La memoria, eso es lo que los pacientes con enfermedad de Alzheimer dicen que más notan que les falla cuando comienza la enfermedad. Dejan de tener la misma capacidad para retener la información, para organizarse, para acordarse de lo que hicieron el día anterior, o de lo que estaban hablando hace escasos minutos. Un estudio ha dado con la clave de que se produzca esta situación: la parte del cuerpo mamilar, en el hipotálamo, es la más susceptible a la neurodegeneración, lo que conduce a los problemas que sufren estos pacientes.
El alzhéimer es una de las grandes pandemias que asolan el mundo. Cada año se diagnostican casi 10 millones de casos nuevos de esta patología neurodegenerativa, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es el tipo de demencia más común, que representa entre el 60 y 70% de los 55 millones de casos de demencia, y la séptima causa de defunción en el mundo.
“Es realmente fundamental comprender qué circuitos y regiones muestran disfunción neuronal al principio de la enfermedad. Esto, a su vez, facilitará el desarrollo de terapias efectivas”
Su impacto en el sistema sanitario tanto presente como futuro, asociado al aumento de casos que año tras año se produce, han movilizado a los investigadores para encontrar la mejor forma de abordar esta patología y conocerla. Y en este sentido, el foco se ha puesto en el cuerpo mamilar con una última investigación realizada por el Massachusetts Institute of Technology ‘MIT’.
NEURONAS ‘HIPERACTIVAS’ EN ALZHÉIMER
Dentro de la compleja estructura cerebral, existe un grupo de neuronas conocidas como el cuerpo mamilar. Un conjunto de neuronas de pequeño tamaño en el hipotálamo que parece que presenta mayor acumulación de la beta amiloide asociada a la neurodegeneración. Este órgano no es desconocido, se ha asociado muchas veces con el síndrome de Wernicke-Korsakoff, un trastorno cerebral grave producido por la deficiencia de tiamina y que se caracteriza por confusión mental, desorientación o dificultad para crear nuevos recuerdos
En los últimos años los cuerpos mamilares se han relacionado también con esquizofrenia y con alzhéimer. En 2019, un primer estudio del MIT en ratones evidenció que la acumulación de placas de proteína amiloide empieza en la región profunda del cuerpo mamilar antes de abrirse paso a lo largo de circuitos cerebrales específicos y llegar al hipocampo. “Es realmente fundamental comprender qué circuitos y regiones muestran disfunción neuronal al principio de la enfermedad. Esto, a su vez, facilitará el desarrollo de terapias efectivas”, explicaba entonces el coautor del estudio, Li- Huei Tsai, Profesor Picower de Neurociencia y director del Instituto Picower.
Cuando trataron en los ratones esta hiperactividad neuronal con fármacos para la epilepsia, el rendimiento de la memoria mejoró significativa
Cuatro años después, parte de ese primer equipo investigador ha publicado en ‘Science Translational Medicine’ nuevos resultados en los que observaron que parte del cuerpo mamilar reacciona de forma “desproporcionada” y acumula más placa amiloide, y hallaron una forma de tratarlo. Para ello los investigadores secuenciaron el ARN de una célula e identificaron dos poblaciones de neuronas: el cuerpo mamilar medial y el cuerpo mamilar lateral. Los investigadores descubrieron que las neuronas laterales eran más hiperactivas durante el envejecimiento y más susceptibles a la neurodegeneración.
“Creemos que la hiperactividad está relacionada con la disfunción en los circuitos de la memoria y con una progresión celular que podría conducir a la muerte neuronal”, explica Mitchell Murdock, uno de los autores principales del artículo y estudiante de graduados del MIT, en nota de prensa. Cuando trataron en los ratones esta hiperactividad neuronal con fármacos para la epilepsia, el rendimiento de la memoria mejoró significativa.
¿Y en humanos? El estudio refleja que esta realidad que viven los ratones con alzhéimer se repite en los humanos. Encontraron hiperactividad en los cuerpos mamilares laterales de pacientes con esta patología y también en ellos niveles más altos de neurodegeneración. “Todos estos hallazgos sugieren que el cuerpo mamilar podría ser un buen objetivo para posibles fármacos que podrían retrasar la progresión de la enfermedad de Alzheimer”, concluyen los investigadores.