La osteoartritis, la forma más común de artritis, afecta a casi el 15 por ciento de la población mundial mayor de 30 años. Esta enfermedad, según la OMS principal causa de dolor crónico y discapacidad a largo plazo en adultos, es a menudo diagnosticada después de los 40 años, pero cada vez aumenta su diagnóstico en personas que no alcanzan dicha edad. Según un estudio publicado en The Lancet se prevé que el número de casos alcance los mil millones en el año 2050.
Cada vez son más los jóvenes que acuden a las consultas de artrosis. El Dr. Francisco Castro Domínguez, portavoz de la Sociedad Española de Reumatología (SER) y jefe de Sección de Servicio de Reumatología en el Centro Médico Teknon, en declaraciones a Consalud.es apunta que esto es debido, en primer lugar, a que “la accesibilidad a las herramientas diagnósticas y la calidad de los registros de pacientes con artrosis han mejorado mucho en los últimos años lo que permite diagnosticar antes, de manera mucho más precisa y contabilizar exactamente estos diagnósticos. Esto tiene un papel clave en el aumento de casos de artrosis contabilizados en pacientes jóvenes”.
“La población hoy en día está mucho más concienciada que nunca y busca atención médica precoz cuando sufre un daño articular”, apunta el doctor
El Dr. Castro apunta a otro factor, en este caso muy positivo, como causante del aumento de casos: “Afortunadamente, hoy en día, existe en nuestra sociedad una mayor conciencia de la existencia de esta enfermedad y de los factores de riesgo que la desencadenan. En gente joven, el principal factor de riesgo para sufrir artrosis se puede decir que son las lesiones deportivas tales como roturas de ligamentos o meniscos”.
El experto señala que la extensión de la práctica de deporte está ligada a un aumento de lesiones deportivas cuando este deporte se efectúa sin la supervisión adecuada, o por encima de las posibilidades de cada uno. “Esta llamada artrosis postraumática se desarrolla tras una lesión articular con cambios patológicos que se suelen hacer evidentes en los 10 años posteriores a la lesión”, apunta el doctor.
La artrosis precoz es una dolencia que afecta a muchas personas que se han dedicado al deporte de élite. “Otro factor clave, es que la población hoy en día está mucho más concienciada que nunca de esta situación y busca atención médica precoz cuando sufre un daño articular”, destaca el Dr. Castro.
El riesgo de padecer artrosis en las personas obesas con respecto a las no obesas es 4 veces mayor en mujeres y casi 5 veces mayor en varones
El sobrepeso y la obesidad es, según señala el Dr. Castro, “otro importantísimo factor de riesgo para un desarrollo precoz de artrosis en gente joven, dentro de lo hoy se conoce como fenotipo metabólico y que afecta tanto de las articulaciones de carga como de las articulaciones de no-carga”. Se calcula que el riesgo de padecer artrosis en las personas obesas con respecto a las no obesas es 4 veces mayor en las mujeres y 4,8 veces mayor en los varones.
Las cifras de pacientes diagnosticados de artrosis seguirán aumentando, tal y como apunta el Dr. Castro “por el envejecimiento de la población, algo que es un éxito de nuestro estilo de vida y de nuestro sistema sanitario; así como por el aumento de las tasas de obesidad, un tema pendiente de atajar; y porque en los países desarrollados cada día la artrosis se diagnostica antes debido los ciudadanos quieren conservar una vida activa, sin dolor, y porque cada año se contabiliza de manera más exacta”.
En los países en vías de desarrollo cada vez hay más accesibilidad a herramientas básicas de diagnóstico y a registros de datos confiables, lo cual según el experto, será el motivo por el cual la prevalencia también aumentará rápido en estas áreas por el infradiagnóstico que había hasta ahora.
La prevalencia de la artrosis en España en una o más de las localizaciones es de casi el 30%
A pesar de que la osteoartritis o artrosis es de largo la enfermedad articular más prevalente en el mundo, con 595 millones de afectados en 2020, y la que más discapacidad y coste económico ocasiona en el mundo, “la epidemiología de la artrosis es, digamos, como un iceberg. De momento aún sólo vemos la parte que emerge, y la sumergida es probablemente muchísimo mayor, así que a medida que vayamos descubriéndola, las cifras se dispararán”, vaticina el Dr. Castro.
España dispone de uno de los estudios más detallados y fiables a nivel mundial sobre la prevalencia de la artrosis, el EPISER 2016, que es una realidad gracias a la Sociedad Española de Reumatología.
Este estudio explica que prevalencia de artrosis en España en una o más de las localizaciones estudiadas fue de 29,35%. Concretamente, la prevalencia de la artrosis de mano fue del 7,73%. La prevalencia de artrosis-cervical fue del 10,10% y de artrosis-lumbar del 15,52%. La prevalencia de artrosis de cadera fue del 5,13% y la de artrosis de rodilla del 13,83%; estas se asocian con el sexo femenino, sobrepeso y obesidad, menor frecuencia en nivel de estudios alto y con la edad.
“No todas las artrosis son iguales, ni tienen los mismos desencadenantes, ni factores de riesgo”, destaca el doctor
“Los principales factores de riesgo modificables son los traumatismos repetitivos o por lesiones deportivas y el sobrepeso u obesidad”, señala el Dr. Castro. “Hay otros factores de riesgo que las personas no pueden controlar como la edad, el sexo femenino (ya que afecta más a mujeres tras la menopausia), la genética y las alteraciones biomecánicas por alteración de la forma y la alineación articular”.
Según el Dr. Castro, el tratamiento de la artrosis depende muchísimo del sub-tipo (fenotipo/endotipo) de enfermedad que se sufra. “No todas las artrosis son iguales, ni tienen los mismos desencadenantes, ni factores de riesgo, ni éstos tienen un peso similar en la etiopatogenia y evolución de cada sub-tipo de enfermedad. Caminamos, y cada año nos acercamos más, hacia el enfoque de la medicina de precisión, en el cual el diagnóstico fino es clave para predecir el pronóstico y las respuestas de cada paciente a los distintos tratamientos. Muchas veces no es suficiente con un abordaje de tratamiento único. Los tratamientos habituales suelen incluir medidas no-farmacológicas como la fisioterapia, tratamientos farmacológicos orales, tratamientos intraarticulares, que los hay de diferentes tipos, y en ocasiones, ortesis para corrección de la biomecánica o cirugía de implante protésico”.
Entre las medidas de prevención recomendadas por los expertos para la población están controlar y mantenerse con un Índice de Masa Corporal (IMC) de entre 18,5 y 25, evitar traumatismo o lesiones evitables no poniéndose ante riesgo incontrolable para éstos así como fortalecer la musculatura corporal en general, bajo supervisión de entrenador. Específicamente, para la artrosis de rodilla, los médicos recomiendan fortalecer los cuádriceps e isquiotibiales.