Desde 1975, la obesidad ha aumentado casi tres veces su prevalencia. Actualmente, se estima que más de 988 millones de adultos padecen obesidad, y se prevé que esta cifra pueda duplicarse para el año 2030. En España, más del 60% de la población española es obesa o se encuentra en riesgo de serlo.
La falta de reconocimiento de la obesidad como enfermedad conduce a un infradiagnóstico, de acuerdo con el informe ‘Situación sanitaria y social de las personas con obesidad en España’, que Alianza por la Obesidad ha elaborado y presentado en el Congreso de los Diputados. El documento nace con el objetivo de desarrollar estrategias que permitan disminuir el impacto de la obesidad en España.
La falta de reconocimiento de la obesidad como enfermedad conduce a un infradiagnóstico
En este sentido, las entidades firmantes del documento han reclamado la necesidad de reconocer la obesidad como enfermedad crónica y multifactorial en España. De acuerdo con Victoria Buiza, portavoz de la Alianza por la Obesidad y presidenta de la asociación AB Híspalis Nacional, esto “no solo mejoraría la prevención y atención, sino que también impulsaría la investigación y la inversión en políticas de salud pública para abordar este creciente problema”. De este modo, asegura, “las personas con obesidad podremos formar parte de la Ley de Garantías y comenzaremos a ser pacientes reconocidos por el sistema sanitario español".
El estudio tiene el objetivo de identificar las barreras que obstaculizan el manejo de esta enfermedad. La doctora Irene Bretón, miembro de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), ha alertado de que la obesidad está claramente infradiagnosticada y que existe una coordinación inadecuada en la atención entre diferentes profesionales sanitarios y entornos clínicos. “En general hay una falta de individualización y personalización de la atención a las necesidades del paciente, también las emocionales, y una escasa información y formación sobre esta enfermedad y sus consecuencias”.
Una de las conclusiones que se extraen del informe es que, a pesar de que la evidencia científica respalda que se trata de una enfermedad crónica, las personas con obesidad tienden a infravalorar su condición real de peso, lo queprovoca un retraso significativo en la búsqueda de atención médica. El proceso diagnóstico también presenta desafíos, pues según los resultados obtenidos en el presente estudio, solo el 69% de los pacientes con obesidad recibe un diagnóstico.
A su vez, un tercio de los pacientes no ha recibido atención específica, y solo el 67% de ellos recibe algún tipo de atención sanitaria para la misma, estando atendidos por dos o tres especialistas de media. Las deficiencias en la coordinación y continuidad asistencial, así como la ausencia de un enfoque multidisciplinar integral, comprometen la calidad de la atención sanitaria.
Otro de los desafíos, que afecta negativamente a la calidad de la atención sanitaria y el bienestar de los pacientes, es la estigmatización en el ámbito sanitario. Este prejuicio surge de la percepción generalizada de que la obesidad es el resultado de una falta de voluntad y malos hábitos, además de estereotipos negativos relacionados con ella.
Todo ello evidencia que la obesidad es un desafío que apremia en la salud pública, por lo que la alianza estratégica, formada por trece organizaciones de pacientes y sociedades científicas, ha lanzado doce propuestas que se enfocan en una atención más efectiva y en la promoción de un enfoque integral de la enfermedad. El objetivo de esto es mitigar el impacto en la salud y el bienestar de las personas afectadas.
Entre las medidas, se encuentra potenciar el reconocimiento real de la obesidad como una enfermedad crónica, así como desarrollar campañas de concienciación y sensibilización sobre ella
Entre las medidas, se encuentra potenciar el reconocimiento real de la obesidad como una enfermedad crónica, así como desarrollar campañas de concienciación y sensibilización sobre ella. Desarrollar programas de educación y promoción de la salud en escuelas o realizar acciones de formación y concienciación para profesionales sanitarios es también fundamental.
Además, la Alianza propone implementar programas de detección precoz del exceso de peso de manera sistemática, establecer protocolos de diagnóstico integral y de tratamiento y seguimiento personalizados e integrales. También sugieren instaurar equipos multidisciplinares específicos para el abordaje de la obesidad, incorporar la cirugía bariátrica en las listas de priorización de los sistemas sanitarios o establecer protocolos de comunicación y coordinación entre los diferentes profesionales sanitarios.
Finalmente, Alianza por la Obesidad propone ampliar el acceso a la atención psicológica especializada y la terapia conductual y promover la corresponsabilidad del paciente a través de la información y educación sanitarias.