Científicos del Centro de Cáncer Lineberger de la Universidad de Carolina del Norte (UNC), en Estados Unidos, han descubierto una técnica para hacer que las células cancerosas pancreáticas dependan de una fuente de energía y luego se les prive de ella: un hallazgo que ha llevado a estudios clínicos de una nueva estrategia de tratamiento para uno de los cánceres más letales.
En un artículo publicado en la revista Nature Medicine, investigadores de Lineberger en UNC y otras instituciones colaboradoras informan sobre los resultados prometedores de estudios de laboratorio sobre una estrategia de tratamiento que obliga al cáncer de páncreas a depender de un tipo de producción de energía llamada autofagia, también conocida como auto-alimentación, las células reciclan sus propias partes para generar energía.
La autofagia es un proceso mediante el cual las células cancerosas reciclan materiales, los reutilizan como fuente de nutrientes
Los estudios preclínicos demostraron el beneficio de combinar un tratamiento que obliga a las células a depender más de la autofagia con otro compuesto que puede bloquear indirectamente esa misma vía de energía una vez que dependen de ella como combustible.
Sobre la base de estos hallazgos, los investigadores del Centro de Cáncer Anderson de la Universidad de Texas en Estados Unidos, están planeando un ensayo clínico de dos medicamentos para probar esta estrategia en pacientes con cáncer de páncreas.
El proyecto cuenta con el apoyo de una subvención de la Red de Acción contra el Cáncer Pancreático (PanCAN). Hallazgos similares de investigadores del Instituto de Cáncer Huntsman, publicados simultáneamente en un artículo en Nature Medicine, también llevaron a ensayos clínicos.
“La autofagia es un proceso mediante el cual las células cancerosas reciclan materiales; en lugar de simplemente deshacerse de ellos, los reutilizan como fuente de nutrientes”, dice Channing Der, profesor de la Facultad de Farmacología de Lineberger en UNC. “Lo que descubrimos es que, si se paraliza quizás la vía más importante para obtener energía, la glucólisis, la célula cancerosa realmente comienza a sufrir y aumenta la autofagia. Encontramos una manera de hacer que los cánceres pancreáticos sean más dependientes de la autofagia y, en consecuencia, más sensibles a un inhibidor de autofagia”, añade.