Los deportes de invierno, que tantos aficionados tienen, se ejecutan en condiciones meteorológicas adversas y las caídas son bastante frecuentes en su mayoría, por la velocidad y el suelo resbaladizo a causa del hielo.
En este marco, profesionales del Instituto de Rehabilitación Neurológica del HospitalVithas Valencia Consuelo han resaltado la trascendencia de practicar deportes invernales con todas las medidas de seguridad ya que, aunque son numerosas las investigaciones respaldan la eficacia del casco para reducir de manera significativa la probabilidad de sufrir traumatismos craneales, aunque se considere altamente recomendable, su uso no es obligatorio en España.
Por este motivo, han hecho hincapié en que situaciones impactantes como la vivida por Michael Schumacher, aunque parezcan excepcionales, son lamentablemente más frecuentes de lo que se piensa. Un ejemplo cercano es el caso de Germán, un joven valenciano que con sólo 17 años sufrió un grave traumatismo craneoencefálico, mientras esquiaba, y experimentó secuelas significativas a nivel motor, cognitivo y conductual.
Según explica la doctora Belén Moliner, directora médica del Instituto de Rehabilitación Neurológica de Vithas, “cuando Germán inició el tratamiento neurorrehabilitador en el Hospital Vithas Valencia Consuelo, presentaba una afectación en el lenguaje, dificultades neurocognitivas y hemiparesia o dificultad para movilizar la parte derecha de su cuerpo, que le obligaba al uso de silla de ruedas para sus traslados”. Además, necesitaba ayuda “para todas las actividades de autocuidado e higiene personal”.
En la actualidad, “es independiente para todas estas actividades, así como para aquellas instrumentales o de vida en sociedad, que implican la toma de decisiones y la resolución de conflictos, se desplaza de manera totalmente autónoma y ha retomado su actividad académica”.
"Estas lesiones pueden desencadenar alteraciones a nivel neurocognitivo, lingüístico, motor y emocional, entre otras dificultades”
Según la doctora Moliner, "las secuelas de lesiones vasculares cerebrales y fracturas craneales pueden tener repercusiones notables en las capacidades funcionales de quien las experimenta". Y, puntualiza, “que estas lesiones pueden desencadenar alteraciones a nivel neurocognitivo, lingüístico, motor y emocional, entre otras dificultades”.
Asimismo, ha destacado la importancia “de reconocer incluso los síntomas leves de este tipo de lesión, como dolor de cabeza, mareo, náuseas o confusión y de buscar siempre una atención sanitaria adecuada para evitar complicaciones a largo plazo”. También es muy relevante contar “con una valoración en una unidad especializada en neurorrehabilitación” ya que "incluso un traumatismo cerebral leve aparentemente sin secuelas, puede tener implicaciones en el funcionamiento de la persona a largo plazo, que no sean detectadas en un primer momento, pero que se evidencien con el paso del tiempo en forma de pequeñas dificultades de memoria, mayor fatiga mental a medida que discurre el día, mayor lentitud para procesar la información o pequeños cambios en el carácter, entre otros aspectos".
Afortunadamente, la experta también señala que el enfoque integral de la neurorrehabilitación demuestra que, sin importar la gravedad de la lesión, se observa una significativa reducción en el grado de discapacidad con la atención adecuada. Específicamente, en lo que respecta a traumatismos craneoencefálicos vinculados a deportes de nieve, Moliner asegura que “la aplicación de un tratamiento temprano, personalizado y multidisciplinar, es decir, abordando las distintas áreas afectadas con un objetivo funcional común, ha permitido disminuir la dependencia hasta en un 90% en todos los casos tratados en sus centros”.
Finalmente, y con el objetivo de promover la seguridad en las actividades deportivas invernales, los especialistas en neurorrehabilitación de Vithas han instado a “mantener el control, utilizar siempre un equipo de protección adecuado, estar siempre alerta al entorno y recordar que las condiciones de la nieve pueden cambiar repentinamente, así como no olvidar la presencia de otros esquiadores”. Y, ante una posible conmoción cerebral, subrayan “la urgencia de buscar atención médica de inmediato y la necesidad de no subestimar nunca la gravedad de la situación”.