En la actualidad, 1 de cada 4 personas es alérgica. El pronóstico de los expertos para el año 2050 es que el 50% de la población será alérgica. Si bien tradicionalmente estas enfermedades del sistema inmune habían estado asociadas a la primavera, en los últimos años hemos observado cómo cada vez hay más personas sensibles a diferentes elementos: los granos de polen, a algunas proteínas de los alimentos, animales e insectos, medicamentos, factores externos como el polvo, etc.
En este marco, investigadores de la Universidad McMaster (Canadá) y la empresa farmacéutica danesa ALK-Abello A/S han logrado un descubrimiento revolucionario: una nueva célula que recuerda las alergias. Según las propias palabras de los investigadores, esta célula "guarda el recuerdo que luego provocará la reacción de nuestro cuerpo ante un alérgeno". Posteriormente, enviará el mensaje a nuestro organismo para que active nuestras defensas y así autoprotegernos.
"Todavía no se comprende completamente cómo se produce la alergia y cómo evoluciona hasta convertirse en una afección de por vida"
Este descubrimiento ofrece a los científicos e investigadores un nuevo objetivo en el tratamiento de las alergias y podría conducir a nuevas terapias. "A pesar de que las alergias son la enfermedad más prevalente en todo el mundo, todavía no se comprende completamente cómo se produce la alergia y cómo evoluciona hasta convertirse en una afección de por vida" declara un portavoz de la farmacéutica ALK.
La investigación, publicada en 'Science Translational Medicine', denomina a la nueva célula una célula B de memoria tipo 2 (MBC2). Para llegar a este descubrimiento, los investigadores crearon tetrámeros (un tipo de molécula fluorescente) a partir de alérgenos como el polen de abedul y el maní para localizar células B de memoria difíciles de encontrar. Los investigadores aprovecharon además muestras de ensayos clínicos de ALK con inmunoterapia sublingual en tabletas que permite secuenciar grandes cantidades de células B productoras de IgE.
Utilizando tecnología de vanguardia, como la transcriptómica unicelular y la secuenciación profunda de repertorios de genes de anticuerpos en muestras de ensayos clínicos, pudieron establecer conexiones directas entre MBC2 y la IgE, el tipo de anticuerpo que desencadena la reacción alérgica. Esto proporcionó el contexto necesario y finalmente reveló que el MBC2 era el hogar de la alergia. El descubrimiento de MBC2 ofrece a los científicos e investigadores un nuevo objetivo en el tratamiento de las alergias.