Otitis del bañista, la infección que aflora en verano: "Puede provocar dolor y supuración"

El doctor Luis Lassaletta ofrece en ConSalud.es consejos para prevenir la otitis del bañista este verano y profundiza en sus síntomas y tratamiento

El doctor Luis Lassaletta ofrece consejos para prevenir la otitis del bañista este verano (Foto. ConSalud.es)
5 julio 2024 | 07:00 h
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En verano, muchas afecciones que están ‘dormidas’ durante el resto del año salen a la luz, ya sea por las condiciones climáticas o por los hábitos de las personas. Una de las afecciones relacionadas con este último aspecto, que afecta en gran medida a niños, es la otitis externa aguda u ‘otitis del bañista’. Se trata de una infección provocada por restos de agua que quedan en el conducto del oído, y crean el ambiente perfecto para que las bacterias puedan proliferar libremente.

“Es importante señalar que esta otitis no tiene nada que ver con la media, que comprende los espacios del oído medio (la zona del tímpano hacia dentro). La otitis del bañista comprende la parte del oído externo que está por fuera del tímpano”, explica para ConSalud.es el doctor Luis Lassaletta, presidente de la Comisión de Otología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC).

El aumento de las temperaturas y la mayor disposición de tiempo libre crean en las personas la necesidad de acudir a piscinas, ríos o playas para refrescarse. Aunque se trata de un hábito aparentemente inofensivo, puede provocar un exceso de humedad en el conducto auditivo, que servirá de alojamiento de nuevas bacterias perjudiciales. Una vez empiezan a proliferar, el huésped comenzará a sentir dolor e, incluso, supuración u otorrea. El exceso de humedad provoca que la piel que recubre el oído externo se reblandezca y descame. “Normalmente, las paredes del conducto auditivo externo se inflaman, provocando un dolor espontáneo que incrementa cuando se toca la parte externa del oído. Esta infección que se genera en la piel puede provocar otorrea amarillenta o verdosa, lo que refleja que hay una infección bacteriana”.

"Normalmente, las paredes del conducto auditivo externo se inflaman, provocando un dolor espontáneo que incrementa cuando se toca la parte externa del oído"

Si una persona presenta estos síntomas, deberá acudir a un especialista. “Tenemos que hacer un buen diagnóstico y asegurarnos de que se trata de este problema, porque cuando a alguien le duele el oído puede ser por varias causas. Por ejemplo, a veces puede ser una otitis media, más relacionada con catarros o problemas de la trompa de Eustaquio”. La otitis del bañista es diferente, no solo en cuanto a origen sino en cuanto a tratamientos. Mientras que la otitis media se trata con antibióticos, el tratamiento de la otitis externa consiste en gotas y antiinflamatorio o corticoides.

Sin embargo, para que los pacientes puedan curarse bien, lo fundamental es evitar la entrada de agua y no manipular el oído. “La mayoría de veces, simplemente con las gotas, se produce una mejoría rápida. Sin embargo, hay ocasiones en las que la enfermedad se diagnostica en etapas avanzadas, y la inflamación de las paredes del conducto auditivo es tan grande que no hay hueco para que pasen las gotas al oído”. El doctor indica que, en estos casos, es necesaria la ayuda de medidas que dilaten las paredes del conducto para que las gotas puedan ser efectivas, como esponjas o gasas.

Adherirse a los tratamientos de las otitis es fundamental, especialmente en el caso de la otitis media aguda. “Con esta infección, muchas veces el tímpano se perfora y el oído supura, pero dicha perforación se cierra cuando se resuelve el cuadro. Sin embargo, si esto ocurre de forma muy reiterada, el tímpano se queda perforado, pudiendo llegar a causar pérdida de audición. Puede incluso convertirse en una otitis crónica”. Pese a que esta situación no tiene por qué darse en el caso de la otitis del bañista, nunca está de más prevenir y evitar desarrollar cuadros de este tipo.

¿CÓMO PREVENIR LA OTITIS DEL BAÑISTA?

Después de nadar o ducharse es importante secar bien los oídos, siempre y cuando “no se haga ninguna maniobra intempestiva que suponga meter algo dentro del oído. Esto hay que tenerlo claro”. El oído debe secarse con una toalla por fuera, sin hacer nada especial o meter objetos dentro del conducto auditivo externo. “Cualquier cosa intempestiva que hagamos puede ser contraproducente”.

Aún así, el experto indica que, si alguien tiene cierta predisposición a estas enfermedades, una medida extra que puede tomar es inclinar la cabeza para tirar del pabellón auricular y extraer el agua restante. “También se puede plantear un secador, pero siempre sin alejarse de medidas naturales y sin hacer nada que suponga meter un objeto dentro del oído”. Las personas que están operadas del oído, o que tienen una otitis crónica, están más predispuestas a que la entrada de agua les provoque otitis.

"Después de nadar o ducharse es importante secar bien los oídos, siempre y cuando no se haga ninguna maniobra intempestiva que suponga meter algo dentro del oído"

“Para evitar esto, la mejor forma es emplear tapones. Si es para algo ocasional, pueden emplear cualquier tipo de tapones de goma o silicona. Sin embargo, cuando hablamos de pacientes que ya tienen un problema crónico, lo mejor es que se utilicen tapones hechos a medida, que ocluyan completamente la entrada de agua en el oído. En niños podemos también compaginarlo con el uso de gorro de baño”.

Finalmente, se tenga predisposición a las otitis o no, es importante no bajar la guardia a la hora de elegir en qué lugares bañarse. Si la calidad de las aguas no es buena, como sucede en pantanos o piscinas muy masificadas, aumenta la posibilidad de contraer infecciones. A su vez, aunque las aguas estén tratadas y las playas tengan bandera azul, los oídos tienen presencia previa de bacterias, por lo que la otitis del bañista puede aparecer igualmente.

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