Un equipo del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha publicado este jueves una investigación sobre parásitos entéricos, enfermedad gastrointestinal y su influencia en población infantil asintomática. Los resultados del trabajo, llevado a cabo por investigadores del Laboratorio de Referencia e Investigación en Parasitología, se publican en Eurosurveillance.
Los parásitos entéricos Giardia duodenalis y Cryptosporidium spp. son causa frecuente de enfermedad gastrointestinal en todo el mundo, y afectan principalmente a poblaciones pediátricas y personas inmunodeprimidas. Su influencia es muy importante en áreas desfavorecidas de países en desarrollo, y la criptosporidiosis es la segunda causa de muerte -tras las infecciones por rotavirus- en menores de cinco años de edad. En países desarrollados como España, la giardiosis y criptosporidiosis son raramente mortales, pero en casos graves ambas enfermedades pueden asociarse con retraso psicomotor y cognitivo en niños infectados.
La capacidad para provocar enfermedades (patogenicidad) de Blastocystis sp. es todavía objeto de debate entre la comunidad médica
La capacidad para provocar enfermedades (patogenicidad) de Blastocystis sp. es todavía objeto de debate entre la comunidad médica. Este parásito del tipo protista se ha asociado con diversos trastornos intestinales, como diarrea y síndrome de colon irritable, y extraintestinales, como la urticaria, pero ''aún se desconoce en gran medida la influencia de estos enteroparásitos en población pediátrica asintomática'', señala David Carmena, uno de los autores del estudio e investigador de la Unidad de Toxoplasmosis y Protozoos Intestinales del Centro Nacional de Microbiología del ISCIII.
El estudio tiene por objetivo determinar la prevalencia de las infecciones asintomáticas por los parásitos Cryptosporidium spp., G. duodenalis y Blastocystis sp. en una amplia población de niños en edad escolar (más de 1.300 menores de entre 4 y 14 años) en Madrid, mediante el uso de técnicas moleculares, e investigar posibles factores de riesgo o de protección asociados a las infecciones por estos parásitos.
Los investigadores han descubierto que la presencia de estos parásitos entéricos potencialmente causantes de diarrea, principalmente G duodenalis, es común entre la población escolar aparentemente sana estudiada.
Según concluyen, los portadores que no muestran síntomas de enfermedad podrían tener un papel mucho más importante de lo estimado hasta el momento en la diseminación de patógenos causantes de diarrea a nivel comunitario. Además, explican que la transmisión inadvertida de estos patógenos en colegios y núcleos familiares ''supone un problema de salud pública en grupos de riesgo como los niños menores de cinco años, personas de edad avanzada e individuos inmunodebilitados''.
Como recomendación final, la investigación insiste en la importancia de la prevención. ''Las medidas preventivas, principalmente las prácticas de higiene personal como el lavado de manos, constituyen la opción más coste-efectiva para minimizar el riesgo de infección por estos parásitos''.