Georgia está libre de malaria. Este logro la coloca entre los 45 países y 1 territorio que han alcanzado este hito, tal y como informa la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este anuncio marca un paso significativo en la lucha mundial contra una de las enfermedades más mortales de la historia.
“Hoy felicitamos al pueblo de Georgia por sus decenios de acciones sostenidas y específicas para eliminar la malaria, una de las principales causas de muerte en el mundo”, ha informado el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. “El compromiso y el éxito de Georgia nos dan esperanza de que es posible lograr un mundo libre de malaria”.
"La Región Europea de la OMS está un paso más cerca de iniciar la certificación como la primera región libre de malaria en el mundo"
El Dr. Hans Henri P. Kluge, director regional de la OMS para Europa, ha subrayado la importancia del logro para la región: “Este es un hito enorme que vale la pena conmemorar; con el logro de Georgia, la Región Europea de la OMS está un paso más cerca de iniciar la certificación como la primera región libre de malaria en el mundo”. Este éxito ha sido posible gracias a la “inversión sostenida, la dedicación del personal de salud y los esfuerzos específicos en la prevención, la detección temprana y el tratamiento eficaz de todos los casos de malaria”.
La certificación de eliminación de malaria se concede a los países que han demostrado que la transmisión autóctona de la enfermedad ha sido interrumpida durante al menos tres años consecutivos. En el caso de Georgia, el último caso autóctono se notificó en 2009, consolidando más de una década sin transmisión local.
El ministro de Salud de Georgia, Mikheil Sarjveladze, ha destacado que este logro también refleja la fortaleza del sistema de salud del país. “Este éxito significa que Georgia puede abordar importantes desafíos de salud”.
UN DESAFÍO DESDE HACE CASI UN SIGLO
La malaria ha sido un desafío histórico para Georgia. A principios del siglo XX, la enfermedad era endémica en el país, afectando al 30% de la población en la década de 1920. Sin embargo, los programas de control de mosquitos y las mejoras en los servicios de diagnóstico y tratamiento lograron frenar la transmisión durante varias décadas, hasta que la Segunda Guerra Mundial causó un resurgimiento debido al desplazamiento de población y la sobrecarga del sistema de salud.
Tras la guerra, Georgia implementó un programa intensivo de erradicación que logró eliminar las tres especies de parásitos de la malaria entre 1953 y 1970. Aunque la enfermedad reapareció en 2002 con 474 casos notificados, el país renovó su compromiso en 2005 al firmar la Declaración de Tashkent junto a otros países de la región.
En 2017, reafirmó su compromiso con la Declaración de Ashgabat, en la que los países de la Región Europea de la OMS prometieron mantener sus esfuerzos para evitar la reaparición de la enfermedad
Gracias a intervenciones intensificadas, Georgia no ha registrado casos autóctonos de malaria desde 2009. En 2017, reafirmó su compromiso con la Declaración de Ashgabat, en la que los países de la Región Europea de la OMS prometieron mantener sus esfuerzos para evitar la reaparición de la enfermedad.
Durante el proceso de certificación en 2024, el Grupo Asesor Técnico sobre Eliminación y Certificación de la Malaria de la OMS destacó la fortaleza del sistema de salud de Georgia, así como su sólida cooperación público-privada y compromiso político. Turquía sigue siendo el único país de la Región Europea de la OMS que aún no ha obtenido la certificación.