“Mi bebé de 2 años tiene cáncer. En febrero nos dieron la peor noticia que pueden darte: “Su hijo tiene leucemia””. Así comienza la petición de Tania Murcia, una madre que ha pedido a través de Change.orgpoder acompañar a su bebé al quirófano para reducir el desafío emocional que esto supone.
Desde que le diagnosticaron leucemia, el hijo de Tania está en tratamiento y, constantemente, acudiendo al quirófano para someterse a quimioterapia. “Cada vez que le toca, tanto para él como para nosotros, supone un desafío emocional”, detalla Tania. “Es muy duro ver a tu bebé rodeado de aparatos médicos y saber que está sufriendo”, insiste.
“Cuando nos enteramos de que en nuestro hospital no podíamos pasar con él a quirófano o a la sala de procedimientos para la anestesia no nos lo podíamos creer”
El hijo de Tania está ingresado en el Hospital Gregorio Marañón y, según cuenta, en este centro madrileño no permiten que madres y padres acompañen a sus hijos al quirófano. “Cuando nos enteramos de que en nuestro hospital no podíamos pasar con él a quirófano o a la sala de procedimientos para la anestesia no nos lo podíamos creer”, comenta Tania.
“No te puedes imaginar lo duro que es esto de por sí y el miedo terrible que se siente por dentro, como para que, además, tengamos que dejar una y otra vez a nuestro bebé en manos de desconocidos, llorando porque no entiende por qué sus padres le dejamos allí solo y no entramos con él”, detalla la madre del paciente.
Además, tal y como explica la madre del niño, no existe un criterio médico que obligue este protocolo. “Esto no es así en otros centros hospitalarios de la misma comunidad”, indica, porque, como detalla en su petición, en el Hospital La Paz, los padres sí pueden estar al lado de sus hijos tanto en el quirófano como en la sala de procedimientos hasta que la anestesia haga efecto.
“Tras pasar por un quirófano muchos niños pueden sufrir pesadillas o ansiedad por la separación de su madre, padre, o, de repente, tener trastornos en la alimentación o no controlar el pis”
Tania utiliza como fuente la American Journal of Anesthesiology para justificar que, el estrés al que se someten los niños que enfrentan estas situaciones, puede afectar negativamente en su recuperación. Además, cita la madre del paciente, “tras pasar por un quirófano muchos niños pueden sufrir pesadillas o ansiedad por la separación de su madre, padre, o, de repente, tener trastornos en la alimentación o no controlar el pis”.
En cualquier caso, y aunque los profesionales sanitarios faciliten el proceso, “un niño siempre preferirá tener ahí a su mamá o a su papá”, pone hincapié Tania. “Además, a veces se complica incluso para los médicos, porque los niños se ponen todavía más nerviosos y no se dejan hacer”, puntualiza.
Por estos motivos, Tania pide a la Consejería de Sanidad de Madrid que “estandarice los criterios para que en todos los hospitales públicos de la comunidad de Madrid los bebés y los niños tengan derecho a estar con su padre o su madre en quirófano/sala de procedimientos hasta que estén completamente anestesiados. Y evidentemente siempre cumpliendo con las normas y ropa reglamentaria necesarias”.
“Nuestros hijos merecen sentirse seguros siempre, y cuando se trata de situaciones médicas así de difíciles, todavía más. Firma esta petición para apoyarnos, por favor”, concluye Tania en su petición de Change.org.