Un brote del virus de Marburgo ha infectado a nueve personas y ha acabado con la vida de ocho de ellas en la región de Kagera, en el noroeste de Tanzania, según ha informado la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este nuevo episodio se ha producido pocas semanas después de que se declarara el fin de un brote en Ruanda, que también se encontraba en alerta debido a esta enfermedad altamente mortal.
El virus de Marburgo pertenece a la misma familia del ébola y tiene una tasa de letalidad que puede alcanzar el 88%. Se transmite a los humanos a través de murciélagos frugívoros endémicos de África Oriental. Entre los síntomas más comunes se encuentran dolor de cabeza, fiebre alta, dolor de espalda, diarrea, vómitos con sangre, debilidad muscular y sangrado externo, según informa la OMS.
Las muestras de dos pacientes están siendo analizadas en el laboratorio nacional de Tanzania para confirmar la presencia del virus
La organización ha afirmado la existencia de casos sospechosos de este virus en Tanzania. Por esta razón, las muestras de dos pacientes están siendo analizadas en el laboratorio nacional de Tanzania para confirmar la presencia del virus. Mientras tanto, los equipos de salud han comenzado a rastrear y monitorizar a los contactos de los pacientes infectados, incluidos trabajadores sanitarios, como parte de los esfuerzos por contener la posible propagación.
El brote en Ruanda, que comparte frontera con la región de Kagera, infectó a 66 personas y acabó con la vida de 15 de ellas antes de ser declarado su fin el pasado 20 de diciembre. Este antecedente ha aumentado las preocupaciones debido a la cercanía geográfica y las posibles conexiones entre ambas regiones.
La OMS ha advertido que la rápida propagación del virus puede ocurrir a través del contacto directo con fluidos corporales, así como mediante objetos contaminados, como puede ser la ropa de cama.
Cabe recordar que en marzo de 2023, la región de Kagera también sufrió un brote de Marburgo que causó la muerte de seis personas y duró casi dos meses. Estas experiencias previas han llevado a las autoridades sanitarias a intensificar la vigilancia y preparación en la región, aunque los desafíos logísticos y epidemiológicos persisten.
El virus de Marburgo, que no tiene un tratamiento específico aprobado, sigue siendo una amenaza para la salud pública en África Oriental. La OMS ha hecho un llamamiento a la cooperación internacional para apoyar a las autoridades del país en el manejo de esta posible crisis y evitar una mayor escalada del brote.