El manejo del síndrome coronario agudo (SCA) cuenta con nuevas guías, que se han publicado durante el Congreso Europeo de Cardiología (ESC). Se trata de un documento de referencia para los cardiólogos que recoge, por primera vez en un mismo documento, recomendaciones relativas a todos los tipos de SCA. El ESC tuvo lugar entre el 25 y el 28 de agosto en Ámsterdam.
El SCA engloba al conjunto de afecciones que, de forma repentina, detienen o reducen de forma significativa el flujo de sangre al músculo cardiaco: la angina inestable y dos tipos de infarto agudo de miocardio: IAMCEST e IAMSEST, infarto de miocardio con elevación o sin elevación del segmento ST. Estos subtipos de SCA se definen según la gravedad de la reducción del flujo sanguíneo y sus consecuencias.
El tiempo es fundamental en estos casos ya que, cuando se obstruye una arteria que suministra sangre al corazón, cuanto más rápido se abra dicha arteria y se reestablezca el flujo, menos daño se produce en el músculo cardiaco. Es muy importante conocer los síntomas: el dolor en el pecho que dura más de 15 minutos y/o reaparece dentro de una hora debe alertarnos para pedir ayuda médica inmediata. Otros síntomas que deben alertarnos incluyen sudoración, dolor en el hombro o brazo y sensación de náuseas.
De forma errónea se cree que estas patologías afectan principalmente a los hombres, pero las mujeres también las sufren. Sin embargo, como ha subrayado el cardiólogo en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y uno de los directores de este documento, el doctor Borja Ibáñez, varios estudios han sugerido que los síndromes coronarios agudos no se reconocen ni se tratan lo suficiente en las mujeres.
Uno de los objetivos clave de estas guías es resaltar que los síndromes coronarios agudos abarcan un espectro amplio de condiciones
"Esto resulta preocupante porque, en general, las mujeres y los hombres deberían recibir los mismos tratamientos. Debemos hacer un esfuerzo para garantizar que las mujeres reciban atención basada en evidencia", ha declarado.
Uno de los objetivos clave de estas guías es resaltar que los síndromes coronarios agudos abarcan un espectro amplio de condiciones. Algunos pacientes tienen síntomas leves, mientras que otros presentan formas graves muy rápidamente.
Las guías ofrecen consejos detallados sobre el tratamiento, que incluye medicamentos anticoagulantes (terapia anticoagulante y antiplaquetaria). A la mayoría de los pacientes se les debe realizar una angiografía coronaria. Cuando una arteria que irriga el corazón está completamente obstruida, debe implantarse de forma urgente un stent en un centro especializado.
Los pacientes de zonas rurales, donde no hay cerca un centro especializado, pueden recibir tratamiento farmacológico intravenoso para disolver coágulos. Cuando no hay una obstrucción completa, las opciones de tratamiento son la implantación de un stent, una cirugía de derivación torácica abierta o únicamente tratamiento médico.
El tratamiento a largo plazo es crucial después de un síndrome coronario agudo, ya que los pacientes tienen un mayor riesgo de que se repita el evento. El manejo incluye medicamentos antiplaquetarios y un control agresivo de los niveles de colesterol.
Asimismo, los pacientes deben asistir a un programa de rehabilitación cardiaca supervisado donde se les alentará a adoptar cambios saludables en su estilo de vida, lo que incluye aumentar los niveles de actividad, llevar una dieta equilibrada, dejar de fumar y tomar medidas para abordar el estrés psicosocial, si es necesario. Esto reducirá las posibilidades de que se produzcan eventos recurrentes y mejorará su calidad de vida.
Estas guías enfatizan la necesidad de promover el cumplimiento terapéutico de los pacientes, para lo cual recomiendan el uso de la polipíldora cardiovascular que incluye fármacos fundamentales tras el infarto. Esta polipíldora ha demostrado aumentar la adherencia al tratamiento, traduciéndose en una reducción de eventos adversos a largo plazo.
También incluyen una nueva sección sobre el manejo en pacientes con cáncer, ya que estos tienen un riesgo elevado de sufrir síndromes coronarios agudos debido a factores de riesgo compartidos con las neoplasias, como el tabaquismo, el tipo de cáncer o el tratamiento con quimioterapia y radioterapia.
Asimismo, recomiendan una estrategia invasiva (por ejemplo, angiografía e inserción de un stent si es necesario) en pacientes con cáncer activo y una supervivencia esperada de al menos seis meses. También se recomienda una interrupción temporal del tratamiento contra el cáncer cuando se sospecha que contribuye a la aparición del síndrome coronario agudo.
En España han desarrollado redes asistenciales regionales de atención al SCACEST en un plazo de tiempo inferior a dos horas tras el inicio de los síntomas (angioplastia primaria), estrategia que ha conseguido disminuir significativamente la mortalidad.
La reciente Estrategia en Salud Cardiovascular del Sistema Nacional de Salud (ESCAV) señala que uno de los retos asistenciales actuales en la atención a los SCA es la mejora de la estratificación del riesgo
Sin embargo, a diferencia del SCACEST, la atención a los pacientes con SCA sin elevación del segmento ST (SCASEST) no es tan dependiente del tiempo. Por ello, a pesar de las recomendaciones científicas y los beneficios clínicos, muchos pacientes con SCASEST de riesgo no reciben una estrategia invasiva precoz debido a la percepción de que no tienen un riesgo suficientemente alto.
En este contexto, la reciente Estrategia en Salud Cardiovascular delSistema Nacional de Salud (ESCAV) señala que uno de los retos asistenciales actuales en la atención a los SCA es la mejora de la estratificación del riesgo y, en concreto, el tratamiento de los pacientes con SCASEST de alto riesgo.
La ESCAV considera que la experiencia de las redes asistenciales de atención al SCACEST sería de gran utilidad en su abordaje, realizando las adaptaciones de organización y logística necesarias para el manejo de estos pacientes, más numerosos y atendidos de forma más dispersa.
Este documento ha sido elaborado por el doctor Borja Ibañez y el doctor Robert Byrne, de Irlanda. Además, otro cardiólogo español, Xavier Rosselló, del Hospital Son Espases de Palma de Mallorca, ha participado como miembro del grupo que ha preparado este documento, ejerciendo como coordinador del mismo.