El pequeño de 6 años que contrajo difteria hace apenas un mes ha muerto esta madrugada en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Vall d'Hebron, en Barcelona. No había sido vacunado por decisión de los padres.
La enfermedad le provocó graves daños en sus órganos, y no ha sido capaz de aguantarlos, a pesar de que los médicos le habían estado medicando con antibióticos y habían llevado a cabo un tratamiento de antitoxinas importado de Rusia para frenar los efectos más severos de la enfermedad.
Se trataba del primer caso de difteria en España en casi tres décadas, siendo el último en 1987. Esto, sumado a algunas corrientes antivacunas, podrían haber motivado que los padres eligieran no vacunar al niños. La enfermedad infecciosa, sin embargo, es grave.
Por su parte, el consejero de Salud de Cataluña, Boi Ruiz, ha pedido en una rueda de prensa que la muerte del pequeño sirva para que se lleve a cabo una "reflexión colectiva" sobre la necesidad de vacunar a la población.
Además, ha explicado que se va a realizar una autopsia clínica del niño para avanzar en el conocimiento de la enfermedad y su tratamiento. De igual modo, ha anunciado que el Gobierno de Cataluña está pensando en impulsar una campaña más intensa para que todo el mundo se vacune. Por último, ha pedido a los padres que no se dejen convencer por "informaciones inadecuadas" sobre el uso de vacunas.
El ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, ha lamentado también la muerte del niño y ha mantenido contacto telefónico con Boi Ruiz desde primera hora de la mañana.
OTROS DIEZ CASOS DE DIFTERIA, PERO ESTÁN VACUNADOS
El Departamento de Salud de la Generalitat tiene detectados, dentro del entorno cercano del niño fallecido, otros diez casos más de difteria, que componen un adulto y nueve compañeros del niño. Sin embargo, no hay riesgos ya que al estar vacunados la enfermedad no se ha llegado a desarrollar. Aún así, las autoridades sanitarias los han tratado con antibióticos para evitar que se expanda la enfermedad eliminando el rastro del bacilo que la provoca.
RECOMENDACIONES DE LOS PEDIATRAS ESPAÑOLES
La Asocación Española de Pediatría ha emitido un comunicado lamentando la muerte del pequeño y reconociendo la labor de los profesionales que han tratado el caso. En este contexto, recuerdan que actualmente más del 95% de los niños menores de un año residentes en España están vacunados frente a la difteria, la dosis de refuerzo del segundo año de vida casi alcanza esta cifra; "sin embargo las dosis de refuerzo posteriores deben ser mejoradas".
Además, añade la AEP, "este nivel de inmunización individual y colectiva ha de servir para transmitir un mensaje de tranquilidad a las familias residentes en España respecto a la probabilidad de contraer la infección. No obstante, en la prevención de las enfermedades infecciosas, incluso de aquellas aparentemente eliminadas en nuestro medio como podía parecer en el caso de la difteria, nunca se debe bajar la guardia".
Porque salud necesitamos todos... ConSalud.es
La enfermedad le provocó graves daños en sus órganos, y no ha sido capaz de aguantarlos, a pesar de que los médicos le habían estado medicando con antibióticos y habían llevado a cabo un tratamiento de antitoxinas importado de Rusia para frenar los efectos más severos de la enfermedad.
Se trataba del primer caso de difteria en España en casi tres décadas, siendo el último en 1987. Esto, sumado a algunas corrientes antivacunas, podrían haber motivado que los padres eligieran no vacunar al niños. La enfermedad infecciosa, sin embargo, es grave.
Por su parte, el consejero de Salud de Cataluña, Boi Ruiz, ha pedido en una rueda de prensa que la muerte del pequeño sirva para que se lleve a cabo una "reflexión colectiva" sobre la necesidad de vacunar a la población.
Además, ha explicado que se va a realizar una autopsia clínica del niño para avanzar en el conocimiento de la enfermedad y su tratamiento. De igual modo, ha anunciado que el Gobierno de Cataluña está pensando en impulsar una campaña más intensa para que todo el mundo se vacune. Por último, ha pedido a los padres que no se dejen convencer por "informaciones inadecuadas" sobre el uso de vacunas.
El ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, ha lamentado también la muerte del niño y ha mantenido contacto telefónico con Boi Ruiz desde primera hora de la mañana.
OTROS DIEZ CASOS DE DIFTERIA, PERO ESTÁN VACUNADOS
El Departamento de Salud de la Generalitat tiene detectados, dentro del entorno cercano del niño fallecido, otros diez casos más de difteria, que componen un adulto y nueve compañeros del niño. Sin embargo, no hay riesgos ya que al estar vacunados la enfermedad no se ha llegado a desarrollar. Aún así, las autoridades sanitarias los han tratado con antibióticos para evitar que se expanda la enfermedad eliminando el rastro del bacilo que la provoca.
RECOMENDACIONES DE LOS PEDIATRAS ESPAÑOLES
La Asocación Española de Pediatría ha emitido un comunicado lamentando la muerte del pequeño y reconociendo la labor de los profesionales que han tratado el caso. En este contexto, recuerdan que actualmente más del 95% de los niños menores de un año residentes en España están vacunados frente a la difteria, la dosis de refuerzo del segundo año de vida casi alcanza esta cifra; "sin embargo las dosis de refuerzo posteriores deben ser mejoradas".
Además, añade la AEP, "este nivel de inmunización individual y colectiva ha de servir para transmitir un mensaje de tranquilidad a las familias residentes en España respecto a la probabilidad de contraer la infección. No obstante, en la prevención de las enfermedades infecciosas, incluso de aquellas aparentemente eliminadas en nuestro medio como podía parecer en el caso de la difteria, nunca se debe bajar la guardia".
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