Un nuevo estudio en ratones realizado por investigadores de la Universidad de Copenhague, el Rigshospitalet y el Hospital Bispebjerg, todos en Dinamarca, revela que un mecanismo por el que las proteínas del cerebro son transportadas a un grupo particular de nervios sensoriales, hasta ahora desconocido, causa ataques de migraña. El descubrimiento podría allanar el camino para nuevos tratamientos para la migraña u otro tipo de dolor de cabeza. Es además el primero en demostrar que las proteínas liberadas desde el cerebro durante la migraña con aura son transportadas junto con el líquido cefalorraquídeo a los nervios transmisores de señales de dolor responsables de los dolores de cabeza.
"Hemos descubierto que estas proteínas activan un grupo de cuerpos de células nerviosas sensoriales en la base del cráneo, el llamado ganglio trigémino, que puede describirse como una puerta de entrada al sistema nervioso sensorial periférico del cráneo", aporta el postdoctorado Martin Kaag Rasmussen del Centro de Neuromedicina Traslacional de la Universidad de Copenhague, quien es el primer autor del estudio.
"Hemos descubierto que estas proteínas activan un grupo de cuerpos de células nerviosas sensoriales en la base del cráneo"
En la raíz del ganglio trigémino falta la barrera que habitualmente impide que las sustancias entren a los nervios periféricos, y esto permite que las sustancias del líquido cefalorraquídeo entren y activen los nervios sensoriales que envían señales de dolor, lo que produce dolores de cabeza. "Nuestros resultados sugieren que hemos identificado el canal primario de comunicación entre el cerebro y el sistema nervioso sensorial periférico. Se trata de una vía de señalización desconocida hasta ahora que es importante para el desarrollo de la migraña y que también podría estar asociada a otras enfermedades relacionadas con el dolor de cabeza", afirma la profesora Maiken Nedergaard, autora principal del estudio.
El sistema nervioso periférico está formado por todas las fibras nerviosas responsables de la comunicación entre el sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal) y la piel, los órganos y los músculos. El sistema nervioso sensorial, que forma parte del sistema nervioso periférico, es responsable de comunicar información sobre el tacto, el picor y el dolor al cerebro.
Los resultados del estudio ofrecen una idea de por qué la migraña suele ser unilateral, lo que ha sido un misterio para los científicos. "La mayoría de los pacientes sufren dolores de cabeza unilaterales y esta vía de señalización puede ayudar a explicar por qué. Nuestro estudio sobre cómo se transportan las proteínas desde el cerebro muestra que las sustancias no se transportan a todo el espacio intracraneal, sino principalmente al sistema sensorial del mismo lado, que es lo que causa los dolores de cabeza unilaterales", insiste Martin Kaag Rasmussen.
El estudio se realizó en ratones, pero también incluyó resonancias magnéticas del ganglio trigémino humano y, según los científicos, todo indica que la función de la vía de señalización es la misma en ratones y humanos y que también en los humanos las proteínas son transportadas por el líquido cefalorraquídeo. Utilizando técnicas de última generación como la espectrometría de masas, que puede detectar una amplia selección de proteínas en una muestra dada, los investigadores analizaron el cóctel de sustancias liberadas durante la fase de aura de un ataque de migraña, es decir, durante la fase de alteraciones visuales.
"Durante los ataques de migraña, la concentración del 11 por ciento de las 1.425 proteínas que identificamos en el líquido cefalorraquídeo cambió. De ellas, 12 proteínas que habían aumentado su concentración actuaron como sustancias transmisoras capaces de activar los nervios sensoriales", clarifica Martin Kaag Rasmussen.
"Esperamos que las proteínas que hemos identificado, además del CGRP, puedan utilizarse en el diseño de nuevos tratamientos preventivos para pacientes que no responden a los antagonistas del CGRP disponibles"
"Esto significa que cuando se liberan las proteínas, son transportadas al ganglio trigémino a través de dichas vías de señalización, donde se unen a un receptor de un nervio sensorial que transmite señales de dolor, activando el nervio y desencadenando el ataque de migraña que sigue a los síntomas del aura", manifiesta. Entre las proteínas identificadas por los investigadores se encuentra la CGRP, una proteína que ya se asocia con la migraña y que se utiliza en tratamientos existentes. Sin embargo, los investigadores también descubrieron una serie de otras proteínas que podrían abrir el camino a nuevas opciones de tratamiento.
"Esperamos que las proteínas que hemos identificado, además del CGRP, puedan utilizarse en el diseño de nuevos tratamientos preventivos para pacientes que no responden a los antagonistas del CGRP disponibles. El siguiente paso para nosotros es identificar la proteína con el mayor potencial", puntualiza Martin Kaag Rasmussen.
"En un primer momento, esperamos identificar las proteínas que desencadenan los fenotipos de la migraña. Luego procederemos a realizar pruebas de provocación en humanos para determinar si la exposición a una de las proteínas identificadas puede desencadenar un ataque de migraña", agrega el experto. "Es una buena idea comprobar si esta y otras proteínas pueden desencadenar ataques de migraña en humanos, porque si así fuera, podrían utilizarse como objetivos en el tratamiento y la prevención".