El Ministerio de Igualdad ha publicado este miércoles su informe sobre la Encuesta Europea de Violencia de Género, en la que han participado 27 países de la unión. Los datos son claros: del total de mujeres residentes en España que tienen entre 16 y 74 años, y que han tenido pareja alguna vez, se estima que el 28,7% (4.806.054 mujeres) ha sido víctima de algún tipo de violencia de género. Uno de los datos más llamativos del informe es a quién acuden las mujeres en estos tipos de situaciones, y los profesionales sanitarios tienen un papel clave.
Si bien la mayoría de las mujeres (68,7%) que han sido víctimas de violencia de género dentro de la pareja, han acudido a una persona cercana para pedir ayuda, un gran porcentaje (29,9%) ha optado por acudir a los servicios sanitarios en busca de ayuda. Así, vemos cómo un total de 716.246 mujeres han hablado con servicios sanitarios sobre su situación y la violencia que han sufrido. De hecho, según vemos en el informe, ellas acuden antes a los profesionales sanitarios que a la propia policía, donde acude un 24,4% de las víctimas.
En el caso de las mujeres que han sufrido la violencia fuera de la pareja, el papel sanitario también es muy relevante. Los datos muestran que hasta el 70,3% de las mujeres de 16 a 74 años residentes en España, víctimas de violencia fuera de la pareja, habla con alguien sobre la violencia sufrida. Esto supone más de dos millones y medio de mujeres en estas edades. En este caso el apoyo mayoritario vuelve a ser el de una persona cercana (en el 69,1% de los casos).
El 29,9% de las mujeres que han sufrido violencia dentro de la pareja ha optado por acudir a los servicios sanitarios en busca de ayuda
Pero, al igual que en el caso de la violencia dentro de la pareja, el segundo elemento de apoyo después de la persona de confianza, son los servicios sanitarios. Hasta un 10,7% de las víctimas opta por esta vía de apoyo, lo que se traduce en 388.505 mujeres. Nuevamente, prefieren acudir al sistema sanitario antes que a la policía, a la que tan sólo acude un 8,9% de las víctimas.
Las consecuencias físicas de esta violencia, tanto fuera como dentro de la pareja, son quizá las más evidentes. Estas consecuencias físicas van desde moretones, dolores en el cuerpo, cortes, rasguños, hasta fracturas, lesiones en la cabeza o el cerebro, rotura de huesos, etc. Se estima que un 9,2% (1.647.533) de la población de mujeres entre 16 y 74 años ha sufrido o sufre alguna lesión física como consecuencia de la violencia física y/o sexual. En estos casos también se recurre mayoritariamente a la persona cercana (en el 73,7% de los casos), pero en segundo lugar siguen estando los equipos sanitarios con un 21,1% de los casos. Es decir, 1.063.752 de mujeres han optado por esta vía. Nuevamente, se acude menos a la policía con un 17,1% de los casos.
No obstante, las consecuencias psicológicas también están presentes y afectan de manera devastadora en la salud mental de las mujeres. De hecho, el 78,4% (1.504.928) de las víctimas de violencia física y/o sexual en la pareja, ha sufrido consecuencias psicológicas debidas a dicha violencia. La violencia psicológica per se, que sólo se mide en el ámbito de la pareja, es igualmente catastrófica para las mujeres. El 27,8% de las mujeres de entre 16 y 74 años, han sufrido este tipo de violencia. Esto supone que hasta 4.646.050 millones de mujeres han pasado por estos casos.
El 78,4% (1.504.928) de las víctimas de violencia física y/o sexual en la pareja, ha sufrido consecuencias psicológicas debidas a dicha violencia
Uno de los datos más duros del informe es el relativo a la violencia sexual en la infancia. Un 6,8% de las mujeres en España ha sido víctima de violencia sexual en la infancia. Si bien no parece un porcentaje alto, es necesario recordar que corresponde a una cifra de más de un millón de mujeres, concretamente 1.222.407. Hasta 233.901 mujeres han sufrido violaciones antes de los 15 años, y más de un millón (1.049.076) han sufrido tocamientos. Pero, en estos casos, el apoyo del personal sanitario no es tan grande, dada la edad de las víctimas.
Concretamente, tan sólo el 39,9% de las víctimas han comentado lo sucedido con alguien y, de ese porcentaje, la mayoría ha acudido a algún familiar o pariente. En segundo lugar, han acudido a compañeros de clase, amigos o vecinos. Y ya en tercer lugar y en mucha menor medida acuden al colegio o la escuela (3,6%), a la policía (2,3%), o a servicios sanitarios o sociales (1,4%). Atendiendo al agresor en los casos de violencia sexual en la infancia, vemos que la mayor parte de las agresiones son ejercidas por personas conocidas por la víctima: 91,7% en el caso de las víctimas de violaciones en la infancia y 82,5% en otro tipo de violencia sexual.
Finalmente, el informe también recoge la variable de “limitación en la actividad” dentro de las característicassociodemográficas de las mujeres que han sufrido violencia machista. Es decir, mujeres que tienen limitaciones en la realización de actividades habituales de la vida cotidiana, debidas a problemas de salud. Por tanto, vemos que los problemas de salud son en sí mismos una variable a la hora de sufrir violencia. De manera más concreta, las mujeres que están gravemente limitadas han sufrido violencia en la pareja o fuera de ella en mayor medida que las que no están limitadas o su limitación es más leve. Un 49,8% (213.106 mujeres) de ellas han sido víctimas en pareja o fuera de la pareja, frente al 27,7% (4.709.806 mujeres) de víctimas en el grupo de mujeres sin limitaciones o con alguna limitación no grave. En el caso de la violencia sexual, las mujeres víctimas con limitaciones llegan al 33%.