Francisco Salvador Pascual es, desde hace unos días, el nuevo presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), mandato que ejercerá durante dos años en una entidad que en 2023 cumple 28. Han peleado desde entonces por erradicar el consumo de tabaco al 100%, viendo como sociedad e instituciones han dado unos pasos a lo largo de los años que, sin embargo, “no llegan a cubrir ni de lejos” las necesidades que hay de erradicar “la causa más importante de morbimortalidad del mundo”.
Para ello, tienen elaborado desde hace dos años su famoso Plan Integral para la Prevención y Control del Tabaquismo (PIT). De hecho, el anterior presidente del CNPT, Andrés Zamorano Tapia, ya manifestó en una entrevista concedida a ConSalud.es en mayo de 2022 estar “ansioso” por ver cuando se publicaba el Plan. Año y medio después, los avances han sido prácticamente nulos y el PIT sigue “en el cajón del Ministerio”, critica ahora Salvador Pascual, a quien no le sirve como excusa la inestabilidad política que haya podido sacudir a España en los últimos meses.
“No podemos confiar en que porque gobierne un partido u otro vaya a haber acuerdos, y los problemas de salud deberían de estar por encima de estas vicisitudes. Sí que es cierto que fue la anterior ministra quien la guardó un cajón, no sabemos si por el interés que podía tener en su futuro político”, apunta el experto, quien, aunque reconoce que es difícil dejar constancia de hasta qué punto interviene, sí que tiene claro que hay un lobby importante en laindustria tabacalera que frena muchas veces las iniciativas.
"Se me cae la cara de vergüenza cuando algunas instituciones sanitarias intentan hacer ver que los cigarrillos electrónicos pueden ayudar a dejar de fumar"
“A mi esta dicotomía que surge de enfrentar salud y economía, y que muchas veces la economía salga ganando, me parece un error, porque la economía realmente no gana. Los gastos que derivan de la atención a los pacientes y las pérdidas de años de vida superan los creces los beneficios que puedan obtener unas cuantas personas”, insiste.
Francisco Pascual considera, de hecho, que esta batalla contra la industria tabacalera está todavía lejos de poder considerarse equilibrada. “Lo único que hemos conseguido en estos años es crear esa imagen nefasta de los paquetes, donde aparecen imágenes desagradables. Pero esto no ha sido disuasorio para su consumo para nada, porque el consumo entre jóvenes de 14 a 18 años sigue siendo del 27,5”, se lamenta. “Tampoco el incremento del precio deltabaco, porque tú vas a cualquier país europeo y el tabaco es mucho más caro. Y si al menos esos impuestos se revertiesen en la mejora de la calidad asistencial de las personas que tienen problemas con el tabaco… se beneficiarían la sociedad y las propias empresas, que estarían ayudando a compensar el daño que cometen”, añade.
Por todo ello, desde el CNPT ya han solicitado una reunión con la nueva ministra de Sanidad, Mónica García, a quien le piden que dé “un paso al frente” para precisamente hablar sobre la adopción de medidas en esta materia, después de considerar “decepcionante” la gestión de sus antecesores, José Miñones y Carolina Darias. “Existía un consenso unánime entre la comunidad sanitaria sobre el Plan Integral para la Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025, y su aprobación se paralizó de un día para otro sin que se dieran explicaciones al respecto”, corroboran lo dicho por su presidente en un comunicado.
CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS, EL GRAN FRENTE ABIERTO
Otra “asignatura pendiente” sobre las que incide el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, y que les obliga a tener constantemente actualizado su PIT, es el de los cigarrillos electrónicos. “Se ha incrementado en un 46%, y muchas de las personas que empiezan con cigarrillos electrónicos terminan consumiendo tabaco tradicional. ¿Quién está detrás de todo esto? Exactamente las mismas empresas, que, como saben que ahora está mal visto fumar tabaco tradicional por las campañas que se han hecho, van a otros sistemas para que la gente siga fumando”, denuncia Francisco Pascual, a quien a veces “se le cae la cara de vergüenza” cuando algunas instituciones sanitarias intentan hacer ver que los cigarrillos electrónicos son más saludables y que pueden ayudar a dejar de fumar o con los sitios en los que se suelen vender estos nuevos formatos.
“Si esto fuese un tratamiento, que se venda en las farmacias con prescripción facultativa y control exhaustivo. Pero como no lo es, se vende en supermercados y centros comerciales sin ningún tipo de control sanitario”, continúa el presidente del CNPT. “Es todo un juego de marketing, de cambiar la imagen. Cuando ves a alguien con un cigarrillo electrónico, realmente parece que está con un USB, y esto lo hace más atractivo para la sociedad del siglo XXI.”, insiste.
“Si los vapeadores fuesen un tratamiento, que los vendan en las farmacias”
Así, además de medidas como las comentadas de subir el precio del tabaco y del empaquetado neutro, la nueva junta directiva encabezada por el Doctor en Medicina por la Universidad de Elche propone otras medidas, como limitar la nicotina de los cigarrillos, arbitrar a las comunidades autónomas en los recursos y estructuras necesarias para el tratamiento o estudiar las posibilidades terapéuticas que existen. “De momento hay dos fármacos financiados, pero deberían de hacerse más investigación al respecto”, reivindica.
Ante todo ello, continúa denunciando el presidente del CNPT, tienen que luchar mediante campañas de prevención muy potentes, pero con muy pocos recursos por parte de la Administración Pública. Además, la implementación del PIT atañe a varios ministerios, por lo que necesitaría de una “ordenanza única” por parte de Moncloa. “Es la lucha de David contra Goliat”, sentencia Francisco Pascual.