La percepción subjetiva que cada persona tiene al respecto de su propia salud es una medida útil para conocer las necesidades sanitarias de la ciudadanía. No obstante, se trata de una medida que tiene muchas variaciones en función de la edad o incluso de las condiciones sociales.
En el caso de Europa, la mayor parte de la población de 16 años o más, el 67,9%, percibía su salud como buena o incluso muy buena el pasado año. Así lo ha dado a conocer la entidad estadística europea 'Eurostat' en su informe 'Cifras clave sobre las condiciones de vida, edición 2024'.
Por el lado contrario, están las personas que no perciben su salud de manera tan positiva. Concretamente, el 8,8% de la población europea percibe su salud como muy mala o mala; y el 23,3% restante la califica como "regular".
El 8,8% de la población europea percibe su salud como muy mala o mala
Respecto a los determinantes sociales, el nivel educativo es uno de los condicionantes a la hora de autopercibir nuestra salud. Por ejemplo, el 56,1%, más de la mitad las personas con un nivel bajo de educación, perciben que su salud era muy buena o buena. La proporción es del 68,4% en el caso de las personas con un nivel de educación medio y del 79,6% en el caso de las personas con un nivel de educación alto.
Dentro de la percepción de la salud que tendría cada persona, encontramos otro importante indicador: las necesidades en materia de atención sanitaria que no están satisfechas. En este caso, tendríamos que el 2,4% de los europeos sienten que no reciben la atención que necesitan. Las razones pueden ser muchas: desde vivir demasiado lejos, no disponer de dinero o hasta las listas de espera.
Dado que el dinero es una de las razones por las que la ciudadanía cree que no recibe la atención que necesita, cabe preguntarse cuál sería el gasto real que hacen las familias europeas en salud. Aquí se incluirían los medicamentos, los aparatos y equipos o los propios servicios hospitalarios o ambulatorios.
El nivel educativo es uno de los condicionantes a la hora de autopercibir nuestra salud
Según los datos del organismo europeo, el gasto medio por hogar en sanidad es de 810 euros por habitante en Europa. Si bien esta es una media, tenemos que tener en cuenta que no todos los países tiene el mismo gasto. De hecho, vemos desde menos de 400 euros por habitante en Eslovaquia, Hungría y República Checa, hasta 1.500 euros por habitante o más en Luxemburgo y Bélgica. En nuestro país, el gasto sería de entre 600 y 750 euros.
Este informe sobre las condiciones de vida también hace hincapié en la distribución de la pobreza en función del estado de la salud. En este caso, se observa que más de la mitad (50,6%) de las personas tiene sobrepeso. No obstante, la proporción de personas con sobrepeso es notablemente menor entre las personas con un alto nivel de estudios: 43,1% frente al 54,1 %.
Finalmente, otro indicador que impacta de lleno en la vida de las personas, según el informe, es la discapacidad. Los datos indican que hasta el 10,1% de las personas con una discapacidad reconocida están en riesgo de sufrir pobreza.