Los problemas renales son un grupo de patologías que abarcan la insuficiencia renal, trasplantes de riñón o la enfermedad renal crónica, entre otros. Problemas de salud que tienen un importante impacto en los pacientes y que en verano se convierte en todo un desafío. Mantenerse correctamente hidratados, evitar la exposición al calor, contar con la medicación y no perder la continuidad terapéutica son los retos a los que pacientes y profesionales sanitarios se enfrentan.
El verano, con importante aumento de las temperaturas y menor presencia de profesionales sanitarios por las vacaciones, supone para auqellos en procesos crónicos un mayor riesgo de empeoramiento. Pacientes como los respiratorios, que ven disminuido sus riesgos de infección, sufren sin embargo problemas por el calor; las personas con afectación renal, que son en su mayoría “mayores y multipatológicos”, como señala a ConSalud.es Ana Martín, responsable de Cohesión Asociativa de la Federación Nacional ALCER (Asociaciones de Lucha Contra las Enfermedades Renales), tienen que llevar a cabo “bastantes cuidados”.
Desde la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.), los nefrólogos recuerdan que es importante hidratarse bien, mantener una correcta alimentación evitando productos procesados y hábitos saludables como ejercicio físico, hacer acopio de medicación y protegerse del sol. En un decálogo publicado por la sociedad científica, se llama a evitar el tabaco siempre y a comer fruta y verduras, combinadas con pan, pasta y arroces, tomando siempre más pescado que carne, alternándolos con huevos y legumbres, y consumir aceite de oliva para cuidar a los riñones.
Dra. Patricia de Sequera: “Los pacientes renales son el tipo de paciente crónico más complejo"
En el caso concreto de las personas con enfermedad de riñón, ellas necesitan un correcto nivel de hidratación para el buen funcionamiento renal, pero en las personas en diálisis, que no pueden tomar líquidos, este proceso es más complicado. Además, tienen que prestar más atención a otros elementos como la exposición al sol. “Aquellos con trasplante de riñón son más propensos a desarrollar cáncer de piel debido a la medicación que toman y han de llevar una adecuada protección solar”, indica Martín.
“Los pacientes renales son el tipo de paciente crónico más complejo, y es importante que tengan muy presente todo eso para no sufrir complicaciones”, destaca la Dra. Patricia de Sequera, presidenta de la S.E.N. A los problemas directos del verano se suman los derivados de los viajes por vacaciones de estos pacientes. Como destaca la Dra. De Sequera, si se va al extranjero tienen que ir con sus medicamentos y a nivel nacional, las personas en hemodiálisis han de tener en cuenta la falta de plazas en hospitales y centros de diálisis para la continuación terapéutica. “Cuando los pacientes se quieren ir de vacaciones no pueden ir a cualquier sitio ni en cualquier momento y esto supone un importante problema”, incide la Dra. De Sequera.
FALTAN PLAZAS DE HEMODIÁLISIS
Se estima que para conseguir que un paciente continúe su tratamiento de hemodiálisis en su lugar de vacaciones dentro de España y en un lugar turístico, tiene que organizarse con medio año de antelación. En los últimos años, la Federación Nacional de Asociaciones ALCER (Asociaciones de Lucha Contra las Enfermedades Renales) ha puesto en marcha distintas iniciativas para que los pacientes puedan dializarse en verano. En 2016, la puesta en marcha de este programa obtuvo un “éxito considerable”, aunque se encontraron con barreras en distintos puntos de la geografía España repartidos principalmente en Aragón, Navarra y Castilla-La Mancha, cuyos sistemas sanitarios no garantizaron entonces los tratamientos a los pacientes, y estos tuvieron que desistir de sus vacaciones.
Profesionales y pacientes denuncian las escasas plazas de hemodiálisis y de profesionales sanitarios que no permiten abrir turnos vacacionales
“Si no tienes plaza de diálisis en la Comunidad Autónoma en la que te vas de vacaciones no te puedes ir”, recuerda Ana Martín. En España hay unas regiones mucho más turísticas que otras en las que se llegan a duplicar y triplicar la población. Estas áreas de “difícil cobertura sanitaria” suponen un mayor problema para que los afectados reciban su tratamiento. “En estas regiones los pacientes tienen que organizar sus vacaciones con seis meses de adelanto, como poco”, indica la Dra. De Sequera. “Si de normal ya es difícil organizar las vacaciones con la pareja, los hijos y el trabajo, estas personas añaden también la conciliación con el centro de diálisis”.
“Debería haber más equidad en algunas Comunidades Autónomas, en las que a veces cuesta encontrar plazas y transporte sanitario, pongo como ejemplo la Comunidad Valenciana”, añade Iluminada Martín-Crespo, presidenta de ALCER Madrid. Durante la Covid-19 esta situación supuso un importante problema, los pacientes renales no se pudieron ir de vacaciones por la falta de plazas, “a las que ahora se suma la falta de profesionales sanitarios en los centros de diálisis”, indica la presidenta de la S.E.N. “Sería importante también fomentar la diálisis domiciliaria, contratar personal para abrir turnos de verano en centros concertados, contar con transporte sanitario en tocas las Comunidades autónomas, que haya equidad y que se simplifique la burocracia”, manifiesta Martínez-Crespo.
“Es necesario tomar medidas para asegurar las vacaciones a estos pacientes", reivindican afectados y profesionales ante un grupo de patologías en las que solo la enfermedad renal crónica afecta a 7 millones de españoles, según datos de la S.E.N."Y no son solo las personas enfermas, sino también sus familiares y cuidadores. El ocio es necesario para todos, permite una mejor calidad de vida de pacientes y cuidadores”, concluye Martín.