Estados Unidos y Argentina han anunciado recientemente su salida de la Organización Mundial de la Salud (OMS), generando preocupación en la comunidad sanitaria internacional. Unas decisiones que podrían afectar significativamente a la Iniciativa para la Eliminación de Enfermedades de la OPS, que busca erradicar más de 30 enfermedades transmisibles en las Américas para 2030. Los expertos apuntan que incluso podrían producirse posibles retrocesos en la vigilancia epidemiológica, financiamiento y coordinación regional en salud pública.
La Iniciativa para la Eliminación de Enfermedades, lanzada en 2019, tiene como objetivo erradicar más de 30 enfermedades transmisibles y condiciones relacionadas en la Región de las Américas para el año 2030. Este esfuerzo se basa en un enfoque integrado y sostenible, promoviendo sinergias y estrategias transformadoras para mejorar la calidad de vida de las comunidades.
La salida de EEUU hará perder a la OMS hasta 1.284 mil millones de dólares para ese bienio y pondrá a la organización mundial en un riesgo financiero importante
La salida de Estados Unidos, uno de los principales contribuyentes financieros de la OMS, representa una pérdida significativa de recursos para programas esenciales de salud pública. Según datos recientes, Estados Unidos aportaba aproximadamente el 22% de las contribuciones obligatorias al presupuesto de la OMS, además de contribuciones voluntarias sustanciales. Esta retirada podría traducirse en una disminución de fondos disponibles para iniciativas clave, incluyendo aquellas dirigidas a la eliminación de enfermedades en las Américas.

“Los Estados Unidos aportaron 1.284 millones de dólares durante el bienio 2022-2023, lo que permitió la labor de la OMS, los Estados Unidos y otros países y asociados para identificar y responder a las emergencias, impedir que las amenazas de enfermedades se propaguen a través de las fronteras y avanzar en otras prioridades clave de la salud mundial”, explican desde la OMS. “Las contribuciones ayudan a mantener a los Estados Unidos y al mundo a salvo de las amenazas, al tiempo que apoyan la mejora de la salud y el bienestar de las poblaciones de todo el mundo, con especial atención a los más vulnerables”, destacan.
La OMS recuerda que los Estados Unidos ayudan a impulsar la seguridad sanitaria mundial a través de su renovada asociación quinquenal, que en su última renovación amplió la Agenda de Seguridad Sanitaria Mundial (GHSA) hasta 2028, en apoyo de la aceleración de la aplicación del Reglamento Sanitario Internacional (RSI).
ARGENTINA, SIGUE LOS PASOS DE TRUMP
Recientemente, Argentina, bajo el liderazgo de Javier Milei, ha seguido una línea similar a la de EE.UU., anunciando su retiro de la OMS debido a "profundas diferencias en la gestión sanitaria, especialmente durante la pandemia de COVID-19". Esta decisión podría afectar principalmente a la colaboración y el intercambio de información vital para la vigilancia y control de enfermedades en la región. Se esperaba que Argentina aportara unos 8 millones de dólares a la OMS para el presupuesto estimado de 6.900 millones de dólares para periodo 2024-2025.
La combinación de estas salidas plantea desafíos significativos para la Iniciativa de Eliminación de Enfermedades de la OPS. La reducción en el financiamiento y la posible fragmentación de esfuerzos pueden ralentizar el progreso hacia las metas establecidas para 2030. Además, la disminución en la cooperación internacional podría debilitar la capacidad de respuesta ante brotes epidémicos y otras emergencias sanitarias.
LA ELIMINACIÓN DE 30 ENFERMEDADES, EN PELIGRO
Entre las enfermedades y condiciones que la OPS busca eliminar para 2030 se encuentran el cáncer cervicouterino, Chagas congénito, cólera, enfermedad de Chagas, meningitis bacteriana epidémica, equinococosis quística/hidatidosis, esquistosomiasis, fascioliasis, filariasis linfática, geohelmintiasis, hepatitis B, hepatitis C, hepatitis B (transmisión madre-hijo), infecciones de transmisión sexual, lepra, malaria, oncocercosis, peste, VIH/SIDA, rabia humana transmitida por perros, sífilis congénita, tracoma, tuberculosis y VIH (transmisión madre-hijo).
Esta iniciativa se encuentra actualmente en un momento crítico. “En las últimas décadas la Región de las Américas ha logrado hitos notables en la eliminación de enfermedades, como la erradicación de la viruela en 1980, seguida de la eliminación de la poliomielitis. La rubéola, el síndrome de rubéola congénita y el tétanos neonatal también fueron eliminados”, destacan.
“Cada dólar invertido en la vacunación genera un rendimiento de 26,35 dólares, el beneficio es obvio”
Además entre los logros más notables se encuentra que a inicios del 2024, 19 países estaban libres de malaria y 11 países habían detenido la transmisión maternoinfantil del VIH y la sífilis. La pandemia de COVID-19, que puso de relieve el importante papel de la OMS en la gestión sanitaria mundial, causó interrupciones en las intervenciones frente a estas enfermedades y provicó retrocesos en algunos logros de salud por lo que desde la OPS enfatizan: “Ahora debemos aprovechar el momento para acelerar la eliminación de enfermedades”.
La inversión en la lucha contra estas enfermedades no sólo aporta beneficios en salud y vidas humanas sino también económicos. La OPS recuerda que cada dólar invertido en la vacunación genera un rendimiento de 26,35 dólares. “El beneficio es obvio”, enfatizan. Además apuntan los beneficios socioeconómicos de la iniciativa de erradicación de enfermedades: “La eliminación de la lepra, la leishmaniasis y la enfermedad de Chagas no es solo una cuestión de salud, es también una cuestión de economía. Estamos hablando de 16.600 millones de dólares de rendimiento de la inversión en el período 2021-2030, además de 10.400 millones menos en gastos de bolsillo”.
La falta de apoyo financiero de dos países clave como Estados Unidos y Argentina podría impactar directamente en los esfuerzos de eliminación de estas enfermedades, retrasando los avances y afectando a millones de personas en la región. Expertos en salud pública recuerdan que la colaboración entre naciones es clave para conseguir los objetivos planteados y enfrentar desafíos sanitarios comunes. La salida de la OMS de actores clave como Estados Unidos y Argentina implicaría la necesidad de que otros países y organizaciones reforzaran su compromiso para asegurar que los avances logrados en la eliminación de enfermedades transmisibles no se vean comprometidos.