Los datos revelados por el último informe global elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en relación a la malaria en 2018, no permite ser optimista en relación a esta enfermedad.
En 2017 se registraron 219 millones de nuevos casos por lo que el organismo admite que no se están logrando avances significativos en la reducción de casos de paludismo. Es necesario que se continúen realizando grandes esfuerzos por parte de todos los agentes implicados en la lucha contra esta enfermedad para poder cumplir con los objetivos que se han fijado para 2020: reducir las muertes y enfermedades causadas por el paludismo en al menos un 40%.
Con esta fotografía de fondo la Real Academia Nacional de Medicina ha celebrado en Madrid la sesión científica extraordinaria "La malaria: avances y claves para su erradicación". Una cita que ha contado con la presencia de Pedro Alonso, director del Programa Mundial de Malaria de la OMS.
Han intervenido además el doctor Joaquín Poch Broto, presidente de la RANM; el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos, Ángel Gil; el doctor Lode Schuerman, del área global de vacunas de GSK; el doctor Javier Gamo, director de la unidad de malaria del el centro de investigación Diseases of DevelopmentWorld (DDW) de GSK España en Tres Cantos (Madrid); y Guillermo de Juan, director de Relaciones Institucionales de GSK España, compañía que ha patrocinado el encuentro.
"En los últimos dos o tres años “el progreso se ha estancado en cifras inaceptablemente altas: más de 400.000 muertes al año”
Alonso ha destacado en su intervención que, si bien en los últimos 15 años ha habido “muy buenas noticias”, y se han realizado progresos “como nunca” frente al paludismo, lo cierto es que en los últimos dos o tres años “el progreso se ha estancado en cifras inaceptablemente altas: más de 400.000 muertes al año”.
“Hacen falta nuevas herramientas de control vectorial para combatir resistencias, nuevos fármacos preventivos, nuevas tecnologías disruptivas… distintas opciones y, entre ellas, sin duda, una vacuna”, ha destacado.
“Contamos con una vacuna que lleva 30 años desarrollándose y ha sido la primera evaluada por una agencia regulatoria”. Tal y como ha recordado, “La OMS ha lanzado un programa piloto en abril de este año para administrarla en tres países africanos. El objetivo es vacunar a 300.000 niños al año durante los próximos cinco años”. El doctor Alonso ha señalado que se trata de una “buena primera generación de vacunas”, ha expresado poniendo en valor en valor la labor del DDW de GSK en Tres Cantos (Madrid), que juega un importante papel a nivel internacional.
La malaria es una enfermedad que afecta de forma especial a los menores de cinco años y a las embarazadas, sobre todo en países de África
Aunque todavía es pronto para contar con resultados del programa piloto de la OMS, el doctor Alonso defiende la necesidad de poner en marcha estrategias recordando que la malaria es una enfermedad que afecta de forma especial a los menores de cinco años y a las embarazadas, sobre todo en países de África.
“Los adultos en África son los que sobreviven a la malaria”, ha manifestado señalando que el paludismo se asocia también con otros problemas que incrementan el riesgo de mortalidad infantil como la prematuridad de hijos de mujeres que han sufrido malaria durante la gestación.
“Para la Academia es un día muy especial, como institución que vela por la salud global”, ha asegurado por su parte el profesor y académico Ángel Gil.
“Abordar el problema de la malaria, no sólo lo que pasa en España, sino con una visión mucho más global, es importante para nuestra institución. Además, tenemos la suerte de contar con investigadores españoles que han tenido un protagonismo destacado en estos momentos”, señala Gil, destacando la importancia de la vacunación y los avances que se han producido en los últimos años contra la malaria.
“En nuestro centro de investigación de Tres Cantos, DDW, una de nuestras señas de identidad es la investigación y la innovación responsable en malaria y otras enfermedades como la tuberculosis. Como compañía global hemos desarrollado la primera vacuna frente a la forma más mortal de malaria, así como el primer medicamento en 60 años para la cura radical de la enfermedad causada por Plasmodiumvivax. Se trata de un compuesto con dosis única que reduce el riesgo de recidiva en malaria causada por esta especie del parásito, y desde el DDW hemos colaborado en parte importante a este logro. Me gustaría destacar la impagable colaboración del doctor Alonso con nuestros investigadores desde hace décadas”, ha expresado el doctor Javier Gamo destacando el compromiso de GSK en la lucha contra la malaria desde hace décadas.
GSK considera que, en la lucha contra la malaria, es necesario que se adopte un enfoque global. Razón por la que el trabajo de este centro está orientado a las enfermedades de países en desarrollo basado en la innovación abierta y la colaboración entre el sector público y privado.
El 92% de los nuevos casos se detectan en la Región de África de la OMS (200 millones)
Volviendo a los datos de la OMS relativos a 2017 aunque descienden en 20 millones a los reportados en 2010, ponen de manifiesto que no se están alcanzando los objetivos marcados. Vemos que el 92% de los nuevos casos se detectan en la Región de África de la OMS (200 millones). Por detrás queda la Región de Asia Sudoriental (5%). Cabe destacar que solo cinco países representan casi la mitad de los casos de malaria en todo el mundo: Nigeria (25%), República Democrática del Congo (11%), Mozambique (5%), India (4%) y Uganda (4%).
A excepción de la Región de Asia Sudoriental de la OMS, que siguió viendo disminuir su tasa de incidencia de 17 casos de la enfermedad por cada 1.000 personas en riesgo en 2010 a 7 en 2017 (lo que supone una disminución del 59%), todas las regiones de la OMS registraron poco progreso o incluso un aumento de la incidencia en el periodo 2010-2017.
En términos de mortalidad, se estima que en 2017 se produjeron 435.000 muertes por malaria en el mundo. Una cifra menor que las 451.000 muertes estimadas en 2016. El 61% de los fallecimientos por malaria se da en niños menores de cinco años (266.000 muertes en este grupo de edad en total en 2017).
Los países africanos soportan no solo las tasas más altas de incidencia, sino también el 93% de la mortalidad, con un 93% del total. Además, concluye la OMS en su último informe sobre paludismo, casi el 80% de las muertes por malaria en el mundo en 2017 se concentraron en 17 países de África y la India, y siete de estos países representaron más de la mitad de las muertes (el 53%) por malaria en el mundo: Nigeria (19%), República Democrática del Congo (11%), Burkina Faso (6%), República Unida de Tanzania (5%), Sierra Leona (4%), Níger (4%) e India (4%).