Andrés Lijarcio Ramírez | Madrid
El religioso Manuel García Viejo ha muerto por Ébola tras ser ingresado en el Centro Hospitalario Carlos IIIla madrugada del pasado lunes. El español se ha convertido así en el segundo paciente fallecido por esta enfermedad tras ser repatriado a su país de origen. El pasado verano también murió el misionero Miguel Pajares.
Ambos se han convertido en las dos únicas víctimas occidentales por Ébola hasta hoy. Además, García Viejoha sido el único que no ha tenido tiempo de recibir ninguno de los fármacos experimentales para combatir la muerte por estas enfermedades, debido a los daños que ya sufría su organismo cuando fue repatriado a España. Además, el tratamiento que aportaba más esperanzas, ZMapp, estaba agotado.
Sí tuvieron más suerte los estadounidenses Kent Brantly y Nancy Writebol, el británico William Pooley y los médicos liberianos Senga Omeongay Kynda Kobbah, todos más jóvenes que los españoles contagiados, que recibieron esos fármacos con éxito. Dos de las personas que hasta ahora han podido superar el Ébola, gracias a ZMapp, han donado su sangre para facilitar la recuperación de otros dos afectados por la fiebre hemorrágica.
El caso de García Viejo constata que la enfermedad del Ébola está afectando duramente a los sanitarios que trabajan para controlar la infección en los países africanos. En este sentido, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha propuesto la creación de un ejército internacional de batas blancas para combatir el Ébola en los países del continente africano.
Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es
El religioso Manuel García Viejo ha muerto por Ébola tras ser ingresado en el Centro Hospitalario Carlos IIIla madrugada del pasado lunes. El español se ha convertido así en el segundo paciente fallecido por esta enfermedad tras ser repatriado a su país de origen. El pasado verano también murió el misionero Miguel Pajares.
Ambos se han convertido en las dos únicas víctimas occidentales por Ébola hasta hoy. Además, García Viejoha sido el único que no ha tenido tiempo de recibir ninguno de los fármacos experimentales para combatir la muerte por estas enfermedades, debido a los daños que ya sufría su organismo cuando fue repatriado a España. Además, el tratamiento que aportaba más esperanzas, ZMapp, estaba agotado.
Sí tuvieron más suerte los estadounidenses Kent Brantly y Nancy Writebol, el británico William Pooley y los médicos liberianos Senga Omeongay Kynda Kobbah, todos más jóvenes que los españoles contagiados, que recibieron esos fármacos con éxito. Dos de las personas que hasta ahora han podido superar el Ébola, gracias a ZMapp, han donado su sangre para facilitar la recuperación de otros dos afectados por la fiebre hemorrágica.
El caso de García Viejo constata que la enfermedad del Ébola está afectando duramente a los sanitarios que trabajan para controlar la infección en los países africanos. En este sentido, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha propuesto la creación de un ejército internacional de batas blancas para combatir el Ébola en los países del continente africano.
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