Dormir bien y evitar los 'vapers': así es la nueva 'checklist' para mejorar la salud cardiovascular

La American Heart Association ha actualizado los parámetros establecidos para promover un cambio de paradigma. Pasa de un enfoque dirigido únicamente al tratamiento de la enfermedad a uno que incluya la preserveración de la salud

Salud cardiovascular (Foto: Como https://comountronco.es/)
22 agosto 2022 | 17:45 h

Las enfermedades cardiovasculares se encuentran entre las principales causas de muerte en todo el mundo, destacando sus cifras en Occidente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se cobran 17,9 millones de vida cadaaño. En España, murieron 119.853 personas por causa cardiovascular solo en 2020, lo que supuso el 24,3% de los fallecimientos totales. 

Estas enfermedades constituyen un grupo de trastornos del corazón y los vasos sanguíneos que incluyen cardiopatías coronarias, enfermedades cerebrovaculares y cardiopatías reumáticas. Pese a que cada vez son más los esfuerzos en prevenir este tipo de patologías y actualmente hay tratamientos muy eficaces, un estudio reciente planteaba una previsión que disparaba los fallecimientos por este tipo de enfermedades entre 2025 y 2060.

Desde la American Heart Association han actualizado los parámetros establecidos para mantener una buena salud cardiovascular y así promover un cambio de paradigma que pase de un enfoque dirigido únicamente al tratamiento de la enfermedad, a uno que incluya la promoción y preserveración de la salud positiva a lo largo del curso de la vida en poblaciones e individuos. Esta 'checklist' recibe ahora la denominación de “Los 8 esenciales vitales”, en lugar de los anteriores 7 y es adaptable a todas las regiones occidentales.

La American Heart Association ha actualizado los parámetros establecidos para promover un cambio de paradigma 

La introducción del nuevo parámetro está relacionado con la duración del sueño y refleja los últimos hallazgos que vinculan la calidad de descanso con la salud general. Bien es cierto que estudios recientes han demostrado que los que duermen mejor, tienen menos factores de riesgo cardiovasculares, como el sobrepeso, la hipertensión o la diabetes tipo 2.

Además, lo otros criterios han sido actualizados dirigidos a lograr un envejecimiento saludable y así mejorar la salud cardiovascular a la vez que se disminuyen los riesgos de desarrollar enfermedades cardiacas y accidentes cardiovasculares. A continuación, te mostramos como ha quedado esta lista:

DIETA

Este parámetro no era tan sensible a las diferencias entre las personas, ni respondían a los cambios con el paso del tiempo en una sola persona. Por eso, la herramienta ha añadido una nueva guía para la valoración de la calidad de la dieta tanto en adultos como en niños, de forma individualizada o a nivel poblacional.

Para la última, se ha desarrollado una dieta contra la hipertensión basada en una alta ingesta de frutas, verduras, frutos secos y legumbres, granos integrales y lácteos bajos en grasas, y baja ingesta de sodio, carnes rojas y procesadas, y de bebidas azucaradas.

Para las personas, se usa un cuestionario de adherencia a dieta mediterránea. También se ha actualizado la valoración de los niveles de azúcar en sangre, para incluir las mediciones de hemoglobina glicosilada o de niveles de glucosa en sangre para personas con o sin diabetes tipo 1 o 2.

ACTIVIDAD FÍSICA

Este parámetro no ha sufrido ningún cambio y se sigue considerando que la actividad se mide por la cantidad total de minutos de actividad física realizada por semana. El nivel óptimo es 150 minutos de actividad física moderada o más por semana, o 75 minutos por semana de actividad física de alta intensidad para adultos; 420 minutos o más por semana para niños de 6 años o más.

EXPOSICIÓN A LA NICOTINA

El impacto del tabaquismo ha sido revisado para incluir los cigarrillos electrónicos que contienen nicotina, algo que afecta igualmente a la salud a largo plazo. También se ha añadido, de forma importante, la exposición al humo como fumador pasivo, tanto en adultos como en niños.

DURACIÓN DEL SUEÑO

En esta nueva recomendación, la American Heart Association recomienda dormir de siete a nueve horas diarias para los adultos. En el caso de los niños menores de cinco años, la hora de sueño ideales es de 10 a 16 horas. Para los mayores de esta edad se recomiendan de 8 a 12 horas.

ÍNDICE DE MASA CORPORAL

Este es otro de los parámetros que no han sufrido cambios sustanciales desde la versión anterior. El índice de masa corporal (IMC) continúa como un indicador razonable para evaluar las categorías de peso que pueden provocar problemas de salud. El IMC de 18,5 a 24,9 se asocia con los niveles más altos de salud cardiovascular.

Esta 'checklist' recibe ahora la denominación de “Los 8 esenciales vitales”, en lugar de los anteriores 7 y es adaptable a todas las regiones occidentales

Asimismo, destacan que los rangos de IMC y los riesgos de salud posteriores asociados con ellos pueden diferir entre las personas de diversos orígenes raciales o étnicos. Esto se alinea con las recomendaciones de la OMS para ajustar los rangos del IMC para personas de ascendencia asiática o de las Islas del Pacífico, ya que la evidencia reciente indica que su riesgo de padecer afecciones.

COLESTEROL Y TRIGLICÉRIDOS

Se ha añadido la valoración del colesterol no HDL como el parámetro de preferencia, más que el colesterol total. Este cambio se debe a que el colesterol no HDL puede ser medido sin estar en ayunas, aumentando las posibilidades de medición, además de poder ser calculado de forma fiable para todos los individuos.

GLUCEMIA

Esta métrica se amplió para incluir la opción de lecturas de hemoglobina A1c o niveles de glucemia para personas con o sin diabetes tipo 1, diabetes tipo 2 o prediabetes. Esto se debe a que, la hemoglobina A1c puede reflejar mejor el control glucémico a largo plazo en personas con diabetes.

PRESION ARTERIAL

Los criterios de presión arterial permanecerán sin cambios con respecto a las pautas de la Asociación anteriores, considerando niveles inferiores a 120/80 mmHg como óptimos, y la hipertensión se definió como una presión sistólica de 130 a 139 mmHg (el número superior en una lectura) o una presión diastólica de 80 a 89 mmHg (número inferior).

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