Neuropatías: frecuentes, crecientes y con una respuesta terapéutica en ascenso

Las neuropatías son unas patologías provocadas por un daño en el nervio que produce dolor a los pacientes y debilidad. Con diferentes causas y pudiendo afectar a cualquier parte del sistema nervioso periférico, existen muchos retos en su abordaje

Médico en consulta (Foto. Freepik)
6 mayo 2022 | 00:00 h
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Hormigueo en una zona específica del cuerpo, quemazón, escozor… pinchazos, calambres eléctricos… intolerancia al frío, al roce del agua, de la ropa o de las sábanas… o tener “el volcán de La Palma en la cara”… ese es el dolor que produce una neuropatía, es decir, una disfunción del sistema nervioso periférico. Bien a causa de un traumatismo, de una postura mantenida en el tiempo, de un tumor, de una intervención quirúrgica, de una infección, de un proceso inflamatorio o por motivos que no llegan a ser totalmente esclarecidos, un nervio o varios sufren un daño, una degeneración o una lesión que provoca entre otros síntomas el dolor definido, además de poder producido pérdida de la función del nervio.

Por el estilo de vida actual, caracterizado mayoritariamente por sedentarismo y trabajos en oficina, una de las neuropatías más comunes es la del síndrome de túnel del carpo, señala a Consalud.es el Dr. Juan Francisco Gonzalo, neurólogo de la Unidad de Enfermedades Neuromusculares del Hospital Universitario 12 de Octubre. “La compresión continuada del nervio mediano en el llamado túnel carpiano produce hormigueos en los dedos y dolor que se acentúa mucho por las noches, mientras uno está durmiendo”, explica.

Y dentro de las neuropatías producidas por enfermedades, la más común es la diabética. La diabetes mellitus, como una patología metabólica crónica, puede producir una “degeneración progresiva simétrica y distal de las fibras nerviosas periféricas por lesiones microvasculares a consecuencia de la hiperglucemia crónica”, indica el Dr. Alan Juárez-Belaúnde, coordinador del Grupo de Estudio sobre Dolor Neuropático de la Sociedad Española de Neurología.

Las secuelas resultantes de las lesiones en los nervios son irreversibles

Ante el aumento de estas dos situaciones, un mayor sedentarismo que actualmente afecta a un 31% de la población mundial y la diabetes que afecta a 460 millones de personas en el mundo, alrededor de un 9% de la población mundial, las neuropatías son un problema frecuente y creciente, manifiestan ambos expertos. Y aunque existen tratamientos y estrategias eficaces para resolver algunas de las neuropatías, muchas no tienen todavía alternativa terapéutica.

SIN RESPUESTA TERAPÉUTICA EFECTIVA, POR EL MOMENTO

Las secuelas resultantes de las lesiones en los nervios, por otro lado, son irreversibles, por eso es importante detectar lo que sucede cuanto antes. Dependiendo de las causas, si se llegan a conocer, ya que el 20-30% de las polineuropatías no tienen un origen claro, las neuropatías pueden contar con tratamiento o no. El daño producido por un tumor o una compresión se trata a través de cirugía, fármacos o rehabilitación. Sin embargo, señala el Dr. Gonzalo, la mayoría de las neuropatías hereditarias no tienen tratamiento, y solo algunas como la polineoropatía amiloidótica familiar, una enfermedad rara que sufre una cada millón de personas, tienen una alternativa terapéutica. “En este punto es importante recordar que hace 20 años no había tratamiento para estas neuropatías”.

Los síntomas derivados, por su parte, se pueden tratar como el caso del dolor o los calambres, pero la pérdida de la función, si se da, no se cura. “En el caso de los dolores neurálgicos (calambres eléctricos instantáneos) pueden desaparecer por completo con tratamiento, pero la mayoría de los dolores no desaparecen, simplemente aminoran un poco”, continúa el Dr. Juan Francisco Gonzalo.

El dolor tiende a ser crónico, es decir, durar más de tres meses, y solo un 50% suele aliviarse con uno o dos fármacos

El dolor neuropático es el síntoma más incapacitante y difícil de tratar, coincide el Dr. Juárez-Belaúnde. Es necesario un tratamiento multidisciplinar con fármacos y con terapias no farmacológicas. “Los fármacos no son los usualmente utilizados para el tratamiento del dolor nociceptivo común, sino otros, inicialmente desarrollados para otras indicaciones, como antiepilépticos, antidepresivos o tratamientos locales para dolores localizados con parches de lidocaína o capsaicina”.

El tratamiento más allá de un medicamento tanto del síntoma como de la causa para mejorar la calidad de vida, principalmente porque el dolor tiende a ser crónico, es decir, durar más de tres meses, y solo un 50% suele aliviarse con uno o dos fármacos. “El que el dolor neuropático sea un problema tan frecuente y de prevalencia creciente, con todavía pobre respuesta terapéutica, hace que sea uno de los campos de estudio y de desarrollo de nuevos fármacos más importantes en el momento actual”, celebra el experto de la SEN.

Con todo lo existente, actualmente el abordaje de esta patología se está centrando en desarrollar unidades neuromusculares para el diagnóstico y tratamiento de los pacientes, potenciar las unidades del dolor e investigar terapias sobre el origen y la cronificación del daño. “Estamos asistiendo, y en el futuro todavía más, de nuevas terapias que están cambiando el panorama de enfermos antes intratables como la polineuropatía amiloidótica familiar asociada a la transtirretina”, concluye el Dr. Juárez-Belaúnde.

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