En algunos casos, cuando los pacientes experimentan una infección, el cuerpo responde de forma extrema, dando lugar a la sepsis. Se trata de una emergencia médica potencialmente mortal que, sin un tratamiento rápido, puede derivar en daños en los tejidos, fallo orgánico y muerte. En concreto, es una de las causas de muerte más frecuentes en todo el mundo.
Según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2020 se produjeron cerca de 48,9 millones de casos y 11 millones de muertes relacionadas con la sepsis en todo el mundo. Esto representa el 20% de todas las defunciones a escala mundial. En el caso concreto de España, las cifras de muerte por sepsis pueden multiplicar por diez las de accidentes de tráfico.
Se estima que en España fallecen cada año 17 000 personas por esta causa, lo que se traduce en más muertes que por cáncer de mama, colon o páncreas
Así, se estima que en nuestro país fallecen cada año 17 000 personas por esta causa, lo que se traduce en más muertes que por cáncer de mama, colon o páncreas. Sin embargo, a pesar de estas cifras, se trata de una condición generalmente desconocida, que ha saltado a la palestra a raíz del ingreso en la UCI de María Guardiola, presidenta de la Junta de Extremadura, por este motivo.
La presidenta se encuentra en estos momentos ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario de Cáceres, donde había ingresado por un cuadro infeccioso. Tras ser intervenida quirúrgicamente, Guardiola sufría una sepsis durante la recuperación de la cirugía.
Las sepsis contraídas en entornos asistenciales son uno de los tipos más frecuentes de evento adverso que tienen lugar durante la atención de salud, y afecta cada año a centenares de millones de pacientes en todo el mundo. Además, se incrementan en un 9% cada año en entornos hospitalarios.
La causa de las infecciones asociadas a la atención de salud son patógenos a menudo resistentes a los medicamentos, y que pueden provocar un rápido empeoramiento del estado clínico. La resistencia a los antimicrobianos es un factor importante que determina la falta de respuesta clínica al tratamiento, lo que rápidamente puede derivar en una sepsis y un choque septicémico.
SÍNTOMAS Y ABORDAJE DE LA SEPSIS
Algunos de los síntomas más comunes de la sepsis son la fiebre o baja temperatura y temblores, dificultad para respirar o confusión. Además, si el paciente experimenta piel húmeda y sudorosa, dolor o malestar corporal extremo, frecuencia cardiaca elevada, pulso débil o hipotensión arterial, así como diuresis baja, es muy probable que esté sufriendo una sepsis. En este caso, se debe buscar atención médica de inmediato.
Esta situación puede prevenirse tratando las infecciones de manera temprana, mediante una buena higiene en el hogar y en entornos asistenciales
Cuanto antes se trate al paciente, más eficaz será el tratamiento. Ante cualquier indicio extraño, el especialista debe realizar pruebas para el diagnóstico y, a continuación, buscar el origen de la infección. Para mejorar los resultados frente a una sepsis se emplean antimicrobianos que hacen frente a bacterias, parásitos, hongos o virus.
Por otro lado, esta situación puede prevenirse tratando las infecciones de manera temprana, mediante una buena higiene en el hogar y en entornos asistenciales. Así, lavarse las manos y preparar los alimentos sin riesgo de contaminación, evitar el agua sucia o los inodoros insalubres, recibir las vacunas pautadas por los sanitarios o llevar una alimentación saludable pueden evitar llegar a sufrir una sepsis. En el caso concreto de los hospitales y clínicas, se deben seguir reglas eficaces en materia de prevención y control de las infecciones.