La obesidad y el sobrepeso se erigen como uno de los grandes desafíos para la salud pública a nivel global. En mayo de este año la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicaba un informe a través del que alertaba que las tasas de obesidad y sobrepeso en Europa se habían incrementado alarmantemente afectando al 60% de los europeos adultos y a un tercio de los niños. La obesidad y el sobrepeso son responsables en el viejo continente de más de 1,2 millones de muertes cada año y son el cuarto factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades no transmisibles.
Ante esta fotografía la evidencia científica sobre cómo la obesidad y el sobrepeso afectan a edades cada vez más tempranas ha aumentado significativamente en los últimos años. La revista JAMA Network ha publicado recientemente un nuevo estudio en el que analiza la prevalencia de la obesidad en pacientes pediátricos que padecen diabetes tipo 2.
En las últimas décadas la diabetes tipo 2 en niños y adolescentes ha aumentado de forma paralela al incremento de las tasas de obesidad pediátrica. Los niños y jóvenes que padecen obesidad tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en la edad adulta en comparación con los niños y jóvenes que no tienen sobrepeso. Los expertos inciden en que la diabetes tipo 2 es una enfermedad que actúa de forma agresiva en los niños y cuenta con una elevada tasa de fracaso en términos de tratamiento.
"La detección y el diagnóstico de la diabetes tipo 2 pueden considerar la obesidad como un factor de riesgo para la diabetes tipo 2, pero no como un requisito previo para la detección cuando hay otros factores de riesgo presentes"
Su desarrollo se acompaña de comorbilidades y complicaciones de salud tempranas entre las que se incluyen la enfermedad del hígado graso no alcohólico, dislipidemia, nefrotapatía o síndrome de ovario poliquístico, entre otras. “La obesidad es un desencadenante importante para la detección de la diabetes tipo 2 en la práctica clínica, sin embargo, se desconoce la prevalencia de la obesidad en la población pediátrica con diabetes tipo 2”, exponen los autores del estudio como punto de partida de su investigación.
Se trata de una revisión sistemática de 53 estudios que han incluido un total de 8.942 participantes. Este trabajo ha hallado que el 75,27% de los niños con diabetes tipo 2 padecían obesidad, y el 77,24% tenían obesidad en el momento del diagnóstico de la diabetes tipo 2. Los participantes masculinos presentaban más probabilidades de sufrir obesidad, y los asiáticos reportan una prevalencia más baja en comparación con otros grupos raciales.
Los autores de la investigación destacan la importancia de contar con estos datos en un contexto en el que la obesidad infantil es en la actualidad una crisis de salud mundial que afecta a aproximadamente 340 millones de niños. Además, es un factor de riesgo para el desarrollo de diabetes tipo 2. “Comprender la contribución de la masa corporal a la evolución de la resistencia a la insulina, la intolerancia a la glucosa y a la diabetes tipo 2, es crucial para desarrollar intervenciones personalizadas que mejoren los resultados”, señalan.
“En este estudio, aunque la obesidad fue un factor de riesgo importante para el desarrollo de diabetes tipo 2 en niños, no todos los pacientes con diabetes tipo 2 tenían obesidad. La detección y el diagnóstico de la diabetes tipo 2 pueden considerar la obesidad como un factor de riesgo para la diabetes tipo 2, pero no como un requisito previo para la detección cuando hay otros factores de riesgo presentes”, exponen los responsables de la investigación.