obtenidos son de gran interés para los especialistas en salud pública, de cara a evaluar el coste, el manejo y los nuevos tratamientos para estas patologías, y para dar cuenta de la brecha entre los casos esperados y los observados después de la pandemia”, concluyen.