La sepsis neonatal se erige como una de las principales casas de muerte entre los recién nacidos. Nos encontramos ante un problema de salud global que requiere ser abordado con urgencia, especialmente en los países de medios y bajos ingresos que aglutinan el 99% de los casos de mortalidad neonatal del mundo.
Partiendo de este preocupante dato ponemos el foco en el estudio titulado “Burden of Antibiotic Resistance in Neonates from Developing Societies”. Una investigación prospectiva observacional cuyos resultados han sido publicados en The Lancet Global Health. Su principal objetivo es el de determinar la incidencia y las asociaciones con la sepsis neonatal y la mortalidad por todas las causas en los recién nacidos en países de medios y bajos ingresos. Para ello se han analizado los datos clínicos de varios centros ubicados en Bangladesh, Etiopía, India, Pakistán, Nigeria, Ruanda y Sudáfrica.
Entre el 12 de noviembre de 2015 y el 1 de febrero de 2018 se inscribieron 29.483 madres y 30.557 recién nacidos. Tal y como exponen en la referida publicación la incidencia de sepsis clínicamente sospechosa fue del 166 por cada 1.000 nacidos vivos. Entre los principales riesgos hallados destacan, por ejemplo, la hipertensión materna, el tamaño de las salas de parto y tipo de las salas de cuidados neonatales, vivir en entornos rurales, parto prematuro, asfixia perinatal o los partos múltiples. Estos casos se asociaron con un mayor riesgo de sepsis sospechada clínicamente, sepsis confirmada por laboratorio y mortalidad por todas las causas. La mayoría de los casos de sepsis confirmados por laboratorio (881 de 1.215) se produjeron en las primeras 72 horas de vida.
Se realizaron cesáreas en 11.192 (36,7%) de los 30.498 partos, con 8.055 (72%) registradas como de emergencias; 3.084 (27,5%) según las fechas planificados y del resto (1%) no se cuenta con datos exactos. De los 30.577 neonatos inscritos, 5.425 neonatos presentaron signos clínicos de sepsis, de los cuales 1.372 se identificaron como sepsis confirmada por laboratorio.
En recién nacidos sin sospecha clínica de sepsis y sin sepsis confirmada por laboratorio, la tasa de incidencia de mortalidad por todas las causas fue de 0,40 por 1.000 días-recién nacido.
Se identificaron 49 especies bacterianas diferentes que causan sepsis mediante métodos de secuenciación del genoma completo. Las cinco bacterias identificadas con mayor frecuencia incluyeron Klebsiella pneumoniae, Klebsiella michiganensis, Staphylococcus aureus, Serratia marcescens y Burkholderia cenocepacia
En total, se identificaron 49 especies bacterianas diferentes que causan sepsis mediante métodos de secuenciación del genoma completo. Las cinco bacterias identificadas con mayor frecuencia incluyeron Klebsiella pneumoniae (n=123), Klebsiella michiganensis (n=76), Staphylococcus aureus (n=63), Serratia marcescens (n=49) y Burkholderia cenocepacia (n=44). Se identificaron Escherichia coli (n=34) , Enterobacter cloacae (n=33) y Acinetobacter spp (n=17) en todos los países. De los 123 casos de sepsis asociada a K. pneumoniae , el 56,9% (n=70) nacieron por cesárea, y de los 34 casos de sepsis asociada a E. coli , el 58,8% (n=20) nacieron por cesárea.
Los autores del estudio indican que se han encontrado con mayores tasas de sepsis neonatal en madres con diabetes o hipertensión. Las mujeres con hipertensión gestacional presentaban un mayor riesgo de dar a luz a niños con sospecha clínica de sepsis, sepsis confirmada por laboratorio y mortalidad por todas las causas.
“Las intervenciones clínicas como el uso de antibióticos prenatales y las cesáreas se asociaron con sepsis neonatal. El aumento de los riesgos de sepsis sospechada clínicamente y sepsis confirmada por laboratorio asociada con el uso de antibióticos prenatales podría estar relacionado con la alteración de la microbiota vaginal de la madre, lo que aumenta la exposición a las bacterias que causan la sepsis, por ejemplo, Enterobacterales. Se necesita más investigación para determinar el efecto de los antibióticos prenatales en la salud de los recién nacidos”, manifiestan los responsables de este trabajo.
“Las cesáreas, electivas y de emergencia, se asociaron con sepsis clínicamente sospechada y sepsis confirmada por laboratorio en comparación con el parto vaginal espontáneo. Las cesáreas de emergencia conllevaron un mayor riesgo, y es probable que estos recién nacidos tengan factores de riesgo adicionales”, añaden, destacando que “se identificaron riesgos más altos de sepsis clínicamente sospechosa y sepsis confirmada por laboratorio en mujeres en su primer embarazo en comparación con aquellas que previamente habían tenido un nacido vivo, de acuerdo con la investigación existente”.
“Sin una reducción significativa de las muertes neonatales relacionadas con las infecciones en los países de medios y bajos ingresos, es poco probable que se alcance el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3, que apunta a reducir la mortalidad neonatal a menos de 12 casos por cada 1.000 nacidos vivos para 2030”, advierten los autores del estudio.
En este sentido destacan el importante desafío que plantea el manejo de la sepsis neonatal en los países de medios y bajos ingresos ante el aumento de la resistencia antimicrobiana, así como la creciente escasez de recursos para el diagnóstico y tratamiento.