Obesidad y salud mental: “Sabemos de la enfermedad, pero nos falta abordar su impacto emocional”

El encuentro celebrado este lunes, 'Obesidad, con corazón', ha puesto de manifiesto la importancia de tratar la obesidad, la salud mental y la cardiovascular de forma holística y multidisciplinar

Encuentro 'Obesidad, con corazón'. (Foto: ConSalud.es)
Encuentro 'Obesidad, con corazón'. (Foto: ConSalud.es)
Itziar Pintado
3 marzo 2025 | 11:45 h
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La obesidad es una enfermedad compleja y multifactorial que influye directamente en la salud mental y cardiovascular. Por esta razón, y con motivo del Día Mundial de la Obesidad, que se celebra el próximo 4 de marzo, la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), la Asociación Nacional de Personas que Viven con Obesidad (ANPO) y la compañía farmacéutica Novo Nordisk se han unido al lema de la Federación Mundial de Obesidad, “Changing Systems. Healthier Lives”. El objetivo es fomentar la reflexión sobre cómo los distintos sistemas pueden contribuir a mejorar el abordaje de la enfermedad, con un enfoque especial en el entorno del paciente y la sociedad.

La obesidad y la salud mental están directamente relacionadas. Una salud mental deficiente puede favorecer la aparición de la obesidad, al tiempo que esta condición puede desencadenar o agravar trastornos emocionales como la ansiedad y la depresión. “Sabemos de la enfermedad, pero nos falta abordar del impacto emocional que supone la obesidad para quienes la sufren”, ha recalcado el Dr. Francisco Pajuelo, director médico de Novo Nordisk en España.

"El sistema está muy lejos de ofrecer una respuesta"

“Desde el año 90, la obesidad se ha duplicado en adultos y se ha cuadruplicado en niños. El sistema está muy lejos de ofrecer una respuesta”, ha asegurado el director médico de la compañía. Además, el riesgo de desarrollar un trastorno de ansiedad aumenta un 30% en personas con obesidad, mientras que los síntomas de ansiedad pueden elevarse en un 40%. Por su parte, las personas con obesidad tienen un 55% más de probabilidades de desarrollar depresión con el tiempo, y quienes ya padecen depresión tienen un 58% más de riesgo de desarrollar obesidad.

Por ello, abordar la obesidad sin considerar los factores psicológicos y emocionales es un enfoque incompleto. Un tratamiento integral que contemple tanto el cuerpo como la mente es esencial para lograr resultados sostenibles y mejorar la salud cardiovascular de los pacientes. Como ha afirmado el Dr. Albert Lecube, editor de la revista BMI y jefe de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida, “la obesidad es una enfermedad crónica extremadamente compleja en la que influyen múltiples factores”.

“La obesidad es una enfermedad crónica extremadamente compleja en la que influyen múltiples factores”

Más del 41% de las personas con sobrepeso u obesidad presentan lo que se conoce como alimentación emocional, lo que pone de manifiesto la importancia de la relación entre el cerebro y la comida. “A nivel cerebral, las personas con obesidad experimentan alteraciones en los mecanismos que regulan el hambre y la saciedad, lo que genera una mayor necesidad de ingesta para alcanzar la sensación de satisfacción. Este fenómeno, vinculado al hipotálamo y el hipocampo, está relacionado con la recompensa y desmonta el mito de que la obesidad es solo una cuestión de fuerza de voluntad”, ha indicado el Dr. Lecube.

Según indica el especialista, la relación con la comida se construye desde la infancia a través del aprendizaje y la educación. “Premiar a los niños con alimentos altamente calóricos puede generar patrones difíciles de modificar en la adultez. En cambio, fomentar hábitos saludables desde pequeños favorece una mejor relación con la alimentación”. No obstante, estos patrones pueden transformarse mediante un enfoque multidisciplinar, en el que psicólogos, médicos, nutricionistas y expertos en actividad física ayuden a las personas con obesidad a mejorar su relación con la comida y adoptar hábitos sostenibles a largo plazo.

RELACIÓN BIDIRECCIONAL ENTRE OBESIDAD Y SALUD MENTAL

Para profundizar en la relación entre obesidad y salud mental, durante el encuentro se ha presentado el documento “Obesidad, con corazón. Tú también formas parte de la solución”. Este material identifica distintos perfiles psicológicos de personas con obesidad y ofrece pautas para interactuar con cada uno de ellos y aliviar su carga emocional. “El objetivo es acercar las variables psicológicas al ámbito clínico y comprender cómo influyen en el desarrollo y mantenimiento de la obesidad. Se trata de conocer la historia de vida de cada persona para poder abordarla de manera más efectiva”, ha explicado el Dr. Santos Solano, psicólogo sanitario y coordinador del Grupo de Trabajo de Psicología y Obesidad de SEEDO. Estos perfiles demuestran que la relación entre obesidad y salud mental “es bidireccional”, ha indicado.

“Tenemos que alejar la obesidad de una visión estética de la enfermedad”

Por un lado, uno de los perfiles presentados en este encuentro ha resaltado la relación entre el contexto socioeconómico y la obesidad. “Sabemos que en los hogares españoles con ingresos bajos se duplica el riesgo de obesidad”, ha enfatizado el psicólogo. “Deberíamos tener empatía en no abordar solo el peso del menor y enfocarlo a un abordaje multidisciplinar”, ha subrayado. “Me gustaría que nos quedásemos con la conclusión de que la obesidad interactúa con el contexto y es precisamente ese contexto el que también debemos tratar”. Y además, “tenemos que alejar la obesidad de una visión estética de la enfermedad”.

OBESIDAD Y CORAZÓN

Las enfermedades cardiovasculares (ECV) ya constituyen la principal causa de mortalidad en personas con obesidad. En España, más del 21% de quienes tienen obesidad presentan al menos una ECV establecida, como cardiopatía isquémica, ictus o enfermedad arterial periférica. Asimismo, se ha comprobado que el aislamiento social y la soledad aumentan en un 50% el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. “Realmente hablamos de un triángulo compuesto por obesidad, emociones y salud cardiovascular, en el que estas tres variables están estrechamente interconectadas”, señala el Dr. Pajuelo.

“Existe un vínculo claro entre salud emocional y salud cardiovascular. Profesionales sanitarios, familiares y el entorno social en general deben comprender que no solo es importante tratar la enfermedad, sino también a la persona. El lema ‘Changing Systems. Healthier Lives’ nos invita a dejar de culpabilizar a quienes tienen obesidad y reflexionar sobre un sistema que, desde 1990, ha permitido que la obesidad se haya duplicado entre los adultos y cuadruplicado entre los adolescentes a nivel mundial, según la OMS”, concluye el Dr. Pajuelo.

ENFERMEDAD CRÓNICA Y MULTIFACTORIAL

Por su parte, el presidente de ANPO, Federico Luis Moya, ha resaltado la importancia de un abordaje multidisciplinar: “Toda persona que vive con obesidad debe ser tratada por un equipo de profesionales sanitarios en el que el enfoque psicológico no puede faltar para garantizar el éxito del tratamiento”. “En estas unidades multidisciplinares ánimo a que se incluya también al paciente experto”, ha insistido.

Como representante de la asociación de personas que viven con obesidad, Federico Luis Moya ha destacado la importancia de la cohesión. “Necesitamos estar unidos para que los tomadores de decisiones entiendan que no es una cuestión personal”, ha recalcado. Y además, es fundamental que abordemos la obesidad como “una enfermedad crónica y multifactorial”. "Tenemos que ayudar entre todos a las personas con obesidad para que acudan a profesionales de la salud. No nos valen dietas milagro, es necesario basarnos en ciencia", ha concluido.

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