Las mutaciones del ADN mitocondrial podrían predecir el párkinson

Un estudio del CSIC ha analizado la relación del trastorno de conducta del sueño en fase REM con el párkinson para esclarecer si el mal funcionamiento mitocondrial es consecuencia del párkinson o es previo

Fibroblasto de paciente de párkinson, con mitocondrias (verde) y fragmentos de mitocondrias dañadas (rojo) (Foto: IIBB-CSIC)
25 marzo 2024 | 12:40 h
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El trastorno de conducta del sueño durante la fase REM consiste en una alteración de la fase de sueño profundo, y se considera un estadio inicial de la enfermedad de Parkinson. La alteración de la fase de sueño profundo se caracteriza por la falta de relajación muscular y la ejecución de movimientos bruscos y violentos de las extremidades y el tronco, que pueden estar relacionados con sueños agresivos.

Al cabo de los años, muchos pacientes con este trastorno acaban desarrollando párkinson o demencia de cuerpos de Lewy, razón por la cual se considera que podría ser un estadio temprano de estas enfermedades. En ambas enfermedades, se forman unos depósitos redondos y anormales de proteína en el cerebro, llamados cuerpos de Lewy, asociados a la muerte de las neuronas.

Por su parte, la enfermedad de párkinson se asocia a una disfunción en las mitocondrias, orgánulos encargados de suministrar energía a las células. Hasta ahora, ciertos estudios lograron demostrar que en el líquido cefalorraquídeo de pacientes de párkinson se observa que el ADN mitocondrial presenta defectos, lo que sería un indicador de ese funcionamiento defectuoso. Sin embargo, aún no se ha esclarecido si ese mal funcionamiento mitocondrial es una consecuencia de la enfermedad de párkinson o es previo, y es una de las causas de la enfermedad.

Ramón Trullás: “Hemos encontrado que los pacientes con trastorno de la conducta del sueño en fase REM tienen niveles más altos de ADN mitocondrial con deleciones en comparación con el grupo control”

En este contexto, investigadores del CSIC, el Hospital Clínic-IDIBAPS y la Universidad de Barcelona han analizado muestras de 71 pacientes con trastornos de conducta del sueño en la fase REM. El estudio, que ha sido publicado en la revista eBioMedicine, del grupo The Lancet, ha mostrado que los pacientes con este tipo de trastorno presentan en el líquido cefalorraquídeo niveles elevados de ADN mitocondrial con deleciones, mutaciones en las que la secuencia de ADN ha perdido algún fragmento del material genético, que actúan como mecanismo molecular primario del proceso neurodegenerativo asociado a la aparición de los síntomas motores y cognitivos del párkinson.

La supervivencia de las neuronas depende de la energía que proporcionan las mitocondrias, orgánulos intracelulares que poseen su propio ADN para funcionar correctamente. La presencia de ADN mitocondrial circulante con deleciones indica que las mitocondrias no pueden proporcionar la energía suficiente para que las neuronas mantengan su actividad y supervivencia a largo plazo.

Para llevar a cabo la investigación, el equipo ha colaborado con la Unidad de trastornos del sueño del Hospital Clínic de Barcelona para analizar muestras de 71 pacientes. De ellos, 34 fueron diagnosticados con trastorno de conducta del sueño durante la fase REM y, años después, desarrollaron la enfermedad de Parkinson o demencia de cuerpos de Lewy. Además, 17 fueron diagnosticados también con trastorno de conducta del sueño en fase REM, pero permanecieron libres de enfermedad. Los otros 20 restantes conformaban un grupo de control sin trastorno de conducta del sueño.

Margalida Puigròs: “Los pacientes con trastorno de conducta del sueño en fase REM presentaron más ADN mitocondrial circulante con deleciones en el líquido cefalorraquídeo que el grupo de control”

“Hemos encontrado que los pacientes con trastorno de la conducta del sueño en fase REM tienen niveles más altos de ADN mitocondrial con deleciones en comparación con el grupo control”, apunta Ramón Trullás, profesor de investigación del CSIC y líder del grupo de CIBERNED Mecanismos moleculares de neurodegeneración.

“Los pacientes con trastorno de conducta del sueño en fase REM, tanto los que desarrollaron párkinson posteriormente como los que no, presentaron más ADN mitocondrial circulante con deleciones en el líquido cefalorraquídeo que el grupo de control”, explica Margalida Puigròs, investigadora del IIBB-CSIC y primera autora del trabajo.

Sin embargo, aclara que el hallazgo más relevante es que se ha observado que la cantidad de ADN con deleciones está relacionada con el tiempo en que los pacientes con trastorno de conducta del sueño tardarán en manifestar los síntomas clínicos del párkinson. Esto quiere decir que, a más deleciones, antes aparecerá la enfermedad. Los resultados sugieren que la disfunción del ADN mitocondrial es un mecanismo molecular primario de la cascada fisiopatológica que precede a la manifestación clínica motora y cognitiva del párkinson.

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