La mayoría de los medicamentos antiepilépticos llevan una advertencia de que tomar este fármaco puede aumentar el riesgo de suicidio, pero un estudio del Centro Integral de Epilepsia de la Universidad Thomas Jefferson (Estados Unidos) ha descubierto que esta alerta no se aplica a muchos medicamentos antiepilépticos.
Este análisis, publicado en la revista 'JAMA Neurology', no ha revelado ninguna evidencia de que los medicamentos antiepilépticos desarrollados recientemente aumenten el riesgo de suicidio.
"El enfoque que ha adoptado la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) es preocupante tanto para los médicos como para los pacientes porque no está basado en la evidencia", afirma el líder del estudio, Michael Sperling.
En 2008, la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) analizó los resultados de casi 200 ensayos clínicos que evaluaban la eficacia de muchos medicamentos, entre ellos 11 antiepilépticos. El análisis reveló que, en comparación con el placebo, los antiepilépticos casi duplicaban el riesgo de suicidio entre los pacientes que recibían tratamiento para la epilepsia, los trastornos psiquiátricos y otras enfermedades, incluido el dolor crónico. La FDA concluyó que los antiepilépticos aumentan el riesgo de suicidio.
Los ensayos de fármacos antiepilépticos desde que se emitió la advertencia han tenido cuidado de evaluar la tasa de suicidio, pero también han excluido a las personas con antecedentes de ideación suicida
Sin embargo, los análisis posteriores no encontraron los mismos resultados. Aún así, como resultado del estudio de la FDA, todos los medicamentos antiepilépticos aprobados desde 2008 llevan una advertencia de suicidio.
La advertencia afectó a la forma en que se desarrollan los nuevos fármacos, lo que a su vez repercutió en el tratamiento de los pacientes. Los ensayos de fármacos antiepilépticos desde que se emitió la advertencia han tenido cuidado de evaluar la tasa de suicidio, pero también han excluido a las personas con antecedentes de ideación suicida. Esto significa que los resultados de los ensayos son difíciles de extrapolar al tratamiento de los pacientes.
"Ahora, cuando llega a mi consulta un paciente con epilepsia y antecedentes de ideación suicida, no sé nada sobre si algún fármaco que podría recetar es especialmente arriesgado para ese individuo o no", apunta el doctor Sperling.
Otra preocupación es que los pacientes puedan ser reacios a empezar o seguir tomando medicamentos antiepilépticos debido a la advertencia. Sin embargo, para los pacientes con epilepsia, el hecho de no tomar sus medicamentos podría significar más convulsiones y un riesgo de morir por el aumento de las mismas.
SIN PRUEBAS DE UN MAYOR RIESGO DE COMPORTAMIENTO SUICIDA
En este trabajo, los investigadores revisaron todos los ensayos clínicos de fase II y III, aleatorizados y controlados con placebo, de cinco nuevos medicamentos antiepilépticos (eslicarbazepina, perampanel, brivaracetam, epidiolex y cenobamato) aprobados por la FDA desde 2008 que evaluaron la suicidalidad. En total, evaluaron los resultados de 17 estudios en los que participaron casi 6.000 pacientes.
No encontraron pruebas de un mayor riesgo de pensamiento o comportamiento suicida en los cinco fármacos. El pensamiento o la conducta suicida se produjo en 12 de los 4.000 pacientes tratados activamente en el ensayo (0,3%) y en siete de los casi 2.000 pacientes tratados con placebo (0,35%).
"Nuestros resultados indican que la advertencia inespecífica de suicidio para todos los medicamentos contra la epilepsia simplemente no es justificable. Los resultados no son sorprendentes. Los distintos fármacos afectan a las células de forma diferente. Así que no hay razón para esperar que todos los fármacos aumenten el riesgo de suicidio en todos los pacientes", concluye Sperling.