Al menos una persona contrae herpes genital cada segundo a nivel mundial, lo que nos deja hasta 42 millones de personas infectadas al año. Es la situación de la que ha alertado la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su nuevo informe de situación sobre esta afección. No en vano, alrededor de 846 millones de personas de entre 15 y 49 años viven con infecciones de herpes genital.
Con ello, algo más de una de cada cinco personas en ese grupo de edad tendría una infección que, en la mayoría de los casos no causa síntomas. Pese a ello, en algunos casos la afección sí que puede llegar a causar dolorosas llagas y ampollas genitales que pueden reaparecer a lo largo de la vida. De hecho, los datos de la entidad reflejan que más de 200 millones de personas de entre 15 y 49 años sufrieron al menos un episodio sintomático de este tipo en 2020.
Los autores del estudio, publicado en la revista Sexually Transmitted Infections, afirman que se necesitan nuevos tratamientos y vacunas para reducir los efectos adversos para la salud del virus del herpes y controlar su propagación. En palabras de la Dra. Meg Doherty, Directora de los Programas Mundiales contra el VIH, la Hepatitis y las Infecciones de Transmisión Sexual de la OMS,“se necesitan urgentemente mejores opciones de prevención y tratamiento para reducir la transmisión del herpes y también contribuirán a reducir la transmisión del VIH”.
Alrededor de 846 millones de personas de entre 15 y 49 años viven con infecciones de herpes genital
En este sentido, "si bien la mayoría de las personas infectadas por herpes genital presentan pocos síntomas, a pesar de que hay tantas infecciones, el herpes genital sigue causando dolor y angustia a millones de personas en todo el mundo y sobrecargando los sistemas de salud ya de por sí sobrecargados". De hecho, un reciente estudio estimó que en 2016 la carga económica mundial de esta infección y sus consecuiencias supusieron un coste 35 mil millones de dólares a nivel mundial
Actualmente, no existe cura para el herpes, aunque los tratamientos pueden aliviar los síntomas. Además de las llagas, el herpes genital también puede provocar en ocasiones complicaciones graves, incluido el herpes neonatal, una afección poco frecuente que es más probable que se produzca cuando una madre adquiere la infección por primera vez al final del embarazo y luego transmite el virus a su bebé durante el parto.
Existen dos tipos de virus del herpes simple (VHS), conocidos como VHS-1 y VHS-2, que pueden provocar herpes genital. Según las estimaciones, en 2020 520 millones de personas tenían VHS-2 genital, que se transmite durante la actividad sexual. Desde una perspectiva de salud pública, el HSV-2 genital es más grave, ya que causa brotes recurrentes, representa alrededor del 90% de los episodios sintomáticos y está vinculado a un riesgo tres veces mayor de contraer VIH.
Existen dos tipos de virus del herpes simple (VHS), conocidos como VHS-1 y VHS-2
A diferencia del HSV-2, el HSV-1 se transmite principalmente durante la infancia a través de la saliva o el contacto piel con piel alrededor de la boca para causar herpes oral, siendo el herpes labial o las úlceras bucales los síntomas más comunes. Sin embargo, en aquellos sin infección previa, el HSV-1 puede adquirirse a través del contacto sexual y causar infección genital en la adolescencia o la edad adulta. Se estima que 376 millones de personas han tenido infecciones genitales por HSV-1 en 2020. De estos, 50 millones también tienen HSV-2, ya que es posible tener ambos tipos al mismo tiempo.
Si bien las estimaciones de 2020 prácticamente no muestran diferencias en la prevalencia del HSV-2 genital en comparación con 2016, las infecciones genitales estimadas por HSV-1 son más altas. En los últimos años, varios países han observado cambios en los patrones de transmisión del VHS-1, con un aumento de las infecciones genitales en adultos a medida que disminuyen las infecciones orales en la infancia. La reducción de la propagación oral durante la infancia puede estar relacionada con factores como las condiciones de vida menos hacinadas y la mejora de la higiene, que a su vez aumentan la susceptibilidad al virus en edades más avanzadas.
“El estigma en torno al herpes genital significa que se ha hablado demasiado poco de él, a pesar de que afecta a millones de personas en todo el mundo. No se ha hecho lo suficiente para abordar esta infección común”, según el Dr. Sami Gottlieb, autor del informe y Oficial Médico del Departamento de Salud Sexual y Reproductiva e Investigación de la OMS. “La ampliación de la investigación y la inversión en el desarrollo de nuevas vacunas y terapias contra el herpes, y su uso equitativo, podrían desempeñar un papel fundamental en la mejora de la calidad de vida de las personas en todo el mundo”.
Si bien no son totalmente eficaces para detener su propagación, el uso correcto y sistemático de preservativos reduce los riesgos de transmisión del herpes. Las personas con síntomas activos deben evitar el contacto sexual con otras personas, ya que el herpes es más contagioso cuando hay llagas. La OMS recomienda que a las personas con síntomas de herpes genital se les ofrezca la prueba del VIH y, si es necesario, profilaxis previa a la exposición para prevenir el VIH.