Un total de 28 niños ucranianos con tratamiento oncológico llegaron el viernes pasado, 11 de marzo, a España aterrizando en Madrid por la tarde y huyendo de la guerra en Ucrania. Esos niños fueron llevados a cuatros hospitales de la región que cuentan con servicios de oncología pediátrica: La Paz, el Gregorio Marañón, el 12 de Octubre y el Niño Jesús. Allí se les realizó el triaje, para ver sus condiciones, qué tratamientos necesitaban y si tenían que ser ingresados. Unas primeras pruebas con las que empezaron las primeras horas de tratamiento en nuestro país, que se espera que se alargue meses, como el propio conflicto de Rusia y Ucrania.
El viernes supuso un ir y venir de médicos, enfermeros, jefes de servicios, e incluso gerentes por los diferentes hospitales para tener todo preparado ante la llegada de un grupo extraordinario de pacientes. También aparecieron voluntarios para ayudar con el idioma y se dio mano al móvil para poder comunicarse a través de traductores. “Fue un poco estresante, las historias médicas llegaron unas horas antes en ucraniano y mientras las traducían al inglés y luego las recogíamos al español tuvimos que ir otro equipo a recogerlos a Torrejón”, explica dos días después a Consalud.es la Dra. Ruth Vera,jefa de Onco-hematología Pediátrica del Hospital General Universitario Gregorio Marañón. “Nos hemos tenido que organizar un poco y trabajar de forma extraordinaria para tener todo preparado”, añade también por teléfono la Dra. Vanesa Pérez Alonso, jefa de Pediatría del Hospital Universitario 12 de Octubre.
“Nos ha sorprendido gratamente que los niños estaban perfectamente tratados con tratamientos avanzados acordes a la investigación en oncología pediátrica actual”, indica la Dra. Vera
Cinco niños han sido trasladados a cada uno de los dos hospitales. “Nosotros teníamos en principio que recibir seis, pero uno perdió el vuelo”, señala la Dra. Vera. Los niños tenían un diagnóstico de cáncer y habían recibido de forma centralizada en Kiev el tratamiento indicado para su patología. “Nos ha sorprendido gratamente que los niños estaban perfectamente tratados con tratamientos avanzados acordes a la investigación en oncología pediátrica actual. Se les había administrado una buena medicina”, indica la Dra. Vera. Algo en lo que también coincide la Dra. Pérez, “los tratamientos eran bastantes parecidos a los de aquí, pero a partir del 24 de febrero se les dio de alta y dejaron de recibirlos”.
LA GUERRA PARÓ SUS TRATAMIENTOS
El miércoles 23 de febrero se comenzaron a producir grandes movimientos de unidades en la frontera de Ucrania con Bielorrusia, también en la frontera rusa. Al día siguiente en España amanecíamos con la noticia de que las tropas de Putin habían entrado en Ucrania a la zona de Chernóbil y de Chernígov, a unos 90 kilómetros de la capital del país, Kiev. El 25 de febrero llegaban a situarse a escasos 20 kilómetros de la capital.
El rápido avance de los soldados hacia Kiev llevó al gobierno ucraniano a iniciar las evacuaciones y desalojos. Uno de los lugares desalojados fue el hospital donde los niños con cáncer de diferentes partes del país son tratados de forma centralizada. Los pequeños, independientemente de su condición, recibieron el alta para poder ponerse a refugio de las bombas que caían sobre la ciudad. “Desde entonces han sufrido un parón en el tratamiento que ahora a lo largo de esta semana vamos a reiniciar”, explica la Dra. Vanesa Pérez.
Llegados a España lo primero que hicieron en los hospitales es una prueba Covid y unos análisis de sangre para ver que todo estuviera correctamente. “Estuvimos cuatro personas con los niños. Son pacientes muy complicados, hay que diagnosticarles, conocer la fase de la enfermedad y los tratamientos que están tomando y que precisan. No hablamos de un catarro”, señala la Dra. Ruth Vera, del Gregorio Marañón. “Estaban todos bien pero dejamos uno de los niños ingresados porque tiene una patología más seria que precisa de más medicación y en los últimos días se le había desajustado al no recibir el tratamiento”, continúa. El niño se encuentra ingresado acompañado por su familia.
Este lunes han vuelto todos al hospital para hacer pruebas más exhaustivas: cardiología, nefrología, analíticas clínicas...
En el 12 de Octubre se realizaron unas primeras pruebas el viernes para ver que todo estuviera bien. Tras salir negativos en Covid-19 y las analíticas correctas sin necesidad de trasfusiones, los niños fueron con su familia a pasar el fin de semana en la habitación de hotel donde se les ha destinado. Este lunes han vuelto todos al hospital para hacer pruebas más exhaustivas: cardiología, nefrología, analíticas clínicas... “Llevan toda la mañana dando vueltas por el hospital”, señala animada la jefa de Oncología Pediátrica del centro.
Todavía no tienen los resultados, pero en las nuevas pruebas Covid ha salido una niña positiva. Se encuentra bien, asintomática, pero ha tenido que ser ingresada en el hospital para ver su evolución y aislada. “Su madre se encuentra con ella”.
SEGUIMIENTO, INGRESOS Y MESES DE TERAPIAS
Las expertas calculan que los niños estarán en España durante unos meses, en realidad, hasta que finalice el conflicto y puedan volver a Kiev. Durante estos meses aquellos niños que tengan una mejor situación recibirán atención ambulatoria. "Les administraremos la quimioterapia o les daremos la atención que precisen en hospital de día”, indica la Dra. Vera. Y en el momento en el que precisen ser ingresados se les llevará a una habitación de la planta de Oncología Pediátrica con su familia, pudiendo quedarse a dormir siempre los padres o algún familiar. “Cuentan con cama y se les da desayuno, comida y cena”, apunta la doctora.
Los niños que han llegado se encuentran en distintas fases del cáncer y del tratamiento. De hecho, según indica la Dra. Vera, hay niños que vienen en periodos de tratamiento iniciales y les “quedan muchos meses de tratamientos”. Durante los siguientes meses y hasta que puedan volver a sus países o se curen “les ofreceremos el mejor servicio y atención con la que contamos en la Comunidad de Madrid”, concluye la Dra. Vanesa Pérez. En las próximas semanas se calcula que llegarán más niños ucranianos con cáncer, hasta un centenar, a España.