El papel del paciente cada vez va cobrando más relevancia en el ámbito sanitario, de modo que las decisiones se toman en base a lo que es mejor para ellos. En este contexto, un grupo de investigadores ha publicado un informe que señala la importancia de incorporar la voz del paciente en la evaluación de tecnologías sanitarias.
Los pacientes, el sistema sanitario y el conjunto de la sociedad se ven afectados por la decisión de adoptar o no una nueva tecnología sanitaria, además de por el proceso mediante el cual se toma dicha decisión. Así, en el documento técnico se sugiere que la perspectiva del paciente es fundamental para tomar decisiones sobre el valor de las nuevas tecnologías. Sin embargo, a esta perspectiva no se le ha dado siempre el mismo peso que a los aspectos clínicos y económicos en la evaluación de tecnologías sanitarias (ETS).
Las tecnologías sanitarias, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), son los dispositivos, medicamentos, vacunas e incluso procedimientos que solucionan problemas sanitarios. A su vez, la evaluación de tecnologías sanitarias es el proceso sistemático de valoración de sus propiedades, efectos e impacto para ayudar a los decisores a formular las políticas que favorecen la adopción de medidas costo-afectivas.
La incorporación de perspectivas y formas de evidencia, que tal vez no se hayan considerado desde una perspectiva más estrecha del sistema de salud, puede mejorar la cantidad y calidad de la evidencia
Actualmente, numerosos países han dado ya el paso de incluir directamente la voz de los pacientes y de la sociedad civil en los comités que realizan las evaluaciones de tecnologías sanitarias una vez reconocida la importancia de estas dimensiones. En España, esto se articula desde el año 2012 a través de los IPTs o Informes de Posicionamiento Terapéutico. Estos son enviados por la Agencia Española del Medicamento en forma de borrador a las asociaciones de pacientes, con el objetivo de que puedan aportar sus comentarios.
El estudio mostró numerosos beneficios potenciales en la inclusión de la perspectiva del paciente en la ETS. Por un lado, la incorporación de perspectivas y formas de evidencia, que tal vez no se hayan considerado desde una perspectiva más estrecha del sistema de salud, puede mejorar la cantidad y calidad de la evidencia. De este modo, se mejoran las decisiones de ETS.
Por otro lado, abrir la “caja negra”, como lo han llamado los autores del estudio, de las deliberaciones de la ETS a los pacientes, puede proporcionarles tranquilidad al mostrarles que las decisiones se toman sobre bases en las que pueden confiar, incluso aunque no estén de acuerdo con ellas. Con ello se promueve la legitimidad, credibilidad y transparencia de las decisiones, mejorando el proceso de ETS.
Finalmente, tener en cuenta explícitamente los valores de los pacientes en la toma de decisiones puede indicar lo que los sistemas de salud valoran y están dispuestos a pagar. Esto puede guiar la investigación y el desarrollo (I+D) de la industria hacia las intervenciones, además de a la medición de resultados y experiencias que la sociedad y los sistemas de salud más valoran. De este modo se mejoraría la eficiencia de la I+D, el valor de las tecnologías y procesos disponibles para los sistemas sanitarios y, en última instancia, el bienestar de la sociedad.
En general, los autores han observado tres temas principales en torno a los que la evidencia y los valores de los pacientes pueden aportar conocimientos valiosos al problema de la decisión de ETS: medir y contextualizar los resultados clínicos, comprender el valor de las mejoras en los resultados o procesos y demostrar elementos novedosos y de valor social.
Dentro de estos temas, los métodos más apropiados para incorporar la voz del paciente van a depender de la naturaleza del problema de decisión. “Sugerimos una serie de enfoques complementarios pero, en última instancia, la consideración de la perspectiva del paciente va a depender más del compromiso de los desarrolladores y evaluadores que de los propios métodos empleados para recopilar la información”, aseguran los autores.
Con el objetivo de mejorar la consideración de la perspectiva del paciente, han añadido en el documento una serie de recomendaciones. Por un lado, los desarrolladores y evaluadores deben interactuar con los pacientes desde el principio y durante todo el proceso de desarrollo de fármacos y generación de evidencia. Esto debería hacerse incluso en torno a la definición de los resultados y medidas clave del ensayo.
“Sugerimos una serie de enfoques complementarios pero, en última instancia, la consideración de la perspectiva del paciente va a depender más del compromiso de los desarrolladores"
Además, los desarrolladores deben recopilar y presentar evidencia de pacientes que complemente la evidencia clínica y económica. A su vez, los organismos de ETS deben comprometerse a considerar la evidencia de los pacientes en igualdad de condiciones, junto con la evidencia clínica y económica, incluso con orientación explícita y, potencialmente, adaptando su paradigma de evidencia para facilitar esta consideración.
Por último, recomiendan que los organismos de ETS den a los pacientes una voz directa en las propias recomendaciones de ETS. “La voz del paciente es importante en la toma de decisiones de ETS porque garantiza que las evaluaciones y decisiones de atención médica estén alineadas con principios centrados en el paciente, reflejen experiencias del mundo real y consideren los valores y preferencias de las personas más afectadas por estas decisiones”.
“En última instancia, conduce a opciones de atención médica más informadas, éticas y centradas en el paciente y, por tanto, debería desempeñar un papel fundamental dentro de los procesos de ETS”, concluyen los autores.