Caminamos a pasos agigantados hacia el envejecimiento y la cronicidad, tanto que entre 2005 y 2015 se triplicó la prevalencia de polimedicados mayores de 14 años con cinco o más tratamientos y se multiplicó por diez la de polimedicación de alta carga (más de 10 y 15 medicamentos), según un estudio del Grupo de Trabajo en Utilización de Fármacos de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC). Según informaba a este medio el Dr. Miguel Ángel Hernández, coordinador del Grupo de Trabajo en Utilización de Fármacos de la semFYC, estas cifras seguirán aumentando, y con ello la presión asistencial ya que “las complicaciones relacionadas con los medicamentos, como efectos secundarios diversos, cuadros confusionales o caídas son el tercio de las consultas en Urgencias”.
Además del seguimiento médico para evitar estos problemas, existen otras actividades a mano de profesionales sanitarios y familiares que pueden ayudar a los pacientes: la organización de los pastilleros. “El proceso consiste de una manera general en que una persona diferente al propio paciente prepare por adelantado la medicación que el paciente tiene que tomar a lo largo del día u otro periodo de tiempo”, explica el Dr. Jesús Santianes, coordinador del Grupo de Trabajo de Cronicidad y Dependencia de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
"Lo más frecuente es que la organización del pastillero sea de manera diaria o semanal”
Este orden se realiza tanto para un pastillero sencillo, como puede ser una simple caja de cartón con divisiones en su interior, como para complejos con cierre electrónico que incluya alarmas o apertura selectiva. “En cuanto a la frecuencia depende de la disponibilidad de la persona que se encargue de ello, si bien lo más frecuente es que sea de manera diaria o semanal”, explica el Dr. Santianes.
IMPORTANTES BENEFICIOS EN LA SALUD DEL PACIENTE
El 50% de los pacientes mayores de 65 años son polimedicados. Muchos de ellos tienen unas pautas de tratamiento complejas o dificultades como deterioro cognitivo o déficit visual que les dificulta tomar correctamente los medicamentos. Otros, sin ser polimedicados, tienen también una carga farmacéutica y otras dificultades, como fue ser una discapacidad física o intelectual, que les dificulta para seguir correctamente la pauta de tratamiento. Entre el 30 y 70% de los pacientes crónicos tienen una baja adherencia en muchos casos por esas pautas complejas de tratamiento o por una mala comunicación médico-paciente en cuanto a la explicación de las pautas. Todo ello tiene un impacto en la salud de los pacientes.
“Va a suponer para los pacientes un mejor control de sus patologías crónicas, una disminución de la aparición de exacerbaciones y una menor tasa de complicaciones asociadas al tratamiento"
La organización del pastillero, es decir, de esas pautas de tratamiento de los pacientes, ayuda a cumplir con ellas. “Va a suponer para los pacientes un mejor control de sus patologías crónicas, una disminución de la aparición de exacerbaciones y una menor tasa de complicaciones asociadas al tratamiento (como pueden ser sobredosificaciones accidentales)”, explica el Dr. Jesús Santianes. La comunicación médico-paciente, el seguimiento y la adherencia evitan la reagudización de patologías crónicas, y con ello los ingresos hospitalarios.
En España, esta actividad no está incluida en las Carteras Básicas de los Servicios de Salud, por lo que su realización dependerá de cada región en la que viva el paciente. “Se puede realizar de una manera formal por los equipos de atención domiciliaria y de una manera informal por parte de los familiares y/o cuidadores de los pacientes”, explica el experto. También las Oficinas de Farmacia pueden ayudar al paciente al explicarles las pautas, insistir en la adherencia u organizarles el pastillero. La interacción entre paciente, entorno y los profesionales sanitarios, así como estas actividad, permiten en definitiva "mantener la calidad de vida y la función en los pacientes frágiles, prevenir la progresión de fragilidad a dependencia y la aparición de síndromes geriátricas con la elevada morbimortalidad que estos representan”, concluye el Dr. Santianes.