La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que la amenaza de de enfermedad de Chagas continúa estando presente en Latinoamérica continental, especialmente en algunas zonas endémicas, donde sigue siendo un problema de salud pública" y presenta una carga “elevada” para los sistemas sanitarios. No en vano, según la OMS, entre 6 y 7 millones de personas a nivel mundial están infectadas por 'Trypanosoma cruzi'.
La enfermedad es causada por el parásito Chagas, causando unas 12.000 muertes al año y dejando a unos 75 millones de personas en riesgo de infección. La incidencia anual es de 30.000-40.000 casos, pero en muchos países las tasas de detección son bajas (menos del 10% y a menudo menos del 1%) y las personas que padecen la enfermedad suelen enfrentarse a "importantes obstáculos para el diagnóstico y una atención sanitaria adecuada".
"La enfermedad de Chagas sigue siendo una lacra en la vida de demasiadas personas, en América Latina y en todo el mundo. Pedimos que se refuerce la Atención Primaria para detectar y diagnosticar mejor los casos"
La enfermedad de Chagas suele denominarse "enfermedad silenciosa" porque la mayoría de los pacientes no presentan síntomas ni durante la fase aguda ni durante la crónica de la infección, hasta que los daños están demasiado avanzados para poder revertirlos. Es curable cuando el tratamiento se administra poco después de la infección, y la detección y el seguimiento de la enfermedad pueden llevarse a cabo en la Atención Primaria. Por lo tanto, la OMS considera que la descentralización de los servicios de diagnóstico y atención y su integración en los sistemas nacionales de salud "pueden desempeñar un papel crucial para garantizar la detección, notificación y gestión eficaces de los casos".
"La enfermedad de Chagas sigue siendo una lacra en la vida de demasiadas personas, en América Latina y en todo el mundo. Pedimos que se refuerce la Atención Primaria para detectar y diagnosticar mejor los casos y garantizar que cada vez más personas puedan beneficiarse de los tratamientos disponibles para combatir esta enfermedad", ha señalado el director del Programa Mundial de la OMS sobre las enfermedades tropicales desatendidas, Ibrahima Socé Fall, con motivo del Día Mundial de la enfermedad, que se celebra este viernes 14 de abril.
UN RETO CON AVANCES SIGNIFICATIVOS
La OMS apunta que en la lucha contra el Chagas se han logrado "avances significativos", a pesar de las "difíciles circunstancias". Por ejemplo, se ha interrumpido la transmisión vectorial domiciliaria en Belice, Chile, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, Paraguay y Uruguay, así como en muchas zonas de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, El Salvador, Guayana Francesa, Guatemala, Guyana, México y Perú. Sin embargo, en las últimas décadas el Chagas se ha detectado en muchos países fuera de América Latina, incluidos Estados Unidos y Canadá. También se han registrado casos en países europeos y en algunos países africanos, del Mediterráneo oriental y del Pacífico occidental.
El organismo sanitario internacional de Naciones Unidas apunta que esta mayor difusión está relacionada con el aumento de los movimientos de población. En cualquier caso, recuerdan que la transmisión del parásito del Chagas "puede tener lugar en cualquier lugar a través del consumo de alimentos, las transfusiones de sangre y el trasplante de órganos, así como de forma congénita, de madre a hijo". El cribado universal de donantes de sangre y hemoderivados se ha implantado en todos los países latinoamericanos y se está aplicando cada vez más en países con casos de Chagas. Muchos países están ampliando esta intervención para eliminar el riesgo de Chagas congénito.
"El establecimiento de sistemas de vigilancia sólidos desde el primer nivel de atención es crucial para poner fin a la prevalencia de la enfermedad de Chagas y, en última instancia, para detener la transmisión de la enfermedad"
Según la OMS, también ha habido "avances importantes" para mejorar el acceso a medicamentos: el nifurtimox y el benznidazol, utilizados para tratar la enfermedad de Chagas, son donados actualmente a la OMS por Bayer e Insud Pharma, respectivamente, y se ponen a disposición de los países que los solicitan, en su mayoría de forma gratuita. De los 44 países en los que se han identificado casos de enfermedad de Chagas, seis ya han establecido normas para notificar los casos agudos y crónicos y para llevar a cabo la vigilancia epidemiológica de la transmisión de la enfermedad (Brasil, Chile, Ecuador, México, Paraguay y Uruguay).
"El establecimiento de sistemas de vigilancia sólidos desde el primer nivel de atención es crucial para poner fin a la prevalencia de la enfermedad de Chagas y, en última instancia, para detener la transmisión de la enfermedad. Necesitamos ver un aumento de la inversión en capacidad y recursos para la prevención de la transmisión, el diagnóstico precoz, el control y el refuerzo de la vigilancia del Chagas, empezando por el nivel de Atención Primaria", ha remachado el director del programa mundial de la OMS sobre Chagas, Pedro Albajar Viñas.